Barbas Poéticas

«La noche tiene la forma de un grito de lobo”. Una selección de poemas de Alejandra Pizarnik

05/09/2020 - 12:02 am

Los siguientes poemas se extraen del libro Poesía Completa (Debolsillo, 2018), edición que incluye versos inéditos rescatados de manuscritos de Alejandra Pizarnik, una de las autoras argentinas más emblemáticas y figura de culto para las letras hispanas. Nació el 29 de abril 1936, y falleció el 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, tras ingerir 50 pastillas de Seconal.

Ciudad de México, 5 de septiembre (BarbasPoéticas).- «El poema es espacio y hiere”.- Los poemas de Alejandra Pizarnik son una verdadera herida abierta, profundamente femeninos, tristes, delicados, melancólicos. Un oscuro preludio a su propio final. Un grito de soledad en medio de la noche.

Flora Alejandra Pizarnik nació en Avellaneda, Argentina, el 29 de abril 1936, y falleció el 25 de septiembre de 1972, a los 36 años, después de ingerir 50 pastillas de Seconal. Esta autora, cuya poesía se caracteriza por un hondo intimismo y sensualidad, es una de las escritoras argentinas más emblemáticas de la segunda mitad del siglo XX y una figura de culto para las letras hispanas.

En 1955 publicó su primer libro de poemas: La tierra más ajena. Cinco años después se trasladó a París, donde trabajó para la revista Cuadernos y publicó poemas y críticas en varios diarios franceses. También tradujo a Antonin Artaud, Henri Michaux, Aimé Cesairé, e Yves Bonnefoy, y estudió historia de la religión y literatura francesa en La Sorbona.

En esos años conoció a Octavio Paz, Julio Cortázar e Ivonne Bordelois. Volvió a Buenos Aires en 1964 y publicó otras siete obras con poemas, relatos surrealistas y hasta novelas cortas. En 1971, recibió la beca Fullbright. Otros títulos destacados son Árbol de Diana (1962) y Extracción de la piedra de locura (1968).

Barbas Poéticas presenta la siguiente selección de poemas extraídos del libro Poesía Completa, publicado bajo el sello Debolsillo, edición que además incluye poemas inéditos rescatados de manuscritos de la autora.

REMINISCENCIAS

y el tiempo estranguló mi estrella
cuatro números giran insidiosos
ennegreciendo las confituras
y el tiempo estranguló mi estrella
caminaba trillada sobre pozo oscuro
los brillos lloraban a mis verdores
y yo miraba y yo miraba
y el tiempo estranguló mi estrella
recordar tres rugidos de
tiernas montañas y radios oscuras
dos copas amarillas
dos gargantas raspadas
dos besos comunicantes de la visión de
una existencia a otra existencia
dos promesas gimientes de
tremendas locuacidades ajenas
dos promesas de no ser de sí ser de no ser
dos sueños jugando la ronda del sino en
derredor de un cosmos de
champagne amarillo blanquecino
dos miradas cerciorando la avidez de una
estrella chiquita
y el tiempo estranguló mi estrella
cuatro números ríen en volteretas desabridas
muere uno
nace uno
y el tiempo estranguló mi estrella
sones de nenúfares ardientes
desconectan mis futuras sombras
un vaho desconcertante rellena
mi soleado rincón

la sombra del sol tritura la
la esfinge de mi estrella
las promesas se coagulan
frente al signo de estrellas estranguladas
y el tiempo estranguló mi estrella
pero su esencia existirá
en mi intemporal interior
brilla esencia de mi estrella!

LA DE LOS OJOS ABIERTOS

la vida juega en la plaza
con el ser que nunca fui
y aquí estoy
baila pensamiento
en la cuerda de mi sonrisa
y todos dicen esto pasó y es
va pasando
va pasando
mi corazón
abre la ventana
vida
aquí estoy
mi vida
mi sola y aterida sangre
percute en el mundo
pero quiero saberme viva
pero no quiero hablar
de la muerte
ni de sus extrañas manos.

LA ENAMORADA

esta lúgubre manía de vivir
esta recóndita humorada de vivir
te arrastra alejandra no lo niegues.
hoy te miraste en el espejo
y te fue triste estabas sola
la luz rugía el aire cantaba
pero tu amado no volvió
enviarás mensajes sonreirás
tremolarás tus manos así volverá
tu amado tan amado
oyes la demente sirena que lo robó
el barco con barbas de espuma
donde murieron las risas
recuerdas el último abrazo
oh nada de angustias
ríe en el pañuelo llora a carcajadas
pero cierra las puertas de tu rostro
para que no digan luego
que aquella mujer enamorada fuiste tú
te remuerden los días
te culpan las noches
te duele la vida tanto tanto
desesperada ¿adónde vas?
desesperada ¡nada más!

NOCHE

Quoi, toujours? Entre
moi sans cesse et
le bonheur!
G. De Nerval

Tal vez esta noche no es noche,
debe ser un sol horrendo, o
lo otro, o cualquier cosa…
¡Qué sé yo! ¡Faltan palabras,
falta candor, falta poesía
cuando la sangre llora y llora!
¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Si sólo me fuera dado palpar
las sombras, oír pasos,
decir «buenas noches» a cualquiera
que pasease su perro,
miraría la luna, dijera su
extraña lactescencia, tropezaría
con piedras al azar, como se hace.
Pero hay algo que rompe la piel,
una ciega furia
que corre por mis venas.
¡Quiero salir! Cancerbero del alma:
¡Deja, déjame traspasar tu sonrisa!
¡Pudiera ser tan feliz esta noche!
Aún quedan ensueños rezagados.
¡Y tantos libros! ¡Y tantas luces!
¡Y mis pocos años! ¿Por qué no?
La muerte está lejana. No me mira.
¡Tanta vida Señor!
¿Para qué tanta vida?

SIEMPRE

Cansada del estruendo mágico de las vocales
Cansada de inquirir con los ojos elevados
Cansada de la espera del yo de paso
Cansada de aquel amor que no sucedió
Cansada de mis pies que sólo saben caminar
Cansada de la insidiosa fuga de preguntas
Cansada de dormir y de no poder mirarme
Cansada de abrir la boca y beber el viento
Cansada de sostener las mismas vísceras
Cansada del mar indiferente a mis angustias
¡Cansada de Dios! ¡Cansada de Dios!
Cansada por fin de las muertes de turno
a la espera de la hermana mayor
la otra la gran muerte
dulce morada para tanto cansancio.

FIESTA EN EL VACÍO

Como el viento sin alas encerrado en mis ojos
es la llamada de la muerte.
Sólo un ángel me enlazará al sol.
Dónde el ángel,
dónde su palabra.
Oh perforar con vino la suave necesidad de ser.

HIJA DEL VIENTO

Han venido.
Invaden la sangre.
Huelen a plumas,
a carencia,
a llanto.
Pero tú alimentas al miedo
y a la soledad
como a dos animales pequeños
perdidos en el desierto.
Han venido
a incendiar la edad del sueño.
Un adiós es tu vida.
Pero tú te abrazas
como la serpiente loca de movimiento
que sólo se halla a sí misma
porque no hay nadie.
Tú lloras debajo de tu llanto,
tú abres el cofre de tus deseos
y eres más rica que la noche.
Pero hace tanta soledad
que las palabras se suicidan.

LA CAÍDA

Música jamás oída,
Amada en antiguas fiestas.
¿Ya nunca volveré a abrazar
al que vendrá después del final?
Pero esta inocente necesidad de viajar
entre plegarias y aullidos.
Yo no sé. No sé sino el rostro
de cien ojos de piedra
que llora junto al silencio
y que me espera.
Jardín recorrido en lágrimas,
habitantes que besé
cuando mi muerte aún no había nacido.
En el viento sagrado
tejían mi destino.

AZUL

mis manos crecían con música
detrás de las flores
pero ahora
por qué te busco, noche,
por qué duermo con tus muertos

LA CARENCIA

Yo no sé de pájaros,
no conozco la historia del fuego.
Pero creo que mi soledad debería tener alas.

EL AUSENTE

I
La sangre quiere sentarse.
Le han robado su razón de amor.
Ausencia desnuda.
Me deliro, me desplumo.
¿Qué diría el mundo si dios
lo hubiera abandonado así?

II
Sin ti
el sol cae como un muerto abandonado.
Sin ti
me torno en mis brazos
y me llevo la vida
a mendigar fervor.

DESDE ESTA ORILLA

Soy pura
porque la noche que me encerraba
en su negror mortal
ha huido.
W. BLAKE

Aún cuando el amado
brille en mi sangre
como una estrella colérica,
me levanto de mi cadáver
y cuidando de no hollar mi sonrisa muerta
voy al encuentro del sol.
Desde esta orilla de nostalgia
todo es ángel.
La música es amiga del viento
amigo de las flores
amigas de la lluvia
amiga de la muerte.
1
He dado el salto de mí al alba. He dejado mi cuerpo junto a la luz y he cantado la tristeza de lo que nace
19
cuando vea los ojos que tengo en los míos tatuados
23
una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos
33
alguna vez
alguna vez tal vez
me iré sin quedarme
me iré como quien se va
A Ester Singer
35
Vida, mi vida, déjate caer, déjate doler, mi vida, déjate enlazar de
fuego, de silencio ingenuo, de piedras verdes en la casa de la
noche, déjate caer y doler, mi vida.

***
los náufragos detrás de la sombra
abrazaron a la que se suicidó
con el silencio de su sangre
lo noche bebió vino
y bailó desnuda entre los huesos de la niebla

I
Tú eliges el lugar de la herida
en donde hablamos nuestro silencio.
Tú haces de mi vida
esta ceremonia demasiado pura.

EN TU ANIVERSARIO

Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido.
Recibe lo que hay en mí que eres tú.

AMANTES

una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío

EL OLVIDO

en la otra orilla de la noche
el amor es posible
-llévame –
llévame entre las dulces sustancias
que mueren cada día en tu memoria

VERDE PARAÍSO

extraña que fui
cuando vecina de lejanas luces
atesoraba palabras muy puras
para crear nuevos silencios

SOMBRA DE LOS DÍAS A VENIR

A Ivonne A. Bordelois

Mañana
me vestirán con cenizas al alba
me llenarán la boca de flores.
Aprenderé a dormir
en la memoria de un muro,
en la respiración
de un animal que sueña.

LINTERNA SORDA

Los ausentes soplan y la noche es densa.
La noche tiene el color de los párpados del muerto.
Toda la noche hago la noche.
Toda la noche escribo.
Palabra por palabra yo escribo la noche.

ESTAR

Vigilas desde este cuarto
donde la sombra temible es la tuya.
No hay silencio aquí
sino frases que evitas oír.
Signos en los muros
narran la bella lejanía.
(Haz que no muera
sin volver a verte)

ADIOSES DEL VERANO

Suave rumor de la maleza creciendo. Sonidos de lo que destruye el
viento. Llegan a mí como si yo fuera el corazón de lo que existe. Quisiera
estar muerta y entrar yo también en un corazón ajeno.

CAMINOS DEL ESPEJO

II
Pero a ti quiero mirarte hasta que tu rostro se aleje de mi miedo
como un pájaro del borde filoso de la noche.
XIV
La noche tiene la forma de un grito de lobo.
**
Las verdaderas fiestas tienen lugar en el cuerpo y en los sueños.
**
Toda la noche escucho el llamamiento de la muerte, toda la noche
escucho el canto de la muerte junto al río, toda la noche escucho la
voz de la muerte que me llama.
**
Y yo caminaría por todos los desiertos de este mundo y aún muerta te seguiría buscando, a ti, que fuiste el lugar del amor.
**
(Tú que fuiste mi única patria ¿en dónde buscarte? Tal vez en este poema que voy escribiendo.)
**
En la cima de la alegría he declarado acerca de una música jamás oída. ¿Y qué? Ojalá pudiera vivir solamente en éxtasis, haciendo el cuerpo del poema con mi cuerpo, rescatando cada frase con mis días y mis semanas, infundiéndole al poema mi soplo a medida que cada letra de cada palabra haya sido sacrificada en las ceremonias del vivir.
**
Paso desnuda con un cirio en la mano, castillo frío, jardín de las delicias. La soledad no es estar parada en el muelle, a la madrugada, mirando el agua con avidez. La soledad es no poder decirla por no poder circundarla por no poder darle un rostro por no poder hacerla sinónimo de un paisaje. La soledad sería esta melodía rota de mis frases.
**

FUGA EN LILA

Había que escribir sin para qué, sin para quién.
El cuerpo se acuerda de un amor como encender la lámpara.
Si silencio es tentación y promesa.

LAZO MORTAL

Palabras emitidas por un pensamiento a modo de tabla del náufrago.
Hacer el amor adentro de nuestro abrazo significó una luz negra: la
oscuridad se puso a brillar. Era la luz reencontrada, doblemente apagada
pero de algún modo más viva que mil soles. El color del mausoleo
infantil, el mortuorio color de los detenidos deseos se abrió en la salvaje
habitación. El ritmo de los cuerpos ocultaba el vuelo de los cuervos. El
ritmo de los cuerpos cavaba un espacio de luz adentro de la luz.

L’OBSCURITÉ DES EAUX

Escucho resonar el agua que cae en mi sueño. Las palabras caen como
el agua yo caigo. Dibujo en mis ojos la forma de mis ojos, nado en mis
aguas, me digo en mis silencios. Toda la noche espero que mi lenguaje
logre configurarme. Y pienso en el viento que viene a mí, permanece en
mí. Toda la noche he caminado bajo la lluvia desconocida. A mí me han
dado un silencio pleno de formas y visiones (dices). Y corres desolada
como el único pájaro en el viento.
**
Sí, lo malo de la vida es que no es lo que creemos pero tampoco lo contrario.
**

NOCTURNO DE CHOPIN POR UN PIANISTA DE CUATRO AÑOS

Su música me lleva
a un acantilado con un pájaro
que juega a oírse cantar.
Su música me alumbra en la lluvia
por donde vamos yo y una jaula vacía.
**

APROXIMACIONES

abrazando a tu sombra en un sueño
mis huesos se arqueaban como flores
*
Mi corazón es absurdo como un máscara en la lluvia
El espanto lo asemeja al mar
Mi cuerpo es una invasión de tambores en el silencio de la noche
*
Yo no canto, no celebro,
no bailo desnuda y ebria
sobre mi ataúd.
Pero yo le ruego al poema,
yo le pido la luna la poema.
*
Escribes poemas
porque necesitas
un lugar
en donde sea lo que no es

LA CELESTE SILENCIOSA AL BORDE DEL PANTANO

A Enrique Pichón Rivière

Cerraron el rostro que fue idéntico al más alto sueño de la augusta
infancia y pájaros temerosos en despliegue rapidísimo de plumas negras
hicieron el paisaje del perfecto terror. Soy tu silencio, tu tragedia, tu
veladora. Puesto que sólo soy noche, puesto que toda noche de mi vida es
tuya.

DENSIDAD

Yo era la fuente de la discordancia, la dueña de la disonancia, la niña del
áspero contrapunto. Yo me abría y me cerraba en un ritmo animal muy puro.

CASA DE LA MENTE

la casa mental
reconstruida letra por letra
palabra por palabra
en mi doble figura de papel
atraviesa el mar de tinta
para dar un nueva forma
a un nuevo sentimiento
abre la boca
verde de sin raíces
la palabra sin su cuerpo
la noche me pronuncia
un nuevo orden musical
de colores de cuerpos de excedentes
de formas pequeñas
que se mueven gritan dicen nunca
la noche dice nunca
en un poema

14/IV/1970

A UN POEMA ACERCA DEL AGUA, DE SILVINA OCAMPO

A Silvina y a la condesa de Trípoli que emana toda la noche profecías. O. PAZ

Tu modo de silenciarte en el poema.
Me abrís como a una flor
(sin duda una flor pobre, lamentable)
que ya no esperaba la terrible delicadeza
de la primavera. Me abrís, me abro,
me vuelvo de agua en tu poema de agua
que emana toda la noche profecías.
**
El poema es espacio y hiere.
**
Yo preparo mi muerte
**
Hay palabras con manos

PRESENCIA DE SOMBRA

Alguien habla. Alguien me dice.
Extraordinario silencio el de esta noche.
lguien proyecta su sombra en la pared de mi cuarto.
Alguien me mira con mis ojos que no son los míos.
Ella escribe como una lámpara que se apaga, ella escribe como una
lámpara que se enciende.
Camina silenciosa.
La noche es una mujer vieja con la cabeza llena de flores.
La noche no es la hija preferida de la reina loca.
Camina silenciosa hacia la profundidad hija de los reyes.
De demencia la noche, de no tiempo.
De memoria la noche, de siempre sombras.
**
viejo remaldito, especie de aborto pestífero de fantasmas sifilíticos,
cómo te adoro en tu tortuosidad solamente parecida a la mía,
y cabe decir que siempre desconfié de tu genio (no son genial; sos
un saqueador y un plagiario) y a la vez te confié,
oh, es a vos que mi tesoro fue confiado,
te quiero tanto que mataría a todos estos médico adolescentes para
darte a beber de su sangre y que vos vivas un minuto, un siglo más,
(vos, yo, a quienes la vida no nos merece)

SOUS LA NUIT

A Y. Yván Pizarnik de Kolikovski, mi padre

Los ausentes soplan grismente y la noche es densa. La noche tiene el
color de los párpados del muerto.
Huyo toda la noche, encauzo la persecución y la fuga, canto un canto
para mis males, pájaros negros sobre mortajas negras.
Grito mentalmente, el viento demente me desmiente, me confino, me
alejo de la mano crispada, no quiero saber otra cosa que este clamor, este
resolar en la noche, esta errancia, este no hallarse.
Toda la noche hago la noche.
Toda la noche me abandonas lentamente como el agua cae lentamente.
Toda la noche escribo para buscar a quien me busca.
Palabra por palabra yo escribo la noche.

PARA JANIS JOPLIN

(fragmento)
a cantar dulce y a morirse luego.
no:
a ladrar.
así como duerme la gitana de Rousseau.
así cantás, más las lecciones de terror.
para crear o decir una pequeña canción,
gritar tanto para cubrir los agujeros de la ausencia
eso hiciste vos, eso yo.
me pregunto si eso no aumentó el error.
hiciste bien en morir.
por eso te hablo,
por eso me confío a una niña monstruo.

RECUERDOS DE LA PEQUEÑA CASA DEL CANTO

Era azul como su mano en el instante de la muerte. Era su mano
crispada, era el último orgasmo. Era su pija parada como un pájaro que
está por llover, parada para recibirla a ella, la muerte, la amante (o no)
Ya no sé hablar. ¿Con quién?
Nunca encontré un alma gemela. Nadie fue un sueño. Me dejaron con
los sueños abiertos, con mi herida central abierta, con mi desgarradura.
Me lamento; tengo derecho a hacerlo. Asimismo, desprecio a los que no
se interesan por mí. Mi sólo deseo ha sido
No lo diré. Hasta yo, o sobre todo yo, me traiciono. Como un niño de
pecho he acallado mi alma. Ya no sé hablar. Ya no puedo hablar. He
desbaratado lo que me dieron, que era todo lo que tenía. Y es otra vez la
muerte. Se cierne sobre mí, es mi único horizonte. Nadie se parece a mi
sueño. He sentido amor y lo maltrataron, sí, a mí que nunca había
querido. El amor más profundo desaparecerá para siempre. ¿Qué
podemos amar que no sea una sombra? Murieron ya los sueños sagrados
de la infancia y la naturaleza también, la que amaba.

abril 1972

ESTE CONTENIDO ES PUBLICADO POR SINEMBARGO CON AUTORIZACIÓN EXPRESA DE BARBAS POÉTICAS. VER ORIGINAL AQUÍ. PROHIBIDA SU REPRODUCCIÓN.

Redacción/SinEmbargo
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