A diferencia de la COVID-19, el MIS-C provoca una mayor cantidad de daños en los órganos, además de problemas cardíacos y afecciones de las mucosas.

Madrid, 14 de marzo (Europa Press).- Investigadores de la Universidad Rutgers (Estados Unidos) han explicado cómo diferenciar entre Síndrome Inflamatorio Multisistémico Infantil (MIS-C), COVID-19 y enfermedad de Kawasaki en los niños, teniendo en cuenta que la exposición al SARS-Co-V2, el virus que causa la COVID-19, puede hacer que niños y adolescentes, por lo demás sanos, corran el riesgo de padecer MIS-C, una afección pediátrica poco frecuente pero que puede poner en peligro la vida del paciente y que puede causar una inflamación grave en órganos como el corazón, el cerebro, los pulmones, los riñones y el sistema gastrointestinal.

El diagnóstico y el tratamiento del MIS-C es difícil porque los síntomas respiratorios y gastrointestinales pueden ser similares a los de la COVID-19 grave. Otras características del MIS-C son muy similares a la enfermedad de Kawasaki, que provoca la inflamación de los vasos sanguíneos.

En un estudio publicado en la revista The Journal of the American Medical Association, este equipo de investigación analizó a mil 116 personas menores de 21 años hospitalizadas entre marzo y octubre de 2020 con síntomas que podrían haber sido causados por cualquiera de estos trastornos y comparó sus resultados clínicos y de laboratorio para determinar cómo diagnosticar con mayor precisión la MIS-C.

El MIS-C es un fenómeno nuevo en pediatría. Se produce en asociación con la infección por SARS-CoV-2, pero los síntomas pueden retrasarse varias semanas en niños que tienen COVID-19, la enfermedad resultante del virus, pero que son asintomáticos. Para complicar el diagnóstico, los síntomas de MIS-C también son similares a los de la enfermedad de Kawasaki, la principal causa de cardiopatía adquirida en los niños. Aunque los síntomas son similares, las posibles complicaciones, tratamientos y los resultados pueden ser diferentes. Si podemos distinguir mejor estas enfermedades, mejorará el tratamiento y el seguimiento.

En general, los niños con MIS-C tienden a enfermar más que los que padecen COVID-19 aguda, ya que hay más órganos afectados. Mientras que los niños con COVID-19 aguda pueden tener síntomas respiratorios y gastrointestinales directamente relacionados con el virus, la MIS-C parece ser una respuesta inflamatoria a la infección que se produce varias semanas después, y que puede parecerse a la COVID-19.

En este estudio, el 80 por ciento de los niños con MIS-C y COVID-19 tenían cada uno síntomas respiratorios graves, pero un mayor número de niños con MIS-C presentaban una afectación de múltiples órganos, incluidos problemas cardíacos y afecciones de las mucosas, como sarpullidos o enrojecimiento de los ojos, lo que daba lugar a una presentación similar a la de los pacientes con la enfermedad de Kawasaki.

«Tengo hijos, así que entiendo el nerviosismo de los padres ante este nuevo síndrome. Si su hijo desarrolla una multitud de síntomas, como fiebres persistentes, sarpullido o parece inusualmente cansado, haga que un profesional médico lo evalúe para descartar el SMI-C. Aunque el MIS-C es una enfermedad grave, la mayoría de los niños, incluidos los que presentan síntomas cardíacos graves, suelen recuperarse en 30 días», remarca el líder del estudio, Steven Horwitz.