Norma García Cortés de 43 años de edad, que trabajaba en una tienda Aurrerá salió de su domicilio rumbo a una convivencia con compañeros de trabajo a tan solo unos 15 minutos de distancia de su hogar, sin embargo no regresó a su domicilio.
Por Beda Peñaloza
Estado de México, 21 de agosto (A Fondo).- Desde hace un año, las hermanas de Norma viven un calvario buscando a su «mamá», que extrañamente desapareció al abordar una unidad de transporte luego de salir de una reunión con compañeros del trabajo a tan solo unos minutos de distancia de su domicilio en el Conjunto Habitacional Paseos de San Juan, municipio de Zumpango.
El 16 de agosto del año 2019, Norma García Cortés de 43 años de edad, que trabajaba en una tienda Aurrerá salió de su domicilio rumbo a una convivencia con compañeros de trabajo a tan solo unos 15 minutos de distancia de su hogar al cual si llegó.
Angélica una de sus cuatro hijas, dio a conocer que al llegar la noche se preocuparon al ver que Norma, su madre no regresaba.
La angustia, dijo, aumentó al no poder contactarla a su celular debido a que se encontraba apagado.
Al llegar la mañana y confirmar que no había regresado, indicó que comenzaron a buscarla, con amigos, familiares y compañeros de trabajo.
Sin embargo, durante la búsqueda, solo supieron que al salir de la reunión cerca de las 22:00 horas, Norma había abordado una unidad de transporte público para regresar a su hogar al que ya no llegó.
Al no lograr localizarla se trasladaron al Centro de Justicia donde realizaron la denuncia correspondiente por la desaparición.
Fue días después, cuando autoridades se presentaron a revisar las cámaras de vigilancia, para verificar las calles por donde camino Norma, pero ya no lograron encontrar nada de imágenes , porque los videos ya se habían borrado.
Angélica refirió que han recorrido, hospitales, centros de justicia, Semefos y hospitales en busca de su madre que el día de su desaparición vestía pantalón, saco de vinil negro, blusa y zapatos de gamuza color rojos.
La pesadilla continúa porque ha transcurrido un año y aunque las autoridades les han brindado apoyo, no tienen avances de la investigación del caso de Norma que como señas particulares tiene una cicatriz de cirugía en el abdomen, un lunar en el tórax; así como en el labio superior del lado derecho una cicatriz por herida y en el hombro derecho que le quedó al quitarse un tatuaje.
Finalmente, a un año de la misteriosa desaparición de Norma, sus hijas no descansarán y seguirán la lucha hasta encontrar a su madre a la que extrañan; asimismo, exhortan a las autoridades a no dejar el caso en el olvido y redoblar esfuerzos en las averiguaciones que ayuden a localizarla.