Los videos de hace unas semanas en los cuales, por un lado, se exhibió a un enlace del PAN recibiendo millones de pesos por parte de, al parecer, un ex funcionario de PEMEX y; por el otro, se observa a Pío López Obrador tomando bolsas con millones por parte de David León, ex titular de Protección Civil, tienen algo en común de manera rotunda: su origen o destino son las campañas electorales. Aunque en ambos casos quedan muchas cuestiones por explicar y deslindar, es evidente que el dinero usado por el aparato Peñanietista desde la campaña del 2012 proviene, entre otros, de sobornos de Odebretch y fue pagado con negocios facilitados por Lozoya Austin. El caso del hermano del Presidente es más transparente, ya que en los videos se menciona explícitamente que el efectivo será utilizado para las labores políticas y proselitistas de MORENA en Chiapas.

Aquí no me detendré a evaluar si ese dinero, que circuló fuera del radar del SAT y presuntamente de la fiscalización del INE, es un acto de corrupción o no, aunque en ambos casos pareciera ser completamente ilegal, sobre todo en el de PEMEX-PAN. En lo que me quiero centrar es que en ambos casos se confiesa que esos millones fueron utilizados para las elecciones. Ya sea para la aparente operación básica que supone una campaña permanente como la que hizo MORENA desde su creación (y evidentemente desde 2006 para el caso del actual Presidente) o para echar a andar una maquinaria costosísima como la del PRI en la elección de Peña Nieta, la cual no sólo requería esas sumas para su operación básica, sino para comprar todo lo que se pudiera para asegurar el triunfo electoral.

No obstante, a pasar de este elemento tan evidente, las fuerzas políticas se centraron en justificar lo que se ve en los videos, deslindarse y decir que el otro material muestra peores cosas. Nadie se refirió al tema de fondo, que el combustible del sistema electoral mexicano es el dinero y no se ha podido corregir. Las campañas son muy caras y todos los partidos buscan y/o aceptan dinero privado. Si no consiguen fondos, simplemente no son competitivos, es muy difícil poder ganar una elección. Esta coyuntura tiene las condiciones para realizar una verdadera reforma abalada por las fuerzas políticas para quitar el poder del dinero en las elecciones. Un sistema legal e institucional que velara por ello es más que difícil, pero se podría partir del principio básico de que los partidos no manejen dinero y todos los gastos razonables y lícitos que requieran para sus fines políticos se realicen a través de una instancia como el INE. Algo parecido a lo que articuló el Gobierno Federal con las compras centralizadas para tratar de combatir la corrupción. En ese sentido, los partidos vigilarían celosamente al INE y para dicha institución sería más fácil detectar si hay gastos no realizados y autorizados por ellos para proceder legalmente contra los mismos, con castigos costosísimos como reducción de votos por determinados montos utilizados.

¿Alguien en los partidos y gobierno está pensando en ello? Parece que no, la agenda de unos es hacer consultas para enjuiciar a los expresidentes; la de otros disputarse la presidencia en la Cámara de Diputados; el fuero, el COVID-19, el grito de Independencia, los nuevos partidos autorizados o no por el INE, los gobernadores que abandonaron la CONAGO, etc. De tal forma, parece que la oportunidad para quitar el enorme poder del dinero en los comicios se está esfumando, sino es que ya lo hizo ¿Falta de visión estratégica sobre la coyuntura de los videos o prevalencia de los intereses que ese dinero genera en el sistema político? Juzgue usted mismo.

Erik Del Ángel Landeros

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Licenciado en Relaciones Internacionales por la UNAM, maestro en Historia Moderna y Contemporánea por el Instituto Mora y candidato a doctor en Historia por la UNAM. Cuenta con estudios en la Universidad de Texas y con el Diplomado Líderes Progresistas por la Fundación Friedrich Ebert. Se ha desempeñado en el sector público y académico. Actualmente es profesor en la carrera de Relaciones Internacionales y Coordinador Ejecutivo del Consejo Técnico de Diplomacia y Cooperación Deportiva de la SRE.

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