Blanka Alfaro
12/08/2020 - 12:02 am
El oso castrado y desterrado por Profepa
la Procuradora Blanca Alicia Mendoza Vera, al parecer sin alguna razón que pudiera contravenir la opinión de los expertos que avalan el traslado de este oso a un santuario en Colorado, decidió castrarlo y trasladarlo a Chihuahua a un destino incierto con probabilidades enormes de no sobrevivir.
Es la historia del oso de Chipinque en Nuevo León, sigo sin poder creerlo, es que es completamente ridículo, hago intentos por conseguir una lógica en todo este asunto, la trato de encontrar en lo más profundo de esta situación, pero no, no hay ninguna razón que justifique lo que ha pasado con el pobre oso de Chipinque, el famoso oso bonachón como muchos lo llaman, aunque para las autoridades es el oso 34.
Nuevo León, tierra rodeada de montañas, el icónico Cerro de la Silla de un lado, el ya desgastado por las pedreras Cerro del Topo Chico del otro y custodiados por la majestuosa Sierra Madre, somos una tierra de osos sin duda alguna, no es que no lo supiéramos y que de pronto y hasta este desafortunado encuentro que fue grabado en video para después hacerse viral hayamos percibido por primera vez a los osos, nuestros vecinos más grandes y salvajes.
Ya hace algunas décadas que a los regios se nos ocurrió empezar a construir casas, fraccionamientos y escuelas sobre los cerros, sobre las montañas que nos rodean, sin empacho alguno hemos invadido hacia arriba, hacia la tierra de los animales salvajes, por esto ya no es nada nuevo escuchar historias, ver fotografías o incluso videos de animales no solamente osos sino de todo tipo de animales salvajes “INVADIENDO” los nuevos hábitats humanos y pongo en mayúsculas y entre comillas la palabra invadiendo porque aquí es donde empieza el problema: ¿Cómo es posible que alguien sea un invasor en su propio hogar? La verdad es que es todo lo contrario, nosotros sin ninguna conciencia nos hemos metido en cada rincón del hogar de estos animales.
Pero este artículo no se trata de lo obvio, la invasión del humano hacia el hábitat de los animales, sino de la actuación tan absurda de las autoridades ante un oso que se aparece en su propia casa, curioso, investigativo hacia unas mujeres que paseaban dentro de su hogar, el oso se les acerca y estas mujeres no hacen nada para evitarlo probablemente por desconocimiento, probablemente por emoción, no lo sé, pero no hacen el más mínimo esfuerzo para que se aleje de ellas, alguien graba este momento desafortunado, bueno, sólo desafortunado para uno solo de los lados, el video se hace viral inmediatamente, las autoridades estatales consideran a este oso un peligro para los humanos, y sí, no debemos negar que un oso con ese comportamiento es peligroso para los humanos, pero tampoco podemos negar que los humanos no deberían de estar ahí, pero ya pasó, el oso estando en su casa ahora es considerado un peligro.
Al ser considerado así lo primero que se les ocurre a las autoridades es mandarlo a un zoológico, encerrarlo, como un delincuente que ha cometido el más atroz de los crímenes, porque un zoológico significa para un animal cadena perpetua y peor aún cadena perpetua para un inocente, la sociedad se mueve, organizaciones civiles reclaman el proceder de las autoridades y se impide que el oso se vaya un zoológico, cualquiera que no vea más allá de la superficie y no tenga conocimiento del lugar y de este oso en particular diría que esto es una victoria, pero sólo era una batalla ganada.
Cualquiera pensaría que entonces el oso se queda en su casa, pero el viacrucis de este oso apenas comienza porque aquí es cuando la gran omnipotente autoridad Profepa entra a escena y a lo grande, esta institución con toda su ignorancia y su histórica incompetencia alude qué es necesario traslocar a este oso, expertos han dicho que el comportamiento de este oso indica que está muy habituado con los humanos y un probable enfrentamiento violento con los humanos, pero traslocar no cambiará su comportamiento, recordemos que este es un oso acostumbrado a los humanos y no les tiene miedo. Por aproximadamente cuatro o cinco años, que es la edad de este oso, ha convivido con humanos o al menos muy cerca de ellos, ha invadido sus territorios y ha comido de sus desperdicios, es la tercera vez que lo capturan para reubicarlo sin éxito, solamente lo agarraron porque él decidió tomar una siesta en la fuente de una de las casas invasoras, después de haber buscado en la basura comida, entonces, ¿que detiene a este oso en cualquier otro lugar de buscar las mismas condiciones? Pues nada.
Es por eso que algunas organizaciones y ciudadanos nos vimos en la tarea de conseguirle un mejor destino a este oso, un lugar donde pudiera sobrevivir a pesar de todos estas características, la opción más viable por la cercanía de este oso con los humanos, su peso, etcétera, sin duda alguna era mudarlo a un santuario, un lugar de carnívoros grandes, con personas que se dediquen a darle una mejor vida donde no importe que tiene pocas posibilidades de ser rehabilitado y reintroducido a su hábitat natural, un lugar que emule lo más parecido a la libertad, un lugar donde pueda ser respetado y deje de ser un peligro para los demás y para el mismo, ¿suena bien, no?
Algunas autoridades de Nuevo León apoyaban la opción del santuario como la mejor para que esté oso pudiera vivir el resto de su vida en buenas condiciones, sin embargo aquí viene y empieza lo ilógico de todo lo que pasó, la Profepa dijo NO, al oso lo mandaremos a Chihuahua a una zona con sequía, a una zona donde no existen osos de su subespecie ya que la habitan osos de otra y, como si esto no fuera poco, lo mandan castrar, así es, como usted está leyendo, aquel oso que investigaba en su propio hogar ahora era destinado a un territorio hostil para él, castrado y herido porque no dejaron que pasara su tiempo de recuperación, lo enviaron así en un viaje de más de una decena de horas recién operado. Sí, por más inverosímil que parezca una especie endémica y protegida en nuestro país y en peligro de extinción la Profepa decidió castrarlo.
Para resumir, la Procuradora Blanca Alicia Mendoza Vera, al parecer sin alguna razón que pudiera contravenir la opinión de los expertos que avalan el traslado de este oso a un santuario en Colorado, decidió castrarlo y trasladarlo a Chihuahua a un destino incierto con probabilidades enormes de no sobrevivir.
Aún estamos a tiempo de ayudar a este oso, si quieres colaborar es tan fácil como dar clic en los siguientes enlaces que le harán saber a Profepa y sus responsables que queremos lo mejor para este habitante de una tierra que solía pertenecerle y hoy ha sido desterrado por el simple hecho de vivir.
#SalvemosAlOso
Da clic en los siguientes links para enviar cada uno de estos tuits:
https://ctt.ac/c1mci
https://ctt.ac/e4bc1
https://ctt.ac/FfIx3
https://ctt.ac/E0KUe
https://ctt.ac/IcXQ9
https://ctt.ac/jmCGB
¡Muchas gracias y les envío un fuerte abrazo de oso!
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