Hábitat

El río Santa Catarina de Nuevo León registra al menos 154 fuentes contaminantes que van desde metales pesados a desechos fecales, productos de la actividad industrial y la presencia de tiraderos clandestinos, revela un estudio. Ante ello, un observatorio ciudadano pide a la Conagua ubicar a los responsables y sancionarlos.

Ciudad de México, 24 de abril (SinEmbargo).– La distribución de agua potable y la salud de los habitantes de seis municipios del Área Metropolitana de Monterrey está en riesgo ante el hallazgo de 154 fuentes contaminantes en el río Santa Catarina, entre ellos, metales pesados, detergentes, aceites y desechos fecales, determinó un estudio de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL).

Durante el trabajo de campo y análisis satelital los investigadores también hallaron cinco basureros clandestinos a cielo abierto y tiraderos de desechos metálicos que contaminan los recursos hídricos y el aire.

«Además de sitios con antecedentes de metales pesados y contaminantes emergentes, esta investigación proporcionó 149 fuentes de contaminantes adicionales que no habían sido registradas ni analizadas. Estos agentes contaminantes pueden ser transportados desde el río Santa Catarina hasta el río San Juan y posteriormente desembocar en la presa El Cuchillo, una de las principales fuentes superficiales de agua potable para el área», expone el informe publicado en días pasados y coordinado por la investigadora Fabiola Yépez-Rincón.

«Las cantidades de metales pesados ​​previamente registradas en la zona, aunque no superan el límite estándar mexicano (NOM-001-ECOL-1996), plantean una amenaza ambiental acentuada aún más por la falta de controles sobre las sustancias que se descargan al río. La ingestión de algunos de estos elementos podría estar asociada a patologías humanas y cáncer. Con respecto a los contaminantes emergentes, las regulaciones no son adecuadas e incluso concentraciones bajas pueden ser perjudiciales para el sistema endocrino», alerta.

El río Santa Catarina recorre casi 170 kilómetros por el Área Metropolitana de Monterrey. Foto: Cuartoscuro.

Alfonso Martínez, director del Observatorio de la Calidad del Aire de Monterrey, dijo que ya sabían que el río se encontraba en esas condiciones, pero les «sorprendió» saber el número de fuentes contaminantes del agua en sólo 30 de los 168 kilómetros que recorre el afluente, lo cual se suma a la contaminación atmosférica en una de las principales zonas industriales del país.

«El Área Metropolitana de Monterrey tiene sobre todo problemas con PM2.5 al tener un promedio anual del doble de lo marcado por la norma mexicana. También tenemos partículas gruesas [PM10] y ozono, provenientes de la quema de combustibles fósiles por el transporte y la industria», afirmó.

El estudio de la UANL, con recolección de muestras, abarcó 30 kilómetros del río Santa Catarina y el área investigada comprende los municipios de Santa Catarina, San Pedro Garza García, Monterrey, Guadalupe, Juárez y Cadereyta Jiménez. Pero la presa El Cuchillo, explicó Martínez, además de brindar un 40 por ciento del agua consumida en esta área, también abastece a una zona de Tamaulipas.

«El río Santa Catarina fue canalizado para evitar el desborde cuando hubiese lluvias torrenciales, pero después de 2010 se ha ido regenerando y ha crecido la vegetación. Sin embargo, está siendo afectado por muchas descargas», afirmó Martínez. «La Comisión Nacional del Agua (Conagua) debe de ubicar a los responsables y sancionarlos, en coordinación con la autoridad estatal y municipales».

Cientos de peces muertos surgieron en febrero del año pasado del río Santa Catarina a la altura del municipio de Cadereyta debido a descargas de aguas negras de Agua y Drenaje de Monterrey. Foto: Cuartoscuro/Gabriela Pérez.

En enero del año pasado, el Diputado local Luis Armando Torres pidió a la Conagua catalogar al río como Área Natural Protegida, pero la solicitud fue rechazada con el argumento de que no era viable ya que esta dependencia federal es la responsable de su regulación y control.

En una visita al río, el Observatorio de Calidad del Aire de Monterrey detectó que hay asentamientos humanos frente al cuerpo de agua contaminado. El sostenido crecimiento económico y poblacional de la zona ha provocado que la tasa de extracción de agua potable se eleve de 800 mil a un millón 200 mil m3/día entre 2000 y 2017, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).

La mitad del agua potable asignada para esta área metropolitana proviene de fuentes superficiales y el resto de fuentes subterráneas, de acuerdo con el Servicio de Agua y Alcantarillado de Monterrey.

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BASUREROS CLANDESTINOS

Las fuentes de contaminantes se documentaron a través del trabajo de campo y satelital en toda el Área Metropolitana de Monterrey. Se clasificaron en cuatro categorías: tiraderos clandestinos, descargas de aguas residuales, tiraderos de desechos metalúrgicos y otros.

El tratamiento inadecuado de los desechos sólidos conduce a la contaminación de los recursos hídricos, del aire y, además, abona emisiones de gases de efecto invernadero responsables del calentamiento global. En la zona, se ubicaron cinco basureros clandestinos en los municipios de Santa Catarina y Guadalupe.

«En general, estas ubicaciones mostraron grandes volúmenes de residuos de diferentes orígenes (desechos domésticos, industriales y sanitarios). Acumulaciones de varios tipos de basura invadieron el cauce del río y alcanzaron las aguas superficiales del cauce. Además, la evidencia sugirió que la basura se quemó abiertamente en el lugar», expone el estudio de la UANL.

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Aunque el municipio de Guadalupe tenía la mayoría de fuentes contaminantes, la mayor densidad por kilómetro estaba en San Pedro Garza García. Por otro lado, Guadalupe presentó todos los tipos de fuentes contaminantes y Monterrey mostró una zona que «podría ser crítica», ya que no sólo tiene antecedentes de metales pesados ​​y contaminantes emergentes, sino que existen grandes volúmenes de desechos metalúrgicos como cadmio, zinc, níquel, arsénico, cobre, cromo y mercurio.

«Las concentraciones más altas de metales pesados podría estar relacionado con los desechos de la antigua industria de fundición de hierro y acero», afirma el documento académico.

Dulce Olvera

Reportera de temas de crisis climática, derechos humanos y economía. Egresada de la FCPyS de la UNAM.

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