El Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, calificó de «crimen de guerra» y de forma de «terrorismo nuclear» el sabotaje en la red de distribución eléctrica de la planta de Natanz, que provocó un apagón y la interrupción de las operaciones el 11 de abril.
Ciudad de México, 20 de abril (RT).–Irán empezó la semana pasada a enriquecer uranio hasta el 60 por ciento en la planta de Natanz, con el fin de demostrar «su capacidad técnica para responder al sabotaje terrorista» en las instalaciones de este tipo, declaró este martes el portavoz del Gobierno iraní, Ali Rabiei.
Destacó que se puede revertir rápidamente esta medida, para regresar al nivel de enriquecimiento de uranio acordado en el pacto nuclear del 2015, «si otras partes se comprometen a sus obligaciones».
El pasado 13 de abril, el Ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Mohamad Yavad Zarif, calificó de «crimen de guerra» y de forma de «terrorismo nuclear» a «sabotaje peligroso e imprudente» en la red de distribución eléctrica de la planta de Natanz, que provocó un apagón y la interrupción de las operaciones el 11 de abril.
La República Islámica culpó a Israel por lo sucedido y prometió «vengarse».
Por su parte, el Presidente iraní Hasán Rohaní declaró que la decisión de su país de comenzar a enriquecer uranio al 60 por ciento es la «respuesta a la maldad» cometida por Israel contra la planta nuclear de Natanz.
«No pueden cometer un crimen, si lo hacen les cortaremos las manos», advirtió.
UN LÍMITE ACORDADO EN EL PACTO NUCLEAR
La limitación del nivel máximo de enriquecimiento de uranio fue uno de los puntos clave del acuerdo nuclear firmado el 14 de julio de 2015 por los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (China, EE.UU., Francia, Rusia y Reino Unido), Alemania y la Unión Europea, el denominado Plan de Acción Integral Conjunto. El límite se fijó en el 3.67 por ciento, umbral que técnicamente Teherán ya podía superar en aquel entonces.
En respuesta a la retirada de Washington del acuerdo durante la Administración Trump y a la reimposición de las sanciones estadounidenses en mayo de 2018, Teherán aumentó gradualmente sus capacidades de producción de uranio enriquecido y las concentraciones de isótopos necesarios para producir energía.
A comienzos de 2020, Irán anunció que eliminaría todos los límites que le impedían enriquecer uranio, pero subrayó que continuaría cooperando con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA).