En el marco del proyecto Neu-ChiP, los investigadores colocarán en los chips células similares a las de la corteza cerebral humana y examinarán su capacidad de proporcionar respuestas cambiantes en función de diversos rayos de luz.
Ciudad de México, 8 de febrero (RT).- Un equipo internacional de científicos se dispone a utilizar células madre del cerebro humano con el fin de perfeccionar microchips para que puedan ser empleados por la inteligencia artificial.
El proyecto, denominado Neu-ChiP, se prolongará por tres años. Durante ese tiempo, los investigadores colocarán en los chips células similares a las de la corteza cerebral humana y examinarán su capacidad para cambiar en respuesta a diversos rayos de luz.
Dada la alta «plasticidad» del cerebro, se supone que las redes de células resultantes combinarán un alto rendimiento con «demandas de energía extremadamente bajas», opinan los científicos en un comunicado publicado por la Universidad de Aston (Reino Unido) el 28 de enero. Esperan que la nueva tecnología pueda «revolucionar la potencia» de los dispositivos informáticos.
Stem cell #AI – ‘brain on a chip’ project led by @astonuniversity with multiple partners – aims to revolutionise computing power https://t.co/x4NeZNJ7z3 Neu-ChiP project uses human brain stem cells on microchips to push the boundaries of AI #futureofwork
— Steve Ardire (@forcemultstevea) January 29, 2021
«Nuestro objetivo es aprovechar la inigualable potencia informática del cerebro humano para aumentar drásticamente la capacidad de las computadoras para ayudarnos a resolver problemas complejos. Creemos que este proyecto tiene el potencial de romper las limitaciones actuales de potencia de procesamiento y consumo de energía, para generar un cambio de paradigma en la tecnología del aprendizaje automático», cita el comunicado al profesor David Saad.
Por su parte, los doctores Jordi Soriano y Daniel Tornero, de la Universidad de Barcelona (España), que también participan en Neu-ChiP, creen que el estudio «proporcionará nuevos conocimientos sobre cómo el cerebro calcula la información y encuentra soluciones», y prevén que esa tecnología «puede incluso ayudar a diseñar interfaces hombre-máquina únicas y emocionantes».