Entrevista

Ante la situación sanitaria surgieron alternativas como los shows online y los autoconciertos, de los cuáles sólo se realizaron unos cuantos en México, no para sustituir el formato en vivo en el caso del streaming sino para reactivar la economía de la industria del entretenimiento, la cual se vio severamente afectada por la ola de consecuencias que arrastró el SARS-CoV-2.

Ciudad de México, 28 de diciembre (SinEmbargo).- Los primeros dos meses del 2020 llenaron de ilusiones a melómanos de hueso colorado y a quienes gustan de ir a conciertos. Agrupaciones internacionales como Rammstein, Tame Impala y Bauhaus, por mencionar algunas, tenían previsto pisar tierra Azteca a lo largo del año, sin embargo ninguno de ellos pudo llegar por la pandemia del coronavirus.

La rápida propagación de la COVID-19 provocó que conciertos de aniversario de agrupaciones locales se pospusieran una y otra vez hasta que finalmente se tomó la decisión de postergarlos hasta el próximo año si es que el panorama es seguro. Lo mismo sucedió con festivales que incluso ya estaban en puerta a días de que se iniciara el confinamiento como fue el caso de Tecate Pa’l Norte.

Ante la situación surgieron alternativas como los shows online y los autoconciertos, de los cuáles sólo se realizaron unos cuantos en México, no para sustituir el formato en vivo en el caso del streaming sino para reactivar la economía de la industria del entretenimiento, la cual se vio severamente afectada por la ola de consecuencias que arrastró el SARS-CoV-2. Pese a que estos nuevos formatos surgieron como salvavidas aún queda la duda de si realmente lograron poner a flote el gremio musical que no sólo está conformado por los artistas.

Moderatto ofreció el primer autoconcierto en el Foro Pegaso. Foto: Cuartoscuro

En entrevista para SinEmbargo Joaquín Pavia «Wakks», fundador de la agencia de management Los Manejadores, Festival Catrina y la plataforma de Streamtime; Norma Gasca, fundadora de Rock Show Entertainment y REMM; y Connie Fuentes, tour manager y responsable de logística de festivales como Marvin y Bahidora; platicaron sobre las afectaciones que dejó la pandemia, los nuevos formatos de entretenimiento y el sombrío panorama de los conciertos en 2021.

«Me afectó de muchos niveles en realidad porque no sólo hago el Catrina aparte soy manager de muchos artistas y pues obviamente sí nos movió absolutamente todo. El Catrina no nos afectó tanto como a otros festivales porque se realiza en diciembre, entonces nosotros ya teníamos adelantado el lineup y ya teníamos prácticamente cerrado todo pero nos dio tiempo de reaccionar porque no teníamos anunciado nada ni venta de boletos afuera», compartió «Wakks» sobre cómo la COVID-19 afectó al festival de Puebla.

«También afecta a la industria musical en general porque detiene el trabajo de muchas personas que dependen del festival. Hay una derrama económica gigante no sólo para la industria musical sino también para la ciudad de Puebla, entonces también afecta muchos más niveles de los que nos imaginamos», agregó.

Flaming Lips en Festival Catrina 2019. Foto: Festival Catrina, Facebook oficial

Mientras que «Wakks» tuvo oportunidad de frenar los planes de la quinta edición de Festival Catrina, Norma Gasca no corrió con la misma suerte ya que tuvo que posponer y después cancelar cerca de 29 shows que tenían agendados para los meses de marzo y abril.

«Hemos perdido en nuestro caso, nuestro capital de inversión y nuestra liquidez envolvente que nos permitía hacer la gestión de shows. ¿Qué implicó? En principio la reprogramación, la devolución de boletos, la pérdida de algunos servicios como la publicidad que tiene una temporalidad», compartió la fundadora de Rock Show Entertainment. «Se perdieron cantidades enormes lo que llevó a la quiebra a la industria del entretenimiento porque no se va a tener la oportunidad de reinversión, ya hemos visto en Ocesa la cantidad de despidos masivos de personal que sólo laboraba en el día a día en el área administrativa y en el área de campo. Actualmente estamos trabajando al máximo de nuestra capacidad con los mínimos recursos», recalcó.

Al igual que Gasca, Connie Fuentes apuntó que la mayor afectación que dejó la cancelación de shows fue para la gente que trabajaba montando escenarios y haciendo la talacha correspondiente a los conciertos. Asimismo, destacó que los promotores también están sufriendo una de las peores crisis ante la pandemia.

«Toda esta gente se quedó en la nada porque no tienen ningún tipo de legislación en nada, son trabajos informales. También el que no haya habido una cultura de ahorro o conciencia por parte de la gente que trabajamos en la industria de la música pues hizo que a todos nos agarrara en la nada».

«Luego también está toda la parte de los promotores, los que puedan sobrevivir estaría muy chido y van a recibir un montón de chamba cuando pase esto, pero los que no lo lograron están perdiendo demasiada plata y luego también están las riñas de los artistas quienes necesitan mejores garantías para ofrecer conciertos», explicó.

La iniciativa de Reactivación del Entretenimiento y la Música en México (REMM) fue pionera en ofrecer conciertos online con costo para sacar a flote el gremio de la música, a su vez fueron surgiendo otras plataformas como Streamtime, Sala Estelar y Ticketmaster Live, el servicio de streaming de Ocesa en el que ofrece experiencias «Irrepetibles», por mencionar algunas.

Ante la originalidad del concepto, poco a poco se fue perdiendo el interés hacia este tipo de servicios porque evidentemente son diferentes a los conciertos «en vivo». Asimismo fueron surgiendo los obstáculos como la lucha contra la piratería pues había quienes graban el evento y lo subían gratuitamente.

Francisca Valenzuela durante su concierto «Irrepetible». Foto: Especial

Este concepto sirvió de ayuda para artistas posicionados y grandes agrupaciones sin embargo dejaron de ser una opción viable para los pequeños proyectos independientes. A nivel internacional, Gorillaz, Dua Lipa y hasta Alejandro Sanz lograron tener gran éxito con este formato.

«Nosotros justamente con la gente del Catrina y junto con mi socio Melo Montoya montamos una plataforma que se llama Streamtime. La verdad sí ha costado mucho trabajo sobre todo el hecho de hacer que la gente le dé valor al contenido. Creo que están muy mal acostumbrados a tener todo gratis o si no gratis, a pagar una suscripción y tener una cantidad de contenido tremendo», indicó Joaquín Pavia.

«Hay mucha piratería, te bajan el concierto y lo suben gratis. Hay muchas cosas con las cuales luchar, obviamente estamos luchando y al pie del cañón pero sí ha costado mucho trabajo».

Por otra parte, Norma Gasca recalcó que fue un experimento que no dio resultados positivos a pesar de que el público, los artistas y todos los que rodean la industria tenían la necesidad de volver a experimentar las vibraciones sonoras que dejan los primeros acordes de un show.

«Creímos que podríamos reactivar nuestra industria y hoy puedo responder que no pudimos. Nosotros en REMM hicimos más o menos 25 ejercicios de entregas en vivo que fueron en su momento nuestro motor y nuestra bandera de lucha de emprender», compartió Gasca. «Esto ha sido una gran lección y aún en los proyectos más exitosos la conclusión es que económicamente no nos resolvió nada», lamentó.

Pese a que el 2020 se quedó sin grandes festivales de música, varios de los organizadores de estos trabajaron en ofrecer ediciones online para disfrutar desde el confinamiento. Desde la perspectiva de Connie, quien labora con Festival Marvin, este salvavidas virtual no fue de mucha ayuda.

«Es una realidad que no es ni cerquita parecida la experiencia de la música en vivo a la del streaming, entonces la gente no tiene el poder adquisitivo para poder ver un concierto o un festival con una buena tele o un buen sonido para sentir un poco más eso y lo termina viendo en su celular. La capacidad de atención es mínima, entonces es una solución temporal más no es la solución», reconoció Fuentes.

Enjambre también se sumó al concepto «Irrepetible» de Ocesa. Foto: Especial

A pesar de que en México ya inició la primera fase de vacunación, las inyecciones para combatir la COVID-19 tardarán varios meses en aplicarse a toda la población, siendo el sector menor a 40 años los últimos en adquirir esta dosis de inmunización, un plan que podría alargarse hasta el 2022.

Por tanto, sin afán de querer ser pesimistas, la industria de los espectáculos seguirá en standby y con esto llegarán más pérdidas o en su defecto soluciones con espera de obtener resultados positivos al tratar de adaptarse a una nueva realidad.

«Más allá de la vacuna yo siento que falta mucha reconstrucción, me parece que hay muchas cosas que no se están tomando en cuenta desde el hecho de ver cuántos foros están abiertos, creo que son cosas que la misma industria no está tomando en cuenta. Vamos a enfrentarnos a una realidad que no sé que tan preparados estemos a nivel industria musical y nos va a tocar reconstruir todo», explicó el fundador de Festival Catrina.

«Yo creo que el 2021 no va a estar tan fácil, no me parece que vaya a ser imposible, creo que hay muchas alternativas y el punto es encontrar la manera de darle la vuelta. Sinceramente dudo que haya eventos masivos como tal, creo que los festivales van a tener que reinventarse al menos en el 2021 y me parece que los conciertos de un solo artista igual van a tener que reinventarse, vamos a tener que encontrar nuevas alternativas y creo que va ser una cosa paulatina», apuntó.

La directora de Rock Show Entertainment coincidió con «Wakks» pues señaló que «el futuro se ve ciertamente poco alentador», además de expresó que durante el proceso la «industria debe nutrirse de su escena local para empezar a caminar en este reto que nos ha puesto las circunstancias».

«Las giras hoy las veo todavía lejos, la visita de artistas extranjeros también se ve lejos por la poca autogestión porque los gastos fijos van a seguir siendo los mismos y tal vez no podamos financiarlos», expuso.

Finalmente Connie Fuentes tiene la esperanza de que todo se va a ir normalizando paulatinamente y hasta ve prudente el experimentar con conciertos con sana distancia como se han realizado en Reino Unido o España, esto claro cuando las circunstancias sean prudentes.

«Siento que van a seguir habiendo conciertos en línea y de a poco se irá normalizando todo y también será más permisivo en cuanto a poder operar en conciertos con sana distancia. Esto también un proceso de educación para el público ya que debe respetar la reglas que hay ahorita para poder hacerlo sino el gobierno te va cancelar siempre».

En espera de que llegue el día en que se pueda regresar a los conciertos se debe tener en cuenta que tal vez esto tarde más de lo que se imagina, que el formato puede cambiar una y otra vez hasta que la situación sanitaria sea totalmente segura y que las agrupaciones internacionales probablemente tardarán más en visitar México.

Eréndira Quintero

La música es mi fuerte. Me la vivo en conciertos y festivales. Escribo sobre entretenimiento y me describo como una auténtica seriéfila. Soy fan del UCM y de las comedias románticas.

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