«Espero que esta agenda te recuerde que importas de verdad. Confío en que se vuelva tu compañera mientras tomas decisiones feministas a diario, mientras amas de una forma que nunca te degrade, mientras te niegas a disculparte por ocupar un espacio en el mundo»- Chimamanda Ngozi Adichie.

Las luchas feministas no deberían recordarse solamente durante una o dos fechas conmemorativas, sino los 365 días del año. Para ayudarnos con esa labor, el Libro agenda Todos deberíamos ser feministas en 2021, del sello Literatura Random House, pone su granito de arena.

Ciudad de México, 2 de enero (SinEmbargo).- El nuevo año ha empezado y entre todos los deseos y metas personales, también hay objetivos sociales de distintos colectivos, entre ellos la erradicación de la violencia contra la mujer.

Las luchas feministas no deberían recordarse solamente durante una o dos fechas conmemorativas, sino los 365 días del año. Para ayudarnos con esa labor, el Libro agenda Todos deberíamos ser feministas en 2021, del sello Literatura Random House, pone su granito de arena.

Entrevistamos a Karla Bañuelos Sáenz, Coordinadora de difusión y promoción de Penguin Random House Grupo Editorial, acerca del contenido de esta agenda, el cual es un regalo perfecto para iniciar el año.

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—Para los que no la conocen, cuéntanos un poco sobre quién es Chimamanda Ngozi Adichie y la importancia de su legado

—Ella es una mujer feminista, activista, escritora, que de cierta manera cobra popularidad cuando realiza un TED Talk muy reconocido, y habla precisamente desde su perspectiva como mujer nigeriana. En esta charla nos cuenta sobre todos estos estereotipos que limitan nuestro pensamiento, además de experiencias relacionadas a micro machismos y misoginia.

Ella va metiéndose cada vez más en practicar esta visión feminista de vida. Ha publicado varias novelas, la mayoría en Penguin Random House: La flor púrpura, Medio sol amarillo y Americanah son algunas de ellas. Todas han sido multipremiadas y muy bien recibidas por la crítica y el público. También tiene libros de relatos como Algo alrededor de tu cuello, y por supuesto el ensayo de Todos deberíamos ser feministas, el cual justamente sale de esta TED Talk.

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Hace no mucho publicó su manifiesto más reciente, llamado Querida Ijeawele. Cómo educar en el feminismo. Se trata de un discurso sobre cómo las personas que están a cargo de la educación de las niñas y los niños pueden hablar de feminismo de cierta manera.

UN ACTO COMUNITARIO 

—¿Por qué presentar sus ideas feministas en forma de agenda? ¿Tiene un propósito comunitario de regalar esta agenda a nuestras amigas, madres, hermanas?

—La agenda se elaboró en honor al ensayo de Chimamanda, pues nos parece un mensaje súper importante que tiene que llegar a todas las mujeres y a todos los hombres. Era también una manera de volver a poner el feminismo en la conversación, más allá del 8 de marzo y el «Día Internacional de la mujer», pues en esos días se recuerdan nuestros derechos y las mujeres que abrieron brecha en esas fechas específicas, pero después nos olvidamos de nuevo.

Hacer una agenda es recordar diariamente que no estamos solas en esta lucha y vamos muy bien acompañadas. Efectivamente sí busca ser un regalo, un acto comunitario, pues la mejor forma para combatir todos estos estereotipos o ideas preconcebidas alrededor del feminismo es con la información.

Dentro de las secciones que podremos encontrar en la agenda, por supuesto hay fragmentos del libro Todos deberíamos ser feministas, para quienes no lo conozcan vayan empapándome en el mensaje. Recomendamos también libros escritos por mujeres como Virginia Woolf, Sylvia Plath, Marjane Satrapi, entre muchas otras. Cada semana hay fechas destacadas, efemérides, que invitan a conocer los nombres de las mujeres que hicieron historia en la literatura, el deporte, el arte, la ciencia, la política; mujeres aventureras, viajeras, activistas, de todos los ámbitos.

Otra cosa padrisima es una cronología de mujeres, pues al ser una agenda que busca rescatar a las mujeres que abrieron brecha, no queríamos dejar de lado todo lo que se ha hecho en México, con datos que reflejan lo que las mujeres mexicanas han hecho en el feminismo desde el siglo pasado, datos que no fueron tan fáciles de conseguir. Por ejemplo, en Yucatán se funda una sociedad literaria, de donde sale la primera revista escrita por mujeres; además en el mismo estado se realizaron congresos con feministas de Latinoamérica, en los cuales asistieron más de 600 mujeres, una gran cantidad para aquella época. Eran congresos en los que las mujeres demandaban derechos políticos municipales, y por supuesto mayor participación en la vida pública. Estas demandas de las mujeres claro que tuvieron un efecto eventualmente, pues contribuyeron a la creación de códigos civiles y leyes; lograron que se les otorgara la igualdad jurídica, y el derecho al divorcio, lo cual es muy importante.

—Además de las fechas importantes, recomendaciones de lecturas y nombres de mujeres destacables en la historia, está agenda no deja de lado la cara más oscura de la realidad: la violencia de género y los feminicidios…

—De las cosas más duras que nos encontramos durante la investigación fue hacer un recuento de todas estas situaciones que han marcado la vida de las mujeres en el mundo y en México. La sección que señalas sobre violencia de género en México es bastante dura porque expone con claridad numérica la desigualdad entre hombres y mujeres, y por supuesto la relación de poder que existe, que siempre es un juego bastante macabro en donde las mujeres son agredidas simplemente por el hecho de ser mujeres.

Al condensar estos datos fue evidente cómo ha crecido la violencia; las víctimas del 2016 al 2019 han aumentado. Páginas antes de esta lámina hay un perfil muy importante sobre María Marcela Lagarde y de los Ríos, feminista, antropóloga, investigadora y académica; tuvimos una conversación con ella que va muy de la mano justamente con el tema de le violencia contras las mujeres. Lo que ha logrado Marcela es la inclusión del delito de feminicidio en los códigos penales mexicanos; ella acuñó este término y además fue la impulsora de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, vigente en México desde el 2007.

LA ESPERANZA AL FINAL DEL TÚNEL

—¿Hay un lado positivo en todo esto? ¿Qué nos falta por construir y qué falta en la conversación feminista?

—Por un lado ciertamente tenemos estas cifras terribles de cómo los feminicidios van al alza en todos los estados. Pero por otro lado tampoco dejar de mencionar que hay mujeres mexicanas que no han cedido en la lucha, han insistido, y gracias a ellas también hemos logrado un poco echar para adelante.

Por lo menos en Todos deberíamos ser feministas, Chimamanda no se pronuncia en particular con respecto a las diferentes vertientes del feminismo, pero es verdad que trata de ser bastante inclusiva o «neutra». La entrada de la agenda tiene un texto de introducción muy breve y bonito, en donde justamente ella dice que el trabajo de acercarse al feminismo ha consistido en aprender y desaprender. Creo que este enfoque es la clave para todos aquellos que queremos acercarnos al feminismo. Otra cosa importante es la información, una manera en la que podemos combatir los prejuicios que existen en torno al feminismo, que solemos leer todo el tiempo en redes sociales.

En su manifiesto feminista, Chimamanda señala algo bien importante: hay que enseñar a niñas y niños el no reproducir roles de género agresivos y jerárquicos, pues con esto se les educa desde pequeños. Ella reflexiona sobre lo que se les dice a las niñas desde muy pequeñas y le da la vuelta: a las niñas no les hables de matrimonio como un logro, como algo a lo que deben aspirar; no tienen la obligación de gustar al otro, de ser deseables, su meta debe ser realizarse plenamente.

Todo esto se puede contrarrestar con la educación, para respetarnos, sentirnos cómodos en nuestra propia piel y sobre todo ser más conscientes de nuestras emociones y no tener miedo a la vulnerabilidad. La idea es vivir y compartir el espacio de formas más amables.

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Hacia el final, la vocera de la casa editorial aclara que esta agenda no sólo está dirigida a mujeres jóvenes y adultas, también a hombres: «A veces se piensa que el feminismo es algo exclusivo de las mujeres y en realidad es algo que nos compete a todos, algo con lo cual avanzamos como colectivo».

«La única forma de contrarrestar todos estos años que llevamos de violencia patriarcal, que ha tenido efecto en todos los ámbitos, es cambiar nuestra manera de ver las cosas. Esta agenda es una gran oportunidad de poner sobre la mesa el debate feminista día a día, para recordar que no estamos solas», concluye.