José Ricardo salió de su casa cerca de las 8 de la mañana para dirigirse a la preparatoria ubicada en Ranchería en el poblado de San Isidro Atlautenco donde cursaba el segundo semestre.
Por Beda Peñaloza
Estado de México, 24 de diciembre (A Fondo).- José Ricardo cursaba el segundo grado de preparatoria cuando desapareció hace más de cuatro años cuando se dirigía a su casa tras salir de un convivio con unos compañeros que festejaron su cumpleaños 16, en la colonia San Isidro Atlautenco, Ecatepec.
Norma Patricia y Ricardo no saben nada de su hijo José Ricardo Lira Aguilar, quien desapareció dos días antes de cumplir sus 16 años el 26 de febrero del año 2016.
Sus padre dieron a conocer que ese día, José Ricardo salió de su casa cerca de las 8 de la mañana para dirigirse a la preparatoria ubicada en Ranchería en el poblado de San Isidro Atlautenco donde cursaba el segundo semestre.
Explicó que ese día que recordaron era viernes, José no entró a clases y se dirigió a Plaza Sendero donde estuvo por unas horas entreteniéndose con otro amigo en las conocidas maquinitas, esto para hacer tiempo y esperar a otros compañeros a la salida de clases con los que realizarían un convivio para celebrar su cumpleaños para el que faltaban dos días.
Norma Patricia explicó que ese día, el menor de sus dos hijos, estuvo en su convivencia y fue entre las 18:30 a 18:15 horas, que habló por última vez por teléfono con él, quien le indicó ya iba rumbo a su casa ubicada en Tulpetlac a la que ya no llegó.
«Le volví a marcar y no contestaba, le envié un mensaje que contestara y solo me dejaron en visto, por lo que al volver a marcarle el teléfono ya se encontraba apagado».
Refirió que tras comenzar a buscarlo supieron por sus compañeros que tras salir del festejo José y otro amigo subieron a una unidad de transporte para dirigirse a sus hogares.
Pero el amigo bajó a la altura de la colonia Jardines de Morelos y su hijo siguió en el transporte; sin embargo ya no llegó a la altura de Tulpetlac para a bordar otra unidad y llegar a su domicilio.
La preocupación aumentó dijo, por qué José quien era un estudiante destacado con beca y portero de un equipo de fútbol, deporte del que era aficionado, por la excelente relación que tenía con sus padres siempre pedía permiso para ir algún lugar y jamás faltaba a su hogar.
Indicó que junto con sus familiares se separaron y comenzaron a buscarlo por la zona donde fue la convivencia e inclusive llegaron hasta al metro Indios Verdes pensando que a lo mejor se había quedado dormido y se siguió hasta la base.
Al día siguiente se presentaron a realizar la denuncia sin embargo en el Ministerio Público, primero los enviaron a verificar en hospitales, Semefos y Centros de Justicia para ver si no se encontraba en algunos de esos lugares.
Recalcó que tras no localizarlo fue la noche del sábado que iniciaron su denuncia por la desaparición.
«Llegó el domingo el día que celebraríamos con la familiares su cumpleaños e inclusive mi hijo hasta había invitado a un de sus amigas al festejo sin embargo fue un día de dolor al no tener noticias de él», comentaron Norma y Ricardo.
Comenzó el viacrucis porque aunque las autoridades lo apoyaron en la búsqueda y realizaron las investigaciones correspondientes no lograron dar con el paradero del menor que como señas particulares tiene una cicatriz en el pómulo derecho y una cicatriz quirúrgica en el abdomen por apéndice.
Mientras ellos no pararon la búsqueda y recorrieron calles de Ecatepec y de la Ciudad de México en busca del menor de edad sin tener éxito.
Por lo que, fue el año pasado que la Fiscalía emitió el boletín de recompensa de hasta 300 mil pesos por su localización, sin embargo no ha dado resultados porque hasta la fecha no hay noticias de su paradero.
«Nos ha dejado un vacío, mi hijo amaba estas fechas navideñas, le encantaban los festejos, el del 15 de septiembre y en Halloween le encantaba disfrazarse ahora ya son 4 años que estas fechas no son iguales, era un excelente estudiante, un buen hijo, sin maldad», señalaron al mostrar la fotografía de José.
Desconsolados piden a las autoridades que sigan la búsqueda de su hijo quien lleva cuatro años y diez meses desaparecido.
«Nosotros no queremos encontrar culpables, lo que queremos es encontrar a nuestro hijo, de una u otra forma ya saber de él, nuestro dolor es grande, no sabemos si el come o no come, si vive si no está con vida, si lo tienen por la fuerza, si lo tienen trabajando, ya queremos tenerlo con nosotros», señalaron Norma y Ricardo.