Los virus que se utilizan como tratamiento son, en ocasiones, domesticados genéticamente para que solo destruyan células del tumor y respeten a las células sanas

Madrid, 21 de marzo (EuropaPress).- El primer oncovirus fue descubierto por Harold Varmus y Michael Bishop, que recibieron el Premio Nobel de Medicina por ello en 1989; el mismo año que Camilo José de Cela recibió el Premio Nobel de Literatura.

El investigador español Mariano Barbacid descubrió el primer gen humano que cuando se encuentra mutado produce cáncer (oncogen). Este gen, llamado ras, está mutado en la mayoría de los tumores incluyendo los de pulmón, de colón y de páncreas. «La importancia de ese descubrimiento es enorme», reconoce en una entrevista con Infosalus el investigador y científico español Juan Fueyo, con más de 25 años de experiencia laboral en Estados Unidos, y que acaba de publicar Viral (Penguin Random House), su tercer libro.

Fueyo, que es neurólogo, junto a su mujer Candelaria Gómez-Manzano, dirige un laboratorio cuyas investigaciones sobre virus modificados se han aplicado en diversos estudios clínicos en Estados Unidos, Canadá y Europa. Sus estudios se centran en la ingeniería genética de virus diseñados para combatir el cáncer y es sobre esta cuestión sobre la que queremos hablar con él, cómo los virus pueden dar lugar a cáncer, y cómo podemos emplearlos para combatir el cáncer.

Y es que, hasta la fecha, dice que existen, al menos, ocho tipos de virus relacionados con el cáncer, que se sepa. «Producen algunos de los tumores más letales incluyendo el cáncer de útero, de hígado, de cabeza y cuello, de la piel y también linfomas, leucemias y sarcomas. En los países poco desarrollados las infecciones por virus son responsables del 25 por ciento de los casos de cáncer», destaca el científico español.

Personal médico aplica la vacuna contra la COVID-19 en Irlanda. Foto: Andrew Medichini, AP.

Pero, ¿cómo un virus puede dar lugar a cáncer? Según confiesa Fueyo, puede resultar extraño el pensar que una célula infectada por un virus se parezca a la célula de un tumor. «Pero es así. Las dos condiciones anómalas, cáncer e infección por un virus, llevan a una replicación desenfrenada del ADN y al crecimiento sin control de un tumor», señala.

De esta forma, incide en que la infección por ciertos virus, como el virus del papiloma humano (VPH) o algunos herpes virus, provocan una situación muy similar a la de un cáncer. «Cuando se unen otros factores, la infección desemboca en un tumor maligno», subraya.

LOS VIRUS CAUSAN ENTRE EL 10 Y 15 POR CIENTO DE TUMORES

En concreto, indica que los virus causan entre el 10 y el 15 por ciento de todos los tumores, un dato epidemiológico que, en su opinión, tiene un aspecto práctico «muy importante»: la prevención de infecciones por virus mediante vacunas puede llevar a erradicar tumores. Además, sostiene que virus como el del VIH, causante del SIDA, al disminuir las defensas del paciente favorece la formación de tumores. «Es importante pensar que las vacunas contra ciertos virus protegen a la población general de tumores letales», incide el experto y profesor en el departamento de Neurooncología del MD Anderson Cancer Center de Houston, Texas.

Con ello, resalta que las vacunas, «sin lugar a dudas», son las «mejores estrategias» para evitar la infección de estos virus que pueden dar lugar a cáncer. «En los casos de virus relacionados con enfermedades de transmisión sexual, el uso de medidas protectoras durante las relaciones íntimas disminuye la posibilidad de la infección y por lo tanto del cáncer también. En los casos de virus que se transmiten por transfusiones de sangre, el análisis de estos en la sangre antes de la transfusión salva vidas a diario», agrega el experto.

Sobre si por tratarse de una infección viral, su pronóstico es mejor, Fueyo responde que «desgraciadamente no es mejor», dado que los ‘oncovirus’, que fueron descubiertos hace pocos años, son los protagonistas de uno de los tumores más agresivos de la piel.

«Los oncogenes de los virus son motores de alta potencia y producen tumores muy agresivos. En este momento el factor de riesgo más común, a nivel mundial, del cáncer de hígado, que tiene unas cifras de mortalidad muy altas, es la infección crónica por el virus de la hepatitis B. La prevalencia de la infección hace que el cáncer de hígado, que afecta a 800 mil personas por año, sea el tumor más frecuente en varias regiones del mundo. De ahí la importancia de prevenir las infecciones por virus», reitera el neurooncólogo.

¿SE PUEDEN EMPLEAR LOS VIRUS PARA CURAR EL CÁNCER?

Ahora bien, según admite, la lucha de un virus contra un tumor es un «combate, cuerpo a cuerpo, de titanes». «El virus es un criminal en serie, que se multiplica millones de veces en cada célula que infecta. El cáncer es el campeón de la supervivencia, debido a un escudo invisible que le protege de las armas físicas y químicas que le arrojamos», describe Juan Fueyo.

Por ello, la Ciencia ha avanzado de tal manera que ha conseguido que los virus puedan destruir tumores. «En las últimas dos décadas hemos presenciado una explosión de la viroterapia del cáncer. Los virus que se utilizan como tratamiento son, en ocasiones, domesticados genéticamente para que solo destruyan células del tumor y respeten a las células sanas», agrega.

Un hombre recibe una inmunización. Foto: Tobias Schwarz / Pool via AP, Archivo

En un estudio realizado en su hospital, el MD Anderson de Houston, la inyección de un virus en un tumor cerebral para el que no existe tratamiento efectivo llevó a extender la vida en el 20 por ciento de los pacientes, y resultados similares se han obtenido en otras instituciones como la Universidad de Duke (Estados Unidos).

Ahora sabemos, que inyectar virus en tumores, incluso en el cerebro, no acarrea efectos secundarios importantes, es decir que la viroterapia es menos tóxica que la quimioterapia o la radioterapia, según asegura el científico español.

También sabemos que hay un grupo de pacientes que responden al tratamiento y que otros, en cambio, son resistentes. «Estamos buscando desesperadamente métodos para aumentar el porcentaje de pacientes que pueden ser tratados con éxito con viroterapia o viroinmunoterpia, es decir, combinando la infección de virus con inmunoterapia. Esperamos que un virus de nuestro laboratorio combinado con inmunoterapia llegue a un estudio clínico de Fase 3 este año», celebra.

EL FUTURO EN LA INVESTIGACIÓN DE LOS ONCOVIRUS

En último lugar, y sobre el futuro en la investigación de los oncovirus, Fueyo mantiene que a día de hoy estos «constituyen el ‘lado oscuro de la fuerza’ en el campo de los virus, dado que su armada de clones puede destruir un organismo».

Eso sí, alerta de que también son «un talón de Aquiles del cáncer» ya que, por ejemplo, nuevos tratamientos antivíricos, así como campañas de vacunación globales como la que se realiza en este momento contra el virus del papiloma humano, podrían llevar a la erradicación de algunos tipos de tumores, como el carcinoma de cuello uterino y algunos tumores de cabeza y de cuello.

«La vacuna de la hepatitis B deberá disminuir drásticamente la incidencia de cáncer de hígado. El descubrimiento de otros oncovirus podría llevar a la prevención de sus infecciones y a la prevención de los tumores que producen. Este año pasado hemos comenzado a utilizar inteligencia artificial para diseñar antibióticos. El primero de ellos –llamado Halicina por la computadora HAL de la película 2001: Una odisea del espacio– fue creado en el 2020. El ritmo de los descubrimientos en este campo es muy rápido», según vaticina el neurólogo español.