Medios polacos reportaron que algunas clases universitarias se cancelaron, mientras los alcaldes de Varsovia y Cracovia respaldaron el llamado a que las trabajadoras se ausentasen de sus puestos.

Varsovia, Polonia, 28 de octubre (AP).— Las polacas prometieron no presentarse a trabajar este miércoles como parte de una huelga nacional en protesta contra el fallo de un alto tribunal que prohíbe el aborto en el caso de que el feto sufra daños congénitos.

El paro se celebra en medio de un enfrentamiento cada vez más profundo entre las enojadas masas, que llevan días tomando las calles por el fallo, y el Gobierno polaco, de corte profundamente conservador, que ha prometido no dar marcha atrás.

El fallo de la Corte Constitucional el pasado jueves provocó multitudinarias protestas diarias en toda la nación centroeuropea de 38 millones de habitantes, que ponen de manifiesto las profundas divisiones en un país que durante mucho tiempo fue un bastión del catolicismo conservador y ahora vive una rápida transformación social.

La indignación por el fallo, que negaría el aborto legal incluso en los casos en los que el niño vaya a morir al nacer, se centra en la iglesia católica y en Jaroslaw Kaczynski, el líder del partido gobernante y el político más poderoso del país.

En actos impensables antes, las mujeres entraron a iglesias el domingo para interrumpir misas, enfrentaron a los curas con obscenidades y pintaron los templos con espray.

El martes en la noche, Kaczynski acusó a las manifestantes de querer “destruir Polonia” y pidió a los seguidores de su partido que defiendan las iglesias “a cualquier precio”.

El dirigente habló directamente a la cámara sobre un fondo con banderas polacas en un anuncio que algunos críticos compararon con la declaración de ley marcial realizada en 1981 por el líder comunista Wojciech Jaruzelski.

Algunos vieron sus palabras como una incitación a la violencia, dado que el político, de 71 años, funge como viceprimer Ministro encargado de la policía y los servicios de seguridad.

Bartosz Weglarczyk, editor del cibersitio de noticias Onet, alegó que Kaczynski estaba autorizando de facto a los hooligans y a los extremistas de ultraderecha a “golpear a la gente en la calle”.

“Estas palabras son impactantes. Estas palabras pueden presagiar cualquier cosa, incluyendo la introducción de un estado de emergencia, censura, detenciones y dios sabe qué más», escribió Weglarczyk.

Huelga de Mujeres, que organizó las movilizaciones de la últtima semana, convocó el paro bajo el lema “No vamos a trabajar”.

Medios polacos reportaron que algunas clases universitarias se cancelaron, mientras los alcaldes de Varsovia y Cracovia respaldaron el llamado a que las trabajadoras se ausentasen de sus puestos.