El Gobierno de México analiza quitar protección de vaquita marina y legalizar pesca de totoaba, alertan
PorAP
13/03/2021 - 12:49 am
Artículos relacionados.
- Gobiernos piden perdón por tragedia de 2011; Samuel García no va, deudos le reclaman
- La UdeG maneja millones al año. El poder de Padilla da más
- Cravioto acepta división de morenistas en el Senado: "No todos pensamos como Monreal"
- Creel presidirá la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; Mier dirigirá la Jucopo
- Balandra, la playa bonita de México, peligra por derrame
De acuerdo con especialistas, abrir la captura legal de la totoaba, cuya vejiga natatoria es considerada un manjar en China y alcanza un precio de miles de dólares, podría incrementar las muertes de vaquitas.
Por Mark Stevenson
Ciudad de México, 13 de marzo (AP).– Un organismo gubernamental mexicano se reunió el viernes para examinar diversas propuestas que casi seguramente perjudicarían a la vaquita marina, el mamífero marino en mayor peligro de extinción del mundo, y busca culpar a Estados Unidos de la desastrosa situación en que se encuentra esa marsopa.
El Grupo Intragubernamental sobre la Sustentabilidad en el Alto Golfo de California sopesa cancelar la protección de especie en peligro a la totoaba, un pez cuya captura a menudo resulta en la muerte incidental de vaquitas marinas, de las cuales sólo quedan unas 10. La Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales dijo que las recomendaciones del grupo serán dadas a conocer hasta el 26 de marzo. No comentó de momento las propuestas.
Abrir la captura legal de la totoaba, cuya vejiga natatoria es considerada un manjar en China y alcanza un precio de miles de dólares, podría incrementar las muertes de vaquitas. Pero una medida así sería como caída del cielo para algunos pescadores en México.
“La agenda está enfocada a seguir en el status quo y abandonar a la vaquita marina y regresar a la pesca de totoaba”, dijo Alex Olivera, representante para México del Centro para la Diversidad Biológica. “Es decepcionante que este Gobierno haya echado a perder lo que ya se había construido” en una década de lucha para salvar a esta marsopa pequeña y huidiza, agregó.
La reunión, que fue cerrada al público, también sopesa reducir la zona de protección a la vaquita marina en el Alto Golfo de California, el único lugar donde vive la especie. Eso abriría más zonas a las redes agalleras utilizadas para capturar la totoaba y otras especies, pero que también atrapan a las vaquitas, las cuales terminan ahogándose.
El grupo también retomó una hipótesis antigua y desacreditada que atribuye la disminución en el número de vaquitas a una reducción del flujo de agua procedente de Estados Unidos por el río Colorado, que comienza en este país y desemboca en el Golfo de California, también conocido como Mar de Cortés.
“Parece que estamos regresando al pasado, donde se pone a consideración el río Colorado y las actividades mineras como causa de mortandad de la vaquita marina”, señaló Olivera.
Según la hipótesis sobre el río Colorado, la disminución de agua dulce del río debido a su explotación en Estados Unidos había incrementado la salinidad en el Alto Golfo de California, afectando de alguna manera a la vaquita.
Un científico enterado del asunto, pero que solicitó el anonimato para hacer declaraciones por temor a antagonizar con el Gobierno mexicano, describió el uso renovado de la hipótesis como una argucia nacionalista carente de bases científicas.
“Los únicos que creen eso son políticos” en México que “buscan echar la culpa a los Estados Unidos, a lo que no sea la pesca”, apuntó.
Olivera dijo que la “hipótesis está totalmente descartada. La evidencia científica concluye que las redes es la principal causa de mortandad de la vaquita”.
La Secretaría de Medio Ambiente dijo antes que la disminución en el número de vaquitas marinas en la extensión donde se les había visto en los últimos años justifica reducir la zona de protección, que en la actualidad abarca la mayor parte del Alto Golfo de California. La zona comienza en los alrededores del delta del río Colorado y se extiende hacia el sur, más allá de la localidad pesquera de San Felipe y cerca de Puerto Peñasco.
Sin embargo, esa decisión implica un reconocimiento de que la pequeña marsopa quizá jamás vuelva a ocupar la amplitud de su hábitat histórico.