De acuerdo con datos de la Unesco, la desigualdad entre géneros en la enseñanza de las carreras STEM, es decir carreras de ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, se traduce en que en la enseñanza superior solamente el 35 por ciento de los estudiantes son mujeres. Laura Figueroa, Product Manager en BEDU y ganadora de la vertical de inclusión financiera de Talent Land en 2019, explicó que en muchas ocasiones esto tiene que ver con los estereotipos y los llamados roles de género en los que se cree que los hombres son los que pueden estudiar una carrera científica, ingeniería o tecnología debido a la idea que se tiene de que son áreas que se les facilitan más.
Ciudad de México, 7 de marzo (SinEmbargo).- La brecha de género es un tema que ha tomado fuerza y en el que se realiza un esfuerzo constante para disminuirla, sin embargo, esta brecha aún es algo muy marcado. De acuerdo con datos de la Unesco, la desigualdad entre géneros en la enseñanza de las carreras STEM, es decir carreras de ciencia, tecnología, ingenierías y matemáticas, se traduce en que en la enseñanza superior solamente el 35 por ciento de los estudiantes son mujeres, al hablar de investigadores el número se reduce a solo el 28 porciento.
«A nivel global la brecha de género de mujeres en tecnología es del 20 por ciento, eso quiere decir que de cada 100 hombres hay 20 mujeres en puestos de desarrollo o cualquier tipo de desarrollo tecnológico, software, ciencias de datos, diseño de producto, etcétera. Esto es porque, de la misma forma que no hay espacios de trabajo enfocados en mujeres, desde que son pequeñas no se les alienta o se les dan las facilidades para que estudien una carrera tecnológica», explicó Laura Figueroa, Laura Figueroa Product Manager en BEDU y ganadora de la vertical de inclusión financiera de Talent Land en 2019.
Laura explicó que en muchas ocasiones esto tiene que ver con los estereotipos y los llamados roles de género en los que se cree que los hombres son los que pueden estudiar una carrera científica, ingeniería o tecnología debido a la idea que se tiene de que son áreas que se les facilitan más y que resultan complicadas para las mujeres, esta es una de las razones por las que a veces no se apoya a las niñas desde pequeñas para tener estudios en estas áreas. «En la universidades, la mayoría de carreras en ingenierías o en cuestiones tecnológicas, mayoritariamente predominan los hombres, pero nuevamente por una perspectiva de género», señaló.
La ganadora de la vertical de inclusión financiera de Talent Land en 2019 refirió que la brecha salarial también es notoria porque en promedio un hombre gana 26 por ciento más que una mujer en el mismo cargo. Sin embargo, destacó que una mujer impacta positivamente a las empresas en las que trabaja y también la economía en general, ya que una mujer aproximadamente gasta el 90 por ciento de sus ingresos en su comunidad y en su familia versus el 40 por ciento de los hombres. «No solamente a nivel social estamos deteniendo el crecimiento económico que las mujeres pueden impulsar por estas actividades sino también a nivel empresarial».
De acuerdo con Laura, las mujeres impactan positivamente en especial en puestos de liderazgo o gerencias, además de que favorece la diversidad en el trabajo porque las mujeres incluyen más personas en sus equipos, existe más participación y roles más activos en las empresas, debido a que, en general, las mujeres abren estas oportunidades.
Para acortar la brecha de género es necesario dar mucha visibilidad al rol de la mujer a nivel empresarial y nivel tecnológico, además de los programas que impulsan a las niñas y las motivan para estudiar una carrera relacionada a la ciencia y la tecnología. A nivel empresarial hay iniciativas para hacer los equipos mas diversos, lo que suele ocurrir en las empresas es que falta información, es decir, saben que deben contratar mujeres pero entienden por qué o los beneficios, explicó Figueroa.
Laura explicó lo ocurrido con un smart watch lanzado en el 2015 que incluía la aplicación de salud, el grupo de trabajo que lo creó estaba compuesto por hombres por lo que no tenían una perspectiva femenina y aunque hacía registro de pasos, pulso cardiaco, presión, etcétera, no tenía uno muy importante para las mujeres que es la menstruación y hasta cuatro años después decidieron ingresarlo porque gran parte de sus consumidores son mujeres, algo que tal vez hubieran tenido presente al tener a mujeres en su equipo.
Las mujeres se enfrentan incluso a la percepción de que estudiar tecnología resulta caro y no todas cuentan con los recursos, porque un curso de aproximadamente 20 mil pesos en México representa un gran esfuerzo, la ventaja es que a los tres o seis meses recuperas la inversión porque los sueldos en la industria tecnológica son altos, ya que hay mucha oferta y poca gente capacitada en estas áreas. Laura explicó que en Bedu cuentan con becas y financiamientos especiales para mujeres para que estudien tecnología y posteriormente un programa para ayudarlas a colocarse en las empresas.