Al dejar permanente la ciclovía en Insurgentes, en la Ciudad de México, se abrirá el detonante para que las vías en las alcaldías y municipios de las periferias repliquen el modelo, ya que la cantidad de personas que se mueven de afuera hacia la burbuja son mayoría, aseguró la Coalición Cero Emisiones.
Ciudad de México, 17 de noviembre (SinEmbargo).– Cada forma de trasladarnos tiene efectos para nuestra salud y la del mundo. Activistas de la Coalición Cero Emisiones (CCE) y aliados de Iniciativa Climática México y del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP) etiquetaron carriles de la Avenida Insurgentes Sur en la Ciudad de México para demandar ciclovías permanentes a nivel nacional.
Con los mensajes «Alto en CO2 (Dióxido de carbono)», para el carril de autos; «Bajas emisiones», para el del Metrobús y «Alto en salud», para el de ciclovía, recalcaron su demanda de que las ciclovías se vuelvan permanentes, ya que el Gobierno de Claudia Sheinbaum Pardo las colocó solo de manera emergente como una medida para evitar las aglomeraciones de las personas en el transporte público ante la pandemia por la COVID-19.
«Haciendo alusión al nuevo etiquetado que informa a los consumidores sobre los impactos a la salud de cada producto ultraprocesado ayudándoles a tomar decisiones más informadas, lo que se busca es argumentar por qué este tipo de alternativas de movilidad en la ciudad deben permanecer», dijo Sandra Laso, líder del proyecto de Aguas con el clima de Greenpeace México.
De junio a agosto, la ciclovía de Insurgentes en la capital del país registró un incremento de uso de hasta el 42 por ciento, al pasar de 17 mil 838 a 25 mil 397 conteos acumulados en un día, de los cuales el 16 por ciento de los viajes es realizado por mujeres, dice el informe «Ciclovía Insurgentes. Un análisis social para su permanencia» de la Coalición Cero Emisiones.
La activista Areli Carreón, de Bicitekas, recordó que hace varios años se decía que era imposible tener un transporte de pasajeros como el Metrobús, pero ahora es una realidad y ha contribuido a la reducción de emisiones sustancialmente.
«Es tiempo de dar paso también a carriles exclusivos para ciclistas, patinetas y modos no motorizados para que todas y todos compartamos la calle de manera segura. La pandemia actual nos obligó a replantear las formas de movilidad en nuestras ciudades y por eso pedimos que lo bueno sea para siempre», aseguró.
CICLOVÍA: ALTA EN SALUD
Además de contribuir a la menor emisión de contaminantes causantes del calentamiento global, el impulso a las ciclovías abona a la salud. Siete de cada 10 mexicanos padecen obesidad y sobrepeso, ambos factores de riesgo que incrementan la mortalidad por la COVID-19 entre la población menor a 60 años. Pero el uso de bicicleta puede ayudar a reducir los problemas de sobrepeso. Además, la contaminación del aire –generada por autos– provoca más de 48 mil muertes prematuras al año , y constituye el noveno factor de enfermedades y muertes a nivel nacional.
«Al dejar permanente la ciclovía en Insurgentes abriremos el detonante para que las vías en las alcaldías de las periferias repliquen el modelo, ya que la cantidad de personas que se mueven de afuera hacia la burbuja son mayoría», expresó la voz del FOTCA, Giberth García Campoy.
La permanencia de la ciclovía tiene el potencial de reducir la emisión de contaminantes dañinos para la salud, y de gases de efecto invernadero. El 17 por ciento de las personas usuarias de la ciclovía usaban el automóvil como principal modo de transporte antes de la pandemia. De estas, un tercio declaró usar ahora la bicicleta como principal modo de transporte, expone el análisis definido.
Este cambio modal permite evitar la emisión de aproximadamente 2.23 toneladas de CO2 cada día, lo que representa 582.19 toneladas de CO2 al año, por cada kilómetro recorrido, un cálculo elaborado por la Coalición Cero Emisiones, El Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire e ITDP México.
LLAMADO A SEGURIDAD
Por su parte, diversos colectivos y alianzas de usuarios de bicicleta de América Latina llamaron a los gobiernos a tomar acciones contundentes para mejorar la seguridad vial en todos los países del continente.
En la Región de las Américas casi la mitad de todas las muertes causadas por el tránsito corresponde a los usuarios más vulnerables de las vías de tránsito: motociclistas (23 por ciento), peatones (22 por ciento) y ciclistas (3 por ciento), de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
«Es inaceptable que muy pocos países de nuestro continente cuenten con leyes, políticas públicas e inversiones eficaces para salvar la vida de las personas durante el tránsito. Unimos nuestras voces para decir: ¡Ya basta!», aseguraron en un comunicado conjunto.
Contra la violencia vial, exigieron, los gobiernos deben controlar la velocidad de los automotores, diseñar y construir con criterios de integridad, equidad y justicia la infraestructura vial, que garantice el acceso a la ciudad y el derecho a la movilidad de todas las personas.
Entre los firmantes figuran la Alianza por la Movilidad Activa, Bicimáquinas Guadalajara, Bicired Colombia, Bicitekas, Cicloaxión Lima, Chihuahua en bici, Cholula en Bici, Colectivo Ciclista ChulaBike, Colectivo Muévete Santiago de Chile, Unión de Ciclistas de Brasil, entre diversas otras.