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El flujo de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos está aumentando por tercera vez en siete años, sin embargo, el Gobierno de Biden ha decidido no expulsar a los niños que llegan a territorio estadounidense sin la compañía de un adulto y pese a decidir terminar con las políticas impulsadas por Trump, aún se desconoce a quiénes se les permite el acceso.

Ciudad de México, 30 de marzo (AP).- Para muchos estadounidenses, las escenas que se desarrollan en la frontera sur de Estados Unidos son viscerales y estremecedoras. Una niña hondureña de 7 años caminando en la oscuridad para seguirle el paso a unos extraños a los que conoció en el peligroso viaje del norte de México a Texas. Una migrante deportada por Estados Unidos llorando en un parque al otro lado del puente internacional en México. Un grupo de hombres de pie en la sombra del muro fronterizo luego de ser detectados por agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.

Para aquellos que cruzan la frontera, sobre todo los niños sin compañía de un adulto, existen oportunidades y riesgos. El Presidente Joe Biden prometió deshacerse de las políticas implementadas por su predecesor Donald Trump sobre los solicitantes de asilo que llegan a la frontera sur. Se desconoce exactamente a quién se le está permitiendo entrar al país, pero miles de niños de Centroamérica y México que han llegado en las últimas semanas se encuentran actualmente bajo custodia de las autoridades estadounidenses.

Algunas familias han sido enviadas con sus parientes que viven en Estados Unidos mientras esperan sus citas en los tribunales de asilo. Y miles de migrantes más han sido expulsados, la mayoría a México, donde habrán de decidir si vuelven a cruzar o regresan a casa.

Unos migrantes caminan en un camino de tierra luego de cruzar la frontera entre México y Estados Unidos, el martes 23 de marzo de 2021, en Mission, Texas. Foto: AP
Un traficante en un bote inflable con familias de migrantes a bordo rema a través del río Bravo que divide a México de Estados Unidos, el miércoles 24 de marzo de 2021, a la altura de Roma, Texas. Foto: AP

El flujo de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos está aumentando por tercera vez en siete años, en gobiernos de presidentes republicanos y demócratas. A diferencia del Gobierno de Trump, el de Biden ha decidido no expulsar a los niños migrantes que llegan a la frontera sur sin compañía de un adulto, como la hondureña de 7 años fotografiada en Texas esta semana por The Associated Press. Y con base en las nuevas reglas implementadas por el Gobierno de Biden, algunas familias con “vulnerabilidades agudas” están siendo entregadas a sus familiares en Estados Unidos y se les ha permitido solicitar asilo, mientras que a otras en circunstancias casi idénticas no las han dejado pedirlo.

Para los niños y adolescentes que viajan de México a Estados Unidos, hay incertidumbre, miedo, esperanza y una larga espera. Recientemente, en una plaza de la ciudad de Reynosa, México, cerca del puerto de entrada del puente internacional McAllen-Hidalgo, un niño migrante deportado jugaba con un avión de papel en compañía de otros niños migrantes.

Un día antes, en Brownsville, Texas, un pequeño tomaba del brazo a una mujer migrante mientras esperaban que un grupo humanitario los procesara luego de que agentes de la Patrulla Fronteriza los dejaron en libertad en una estación de autobuses. A diario hay escenas similares en localidades de México y Estados Unidos, imágenes de la suerte distinta que corren los migrantes que llegan por miles a la frontera.

Una migrante llora mientras habla por teléfono en un parque luego de que ella y un grupo grande de personas fueron deportadas de Estados Unidos y sacadas por las autoridades mexicanas de una zona en la que se habían quedado tras su expulsión, el sábado 20 de marzo de 2021, en Reynosa, México. Foto: AP
Un niño migrante se agarra del brazo de una mujer mientras espera ser procesado por un grupo de ayuda humanitaria el miércoles 17 de marzo de 2021, en Brownsville, Texas, luego de ser liberado por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza. Foto: AP
Familias migrantes, la mayoría procedentes de países centroamericanos, sortean aguas poco profundas el miércoles 24 de marzo de 2021, en Roma, Texas. Foto: AP
Un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza habla con unos migrantes luego de que fueron detenidos, el domingo 21 de marzo de 2021, en Abram-Perezville, Texas. Foto: AP
Un niño migrante mira a través del muro en la frontera entre Estados Unidos y México mientras un grupo es procesado y puesto bajo custodia el domingo 21 de marzo de 2021, en Abram-Perezville, Texas. Foto: AP
Unos migrantes que fueron detenidos tratando de cruzar hacia Estados Unidos, y posteriormente deportados, descansan en una rampa que lleva al puente internacional McAllen-Hidalgo, el jueves 18 de marzo de 2021, en Reynosa, México. Foto: AP
Un niño camina solo a través de la maleza el miércoles 24 de marzo de 2021 luego de haber cruzado el río Bravo, en Roma, Texas. Foto: AP
Esta fotografía muestra a un inmigrante con sus zapatos sucios mientras sale de un puesto de control en Reynosa, México, el jueves 18 de marzo de 2021, luego de haber sido deportado de Estados Unidos. Foto: AP
Familias migrantes, la mayoría procedentes de países centroamericanos, caminan a través de aguas poco profundas del río Bravo el miércoles 24 de marzo de 2021 hacia Roma, Texas. Foto: AP
Un migrante (al centro) carga a un niño mientras observa a un agente de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el miércoles 24 de marzo de 2021, en Roma, Texas. Foto: AP
Freddy Alexis Acosta, migrante hondureño de 1 año, sonríe mientras habla con Freddy Antonio García el viernes 19 de marzo de 2021 en un centro de refugio, en McAllen, Texas. Foto: AP
Una niña inmigrante camina tomada de la mano de una mujer el miércoles 24 de marzo de 2021 luego de haber cruzado el río Bravo hacia Roma, Texas. Foto: AP
Una inmigrante hondureña de 7 años camina con Fernanda Solís, de 25 años, también de Honduras, y un hombre no identificado rumbo a un centro de procesamiento de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza, el domingo 21 de marzo de 2021, en Mission, Texas. Foto: AP
Una familia hondureña se sienta en el suelo luego de cruzar el río Bravo, el sábado 27 de marzo de 2021, en Roma, Texas. Foto: AP
Varios artículos personales que pertenecen a migrantes yacen sobre el suelo el sábado 27 de marzo de 2021 cerca de la orilla del río Bravo, en Roma, Texas. Foto: AP
Un menor duerme bajo una manta en un parque el sábado 27 de marzo de 2021, en la ciudad de Reynosa, México. Foto: AP
Genesis Cuellar, una migrante salvadoreña de 8 años, espera a ser procesada por Team Brownsville, un grupo de ayuda humanitaria, el miércoles 17 de marzo de 2021, en Brownsville, Texas. Foto: AP
Varios migrantes, la mayoría procedentes de países centroamericanos, caminan a través de la maleza luego de cruzar el río Bravo, el miércoles 24 de marzo de 2021, en Roma, Texas. Foto: AP
Varios migrantes ocupan una zona verde afuera de un centro de detención luego de que fueron detenidos cuando trataban de ingresar a Estados Unidos, el viernes 19 de marzo de 2021, en Donna, Texas. Foto: AP
n padre ayuda a su hija luego de cruzar el río Bravo, el sábado 27 de marzo de 2021, en Roma, Texas. Foto: AP
Un niño migrante de 4 años duerme junto a su padre en un refugio, el lunes 22 de marzo de 2021, en Harlingen, Texas. Foto: AP
Dos hombres esposados aguardan a que un agente de la Patrulla Fronteriza los revise el sábado 20 de marzo de 2021 antes de subirlos a una camioneta, en Hidalgo, Texas. Foto: AP