Con 10 colillas de cigarro se puede producir un lápiz y con ello evitar que se contaminen 500 litros de agua. A través de un proceso biotecnológico, Ecofilter México recolecta y recicla estos residuos tóxicos en macetas o libretas para evitar el daño a la flora, fauna y cuerpos de agua que generan. ¿Dónde puede enviar las suyas? Consulte el mapa.
Ciudad de México, 28 de marzo (SinEmbargo).– La empresa mexicana Ecofilter establecerá a finales de año la primera planta tratadora de colillas de cigarro en el país y en el mundo a nivel industrial.
Desde 2012 implementa de manera artesanal un manejo integral y sustentable de estos residuos tóxicos que contaminan el agua y suelos al demorar en degradarse de diez a 15 años. Después de su recolección en envases PET y un proceso biotecnológico producen—a través de la celulosa— papel, lápices, plumas, libretas, fólders, macetas y biofertilizante.
En México, donde hay 14.3 millones de fumadores, se desechan 50 mil millones de colillas al año. Una sola colilla de cigarro, sobre todo en época de lluvia, puede contaminar hasta 50 litros de agua dulce o, como también llega a los océanos, 15 litros de agua de mar debido a que está diseñada para retener sustancias potencialmente cancerígenas como el alquitrán, aseguró el especialista en biotecnología y cofundador de la empresa, Leopoldo Benítez, con datos de Ocean Conservancy y la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (2016-2017).
«La acción de fumar hace que se forme una mancha en la colilla al ser un medio filtrante y son cerca de siete mil sustancias tóxicas que no sólo dañan al cuerpo, sino al ambiente. Si pones a germinar semillas en una maceta y agregas una colilla, germina la mitad. También se ha estudiado que mata a la artemia de los mares, microorganismos que sirven como alimento para peces. Si disminuyes su población, en algún momento disminuirá la de los peces que comemos», dijo Benitez en entrevista.
Además, el Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) reportó que los gorriones ingleses y los pinzones mexicanos que habitan las ciudades construyen sus nidos con colillas de cigarro que, aunque guardan calor y repelen parásitos, liberan nicotina hacia las crías.
«Si se afecta un eslabón de toda una cadena alimenticia, se afecta todo. Y la mayoría de esas cadenas terminan en nosotros, por ejemplo, si comes una mojarrita que se murió intoxicada por colillas de cigarro en el mar», planteó en un webinar Carlos López, gerente de operaciones de Ecofilter. «Recoger las colillas es beneficiar a nuestra flora, fauna y a nosotros mismos».
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¿CÓMO LO HACEN?
El biólogo Leopoldo Benítez y la administradora de empresas Paola Garro construyeron y patentaron una alternativa para el pre y posconsumo de las colillas de cigarro.
Para el preconsumo, establecieron una alianza con la tabacalera Philip Morris —afiliada a los Objetivos de Desarrollo Sostenible— para que les done la celulosa que les sobra en su proceso de producción de cigarros. Esta merma, en vez de desecharla y demandar más tala de árboles, Ecofilter la transforma en papel, tela, aislante térmico, monturas de lentes, entre otros.
Y para el posconsumo, detalló Benítez, esta economía circular se inicia desde la recolección a nivel nacional de las colillas con el fumador, contenedores, calles, playas y sus centros de acopio. Actualmente tienen cinco toneladas.
«Les ponemos un honguito que encontramos que degrada la madera. Hicimos un ensayo en la UNAM y encontramos la manera de degradar las colillas hasta en un 25 por ciento. Lo que ya está tirado en la calle lo puedes ver en una maceta, un lápiz… En 2021 sacaremos seis toneladas de papel», afirmó el especialista en biotecnología.
El lunes sacarán el nuevo catálogo con 16 productos de celulosa, el cual puede encontrarse en sus redes sociales, donde también se puede consultar su campaña denominada «Para bien o para mal» que llama a los fumadores a recolectar sus colillas en botellas PET para enviarlas a las más de 500 embajadas de Ecofilter para darles un segundo uso.
Carlos López, gerente de operaciones de Ecofilter, planteó que la contaminación empieza desde lo visual, pero «las colillas están socialmente aceptadas y si alguien las tira nadie dice nada». El fin de recolectarlas en envases PET es porque caben cientos de colillas en una sola botella y con la tapa se evita la exposición a los gases tóxicos.
«Si una colilla se moja, empieza a liberar hidrocarburos y metales pesados alterando incluso el pH de la tierra, lo que disminuye la germinación de plantas y raíces», dijo.
NUEVA PLANTA EN GUADALAJARA
La planta piloto de Ecofilter está ubicada en Nicolás Romero, en el Estado de México, pero a finales de 2021 planean instalar una planta tratadora de colillas de cigarro en Guadalajara, Jalisco, a nivel industrial, lo que la convertirá en la primera en su tipo en el país y en el mundo por ser la única que lo hace con tratamiento biológico.
«En colecta de colillas ya abarcamos en todo el país. Pero para nosotros procesar grandes volúmenes, tener una cadena de valor y poder ser sostenibles necesitamos llevarlo a nivel industrial con todos los permisos y personal adecuado. Ahora tenemos siete empleados, pero planeamos tener 20 o 22 para arrancar la planta en Jalisco», afirmó el cofundador Leopoldo Benítez.
Carlos López, gerente de operaciones de Ecofilter, contó que el 2020 fue el primer año en que la firma estaba constituida formalmente como empresa, pero la pandemia frenó algunas campañas y alianzas con OCESA para recolectar colillas en eventos como el Vive Latino, al que asisten miles de personas fumadoras.
También se pausaron los Colillatones presenciales, eventos donde voluntarios recolectan estos residuos tóxicos en lugares públicos como Ciudad Universitaria. Desde el Semáforo Amarillo en el Estado de México pudieron volver a la planta para circular las colillas almacenadas.
«Todavía no tenemos el ritmo que quisiéramos, pero ya estamos caminando», dijo López.
Además del daño ambiental, el humo de tabaco contiene más de siete mil sustancias químicas y al menos 69 carcinógenos que pueden provocar cáncer al consumidor, expone la Encuesta Nacional de Consumo de Drogas, Alcohol y Tabaco (2016-2017). En México mueren 43 mil personas al año por enfermedades atribuibles al tabaquismo, el 8.4 por ciento de total de decesos a nivel nacional, documenta.