México es el segundo mercado energético más grande de América Latina, reconoció el informe de BloombergNEF, «con una capacidad instalada de energías renovables que representa el 15 por ciento de su total de 88GW», esperó que la participación en el sector crezca con la inversión en curso, pese a la cancelación de las subastas del país.
Sólo en un par de años México descendió 43 posiciones en el ranking, pero si se incluye en el ranking a las naciones desarrolladas México bajaría hasta el sitio 77 del listado internacional.
Ciudad de México, 10 de diciembre (SinEmbargo).- El Gobierno de México no está en contra de la generación de energías limpias, sino de la «corrupción, del saqueo y del influyentismo que prevaleció durante todo el periodo neoliberal en la industria eléctrica«, etapa en la que según el Presidente Andrés Manuel López Obrador se entregaron «concesiones, contratos ‘leoninos’, que afectan el interés nacional y al pueblo de México». Sin embargo, el país se ubica en el lugar 51 de 108 del ranking mundial e las naciones más atractivas para la transición energética, desarrollado por BloombergNEF.
El reporte Climatescope 2020 destacó que entre los mercados energéticos de 108 países emergentes y de de 29 naciones desarrolladas, México se coloca en el 51, después de que el año anterior se ubicara en el sitio 24 del listado y un año antes, en 2018, el puntaje obtenido lo colocó en el octavo puesto.
En solo dos años México descendió 43 posiciones en el ranking de BloombergNEF, pero si se incluye en el ranking a las naciones desarrolladas México bajaría hasta el sitio 77 del listado internacional.
Con la llegada del presidente López Obrador, destacó el informe, México dejó de ser «un destino líder para la inversión en energía limpia debido al gran aumento de oportunidades que generó la reforma energética». La administración federal se esfuerza por «fortalecer el control estatal a expensas del sector privado», lo que orilló a las principales inversiones a evaluar seriamente si el país sigue viendo la transición a las energías verdes como una actividad de desarrollo.
«El país es el segundo mercado energético más grande de América Latina, con una capacidad instalada de energías renovables que representa el 15 por ciento de su total de 88GW. Se espera que esta participación crezca con la inversión en curso, que continúa a pesar de la cancelación de las subastas del país», destacó el informe de BloombergNEF.
En julio de 2019 el ranking de países con mayor atracción para energías renovables (RACAI por sus siglas en inglés), de la firma consultora Ernst & Young (EY), mostró que México cayó seis posiciones en el listado debido a las cancelaciones de las subastas energéticas, así como a los cambios en la política nacional.
La lista dada a conocer por la firma anunció que México descendió desde el puesto 13 hasta el 19 debido a la política en materia energética del país con la administración del Presidente López Obrador. La cancelación de una subasta de energías renovables y la revisión de contratos de licitación para el desarrollo de infraestructura que produjera 7 Giga Wats (GW) de energía solar y eólica generaron incertidumbre para EY y su índice RACAI.
El 4 de diciembre de 2018, por instrucción de la Presidencia, se suspendió el fallo previsto para el 18 de diciembre a la cuarta subasta de energía eléctrica a largo plazo, en la que participa la española Iberdrola, informaron hoy fuentes oficiales. Ello derivado también “del cambio de administración en el Suministrador de Servicios Básicos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), la Secretaría de Energía y el Centro Nacional de Control de Energía”, apuntó el texto.
El Presidente mexicano, que se autodenomina izquierdista, también ha anunciado una posible reforma constitucional para contrarrestar la que en 2013 abrió el sector energético a la inversión privada. «México se reservó el derecho de modificar su Constitución en materia energética, esto no quiere decir que la pueda reformar en violación del tratado, entonces México tendría que ser muy cuidadoso en que los alcances no fueran a violar otras disposiciones», comentó a EFE Carlos Ramos, socio de Hogan Lovells.
Con la llegada del Presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, a la Casa Blanca el panorama de la inversión energética en México puede modificarse. El analista consultado por la agencia española advirtió que, si bien el vecino del norte de México no dictará la política energética del país, tampoco cree que México adquiera el compromiso de realizar rondas petroleras o abrir espacios a las renovables.
Sin embargo, observó la posibilidad de que aumente la presión para el cumplimiento de acuerdos comerciales y que se respeten las normas del juego respecto a las inversiones existentes. Expertos coinciden en que urge modernizar el enfoque energético de México.
«La soberanía del país es un tema trillado, lo que es muy importante es la soberanía y la seguridad energética. Es decir, cómo el país puede asegurarse de tener los recursos energéticos para poder subsistir» concluyó Ramos.
TRATADO RECARGADO
López Obrador ha defendido que el T-MEC, en vigor desde el 1 de julio, incluye el capítulo de “Reconocimiento de la propiedad directa, inalienable e imprescriptible del Estado mexicano sobre hidrocarburos”. «Hay materias que no forman parte del tratado porque tienen que ver con el dominio soberano de México, como es el caso del sector energético», afirmó apenas en noviembre el mandatario federal.
Sin embargo, Miguel Ángel Mateo, socio de la firma legal Hogan Lovells, advierte que esto no exime al Gobierno de México de respetar las inversiones de compañías energéticas norteamericanas. «No es del todo cierto, o sea, el T-MEC lo que hace es confirma la soberanía de México sobre los hidrocarburos, eso sí está en el tratado, pero lo que hace el tratado es mucho más amplio que simplemente dictar medidas de política energética», dijo a EFE.
Como medidas problemáticas, el abogado energético enuncia el acuerdo del Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) y la política de la Secretaría de Energía que busca frenar la generación privada de renovables para priorizar las plantas convencionales de la eléctrica pública CFE.
El experto indica que estas medidas han afectado las inversiones de forma retroactiva porque López Obrador ha denunciado que son “contratos leoninos”, lo que podría causar un conflicto en el T-MEC. «El tratado sí establece obligaciones al respecto de monopolios estatales, de contrataciones públicas de compromisos medioambientales, etcétera. Entonces no es tan simple como decir que el tratado no obliga en materia energética», sostiene.