El huevo, debería ser considerado un ícono de maltrato animal y rezago de México. Foto: Igualdad Animal

¿Te imaginas vivir encerrado en un espacio del tamaño de una hoja de papel carta?, la simple idea seguramente te resulta imposible, pero, para las gallinas utilizadas en la industria del huevo, esto es toda una realidad.

Las investigaciones realizadas por Igualdad Animal México sobre la industria del huevo en nuestro país, – de las cuales he sido parte activa adentrándome junto con los investigadores de la organización en granjas productoras de huevo -, me han permitido conocer la verdadera cara del huevo, y dista mucho de ser lo que te han dicho.

El huevo, debería ser considerado un ícono de maltrato animal y rezago de México, y ahora sabrás porqué. Confinadas en jaulas de por vida, más de 200 millones de gallinas en México viven en espacios tan pequeños y tan apretadas que no pueden realizar sus comportamientos más básicos y naturales como caminar, anidar y ni siquiera estirar sus alas, se pisan y lastiman entre ellas.

Las más crueles formas de maltrato que te puedas imaginar, se encuentran en esta industria normalizadas y disfrazadas de cientos de “beneficios” de su producto estrella: el huevo.

Sin embargo, la operación de esta industria con sus jaulas, con la muda forzada y el corte de pico de las gallinas, compromete seriamente el bienestar de estos animales y de los consumidores.

A pesar de esta devastadora realidad, y de que no hay nada que festejar, hace unas semanas se celebró en varias partes del mundo y como cada año, el “Día Mundial del Huevo”, y en México, el país con mayor consumo de huevo per cápita a nivel global y el cuarto mayor productor a escala internacional, no fue la excepción.

Y es por esta misma razón que la necesidad de transformar el sistema de producción de huevos en nuestro país resulta necesaria e impostergable, el confinamiento, la insalubridad y el uso preventivo de antibióticos como parte de su producción intensiva es un riesgo latente para la salud y seguridad alimentaria de los consumidores y es contraria a todos los esquemas “libre de jaula” que varios países ya han adoptado.

El avance a un sistema de producción libre de jaula se ha debido al esfuerzo colectivo de personas que cada día están mucho más preocupadas e interesadas en conocer lo que consumen, su impacto y consecuencias instando a las empresas y gobiernos a rechazar este sistema de confinamiento.
Algunos ejemplos recientes de cómo avanza el tema en otras partes del mundo muestra que en la República Checa no habrá ni una sola gallina enjaulada a partir de 2027, en Eslovaquia en 2030 y Alemania en 2025. Las jaulas en producción de huevos ya están totalmente prohibidas en Suiza, Luxemburgo y Austria. Grecia también se encaminan hacia la prohibición de este sistema.

En Asia, Tailandia recientemente anunció una regulación para establecer estándares de la producción libre de jaula. Por su parte, en Estados Unidos, 7 de sus estados, incluyendo Washington y California, tienen una legislación en contra de los sistemas de jaula. En Latinoamérica países como Colombia y Chile avanzan hacia la regulación de un etiquetado para que los consumidores conozcan el tipo de producción del huevo.

Desde Igualdad Animal México, por medio de su departamento de Vinculación Corporativa, hemos acompañado a más de 100 empresas en el proceso de adoptar una política de responsabilidad social de huevo de gallina libre de jaula.

Hasta ahora en México, más de 90 empresas, incluidas Grupo Ferrero, Bimbo, Nestlé, Unilever, Hoteles Karisma, Alsea, CMR, entre otras, se han comprometido a eliminar de sus líneas de suministro el huevo proveniente de gallinas enjauladas en 2025.

Estos compromisos, sumados con los esfuerzos individuales o colectivos como sociedad, podrán hacer que las gallinas dejen de pasar la vida en una jaula.

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