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La aprobación del Presidente AMLO está estancada, pese a ser favorable. De acuerdo con el #PULSOdeSinEmbargo, que es un ponderado de ejercicios demoscópicos confiables, desde que inició el proceso electoral 2020-2021, su popularidad cayó 5.9 por ciento real.

Ciudad de México, 15 de mayo (SinEmbargo).- Hasta el momento, el 60 por ciento de los mexicanos aprueba el trabajo del Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO). Sin embargo, hace ocho meses su popularidad fue mayor: 64 por ciento.

Entre septiembre y abril, o desde que inició el proceso electoral a la fecha, el apoyo a López Obrador ha sido estable, aunque ha tenido momentos de crisis y recuperación, que algunas encuestas —como algunas de El Financiero— achacan al desenvolvimiento de factores que preocupan a la población, como lo son el manejo de la pandemia de coronavirus, la economía y la inseguridad pública.

Octubre y diciembre de 2020, así como marzo y abril de este año, fueron malos para el mandatario federal. Durante esos meses, su popularidad cayó 1.6, 7.9, 0.8 y cuatro por ciento real respectivamente, en comparación con el mes inmediatamente anterior. En cambio, noviembre de 2020 y enero y febrero de 2021 fueron positivos para el Primer Mandatario, con repuntes de aprobación de cuatro, 1.2 y 3.3 por ciento real.

La Oficina de la Presidencia de la República reconoció recientemente que, con base en las encuestas disponibles, el nivel de confianza de AMLO es de entre 64 y 65 por ciento. Sin embargo, en los últimos meses, el Presidente ha desconocido los resultados de ejercicios demoscópicos como uno de Grupo Reforma, e incluso ha referido cifras propias.

Por ejemplo, a principios de diciembre del año pasado, López Obrador dijo en conferencia de prensa que una encuesta de la Secretaría de Gobernación (Segob) indicaba que el 71 por ciento de la población lo apoyaba, ya que esa proporción de gente votaría a su favor en la revocación de mandato.

“Sabemos bien lo que está sucediendo. Es una encuesta telefónica, no se puede hacer ahora cara a cara… A lo mejor si se hiciera de manera directa nos iría mejor, porque no todos tienen teléfono”, explicó AMLO al respecto.

Poco antes, en noviembre, el promedio de encuestas arrojó un 65.5 por ciento de aprobación al Presidente de la República. Una popularidad que en menos de un mes, caería a 60.3 por ciento.

“Se hicieron varias encuestas y en todas, la verdad, estamos bien, estamos creciendo, hasta en las de los periódicos conservadores, los que no nos quieren”, abundó AMLO en la mañanera del día 2 de diciembre.

EL GRAN DESCALABRO

En lo que va del proceso electoral 2020-2021, el manejo de la pandemia de COVID-19, la economía y la inseguridad pública son factores que pudieron haber afectado a la aprobación presidencial.

Entre septiembre del año pasado y abril de este año, el descalabro más fuerte de la popularidad de López Obrador ocurrió entre noviembre y diciembre de 2020. Dicha caída coincidió con un repunte de casos (59.3 por ciento) y defunciones (46.8 por ciento) por coronavirus, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Salud (Ssa), así como con condiciones adversas en materia económica y de seguridad pública.

Las cifras del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (Inegi) indican que en el cuarto trimestre de 2020 hubo una recuperación económica desacelerada en comparación con meses anteriores, con un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de tres por ciento real con respecto al trimestre inmediatamente anterior, en que hubo un crecimiento de 11.6 por ciento real, en un contexto en que el desempeño de la economía no mejoró con respecto a 2019, considerando que el PIB del cuarto trimestre del año pasado tuvo un déficit de 4.5 por ciento con respecto al PIB del cuarto trimestre del año previo.

En cuanto a la criminalidad, los datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) refieren que entre noviembre y diciembre, la tasa de delitos del fuero común por cada 100 mil personas cayó uno por ciento.

Sin embargo, considerando la desmovilización social y el autoconfinamiento por la pandemia, más que un resultado positivo por políticas públicas de seguridad, la reducción de los ilícitos parece ser una circunstancia transitoria que indica que, hasta ese momento y a pesar de la disminución, la incidencia delictiva continuaba teniendo una tendencia a la alza. Ello se hace más evidente tomando en cuenta que la tasa de delitos del fuero común aumentó 14.7 por ciento real entre septiembre de 2020 y marzo de 2021.

EL MEJOR MOMENTO

Entre septiembre de 2020 y abril de 2021, el mejor nivel de aprobación presidencial (65.5 por ciento) ocurrió en noviembre de 2020, de acuerdo con el #PULSOdeSinEmbargo.

Por esas fechas el país tomaba un respiro del azote de la pandemia, en parte porque la cantidad de defunciones por coronavirus registradas ese mes fue 9.2 por ciento inferior al registro del mes anterior, y por otra parte, porque fue en noviembre cuando el Gobierno federal anunció la llegada de las primeras vacunas contra el virus SARS-CoV-2, causante de la COVID-19.

“El 30 de octubre se recibieron en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México las primeras vacunas candidatas contra el COVID-19 de la farmacéutica china CanSino Biologics. El objetivo es la ejecución del ensayo clínico fase III en nuestro país”, se lee en un comunicado de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) fechado al 3 de noviembre de 2020.

Asimismo, el repunte de la popularidad de AMLO coincidió con una relativa caída (9.2 por ciento) de la tasa de ilícitos del fuero común, así como con un ligero repunte económico a consecuencia de los resultados del tercer trimestre de 2020, cuando el PIB se recuperó (12.4 por ciento) después de dos trimestres de caída consecutiva (-17.8 por ciento acumulado), pese a que en comparación con el mismo periodo de 2019, el déficit productivo (-8.5 por ciento) continuó, de acuerdo con datos del SESNSP y del Inegi.

Aquí puedes consultar la metodología que se empleó para llevar a cabo el #PULSOdeSinEmbargo.

Efrén Flores

Es politólogo por la UNAM. En SinEmbargo se ha especializado en el análisis de datos. Su investigación periodística es multitemática, pero sobre todo enfocada en temas políticos y económicos.

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