La resolución que autoriza la cumbre se aprobó por 150 votos a favor, ninguno en contra y la abstención de Estados Unidos, Armenia e Israel.
Estados Unidos, 5 de noviembre (AP).- La Asamblea General de las Naciones Unidas votó el jueves convocar a una cumbre sobre la pandemia de COVID-19 para el 3-4 diciembre a fin de responder a la transmisión del coronavirus alrededor del mundo y sus consecuencias “sin precedentes” para las sociedades, economías, empleos, comercio global y viajes.
La resolución que autoriza la cumbre se aprobó por 150 votos a favor, ninguno en contra y la abstención de Estados Unidos, Armenia e Israel.
En la reunión se escucharán mensajes grabados de los Jefes de Estado o Gobierno del mundo y una presentación y discusión dirigida por el Director General de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El presidente de la Asamblea, Volkan Bozkir, dijo que la sesión especial de alto nivel era un “momento histórico y una prueba para el multilateralismo” que “será definido por nuestra acción colectiva frente a uno de los problemas más críticos de nuestro tiempo”.
Anteriormente, el secretario general de Naciones Unidas encontró “muy frustrante” que los líderes de las 20 naciones más industrializadas del mundo no se unieran en marzo y establecieran una respuesta coordinada para erradicar el coronavirus en todos los países como él propuso.
En su lugar, cada una adoptó su propia estrategia mientras las infecciones se propagaban “en todos los sentidos, a todas partes”, aseguró António Guterres. El resultado es que cada país está adoptando sus propias y a veces “contradictorias” medidas y el coronavirus se mueve “de este a oeste, de norte a sur”, con segundas olas de COVID-19 en muchos países.
Antes de la cumbre del Grupo de los 20 en noviembre, Guterres dijo en una entrevista con The Associated Press que espera que la comunidad internacional entienda ahora “que necesitan estar mucho más coordinados en la lucha contra el virus”.
Guterres recordó la cumbre del G20 de marzo donde instó a la adopción de un plan “para tiempos de guerra” con un paquete de estímulos “de billones de dólares” para empresas, trabajadores y hogares en los países en desarrollo que tratan de abordar la pandemia, y un “grupo de trabajo para tener un esfuerzo combinado para derrotar al virus”.
En la cumbre virtual del 21 y 22 de noviembre, Naciones Unidas “defenderá con firmeza” la necesidad de una mejor coordinación y buscará una “garantía” de que cualquier vacuna contra el coronavirus se trata “como un bien público global” y se hará “accesible y asequible para todo el mundo, apuntó.
La iniciativa internacional para distribuir vacunas contra el virus en todos los países del mundo, conocida como COVAX, cuenta con 156 naciones “pero no tiene financiación suficiente”, afirmó.
El jefe de la ONU dijo que todos los países deben unirse para entender la necesitad “de adoptar una vacuna con una estrategia común” y “abogar por una solidaridad mucho mayor con los países en desarrollo”.
Atajar la COVID-19 debe ser el principal asunto de la agenda global y de la cumbre del G20 este año, añadió.