Es una especie de gusano, con más resistencia, y que ha sobrevivido a 30 eras glaciales, y con la que se puede conocer la evolución de la capa de hielo.
Ciudad de México, 31 de agosto (AS México).- La Antártida continúa siendo un misterio para muchos investigadores, y por ello, Byron Adams, profesor de biología de Brigham Young University (BYU), realiza estudios regularmente en dicho territorio. De hecho, a causa de una de las investigaciones, han redescubierto una criatura primitiva que coloquialmente se le ha denominado como «colémbolo fantasma«, una especie de gusano, con más resistencia, y que ha sobrevivido a 30 eras glaciales. «Lo llamamos colémbolo fantasma porque es blanco, como un fantasma, pero como no lo habíamos encontrado después de buscarlo durante años y años y años, comenzamos a preguntarnos si realmente existía», señalaba Adams.
La historia se trasladó a un artículo que fue publicado en Proceedings of the National Academy of Sciences, donde los investigadores cuentan cómo estos animales se desarrollaron según lo hacía la propia capa de hielo con el paso del tiempo, así como su adaptación a los ecosistemas históricos.
BYU professor @frostyworms & colleagues have hunted down and re-discovered an Antarctic «ghost creature» that has survived more than 30 ice ages. See what the tiny microscopic animal looks like and what it tells us about climate change, past and present. https://t.co/1OiHkbqJFa pic.twitter.com/B0Rm2GQlI4
— BYU (@BYU) August 28, 2020
Mediante un comunicado, Byron Adams señala que: «La historia evolutiva de los organismos biológicos puede corroborar lo que inferimos de la glaciología y la geología sobre el cambio climático en el pasado. Al hacerlo, podemos predecir mejor cómo la vida en la tierra podría responder a este tipo de cambios ahora».
SEIS ESPECIES DIFERENTES EN 91 LUGARES DE LA ANTÁRTIDA
En los últimos 20 años, los investigadores han ido recolectando pruebas acerca de seis especies diferentes de microartrópodos que se localizaron en 91 lugares de la Antártida. Estos viven en el suelo, poseen una movilidad limitada, y la única manera que tienen de colonizar es en áreas libres de hielo. Eso quiere decir que en los momentos de calentamiento, la capa de hielo se contrae, y deja lugar a espacios donde los animales pueden dispersarse.
Gracias a los estudios de divergencia genealógica y evolutiva, el equipo de Adams puede entender mejor cómo la capa de hielo de la Antártida occidental ha cambiado con el tiempo. Además, a modo de conclusión, han comprobado cómo cuatro de las seis especies encontradas muestran poblaciones genéticamente distintas en lugares aislados durante millones de años.