Los viajeros comenzarían a apostar de nuevo por este tipo de traslado en un intento de disminuir el gran impacto ambiental que produce tomar un avión para viajes cortos. Además, buscan evitar las salas de embarque y las filas de los aeropuertos por el brote de la COVID-19.
Ciudad de México, 3 de agosto (SinEmbargo).- Las cifras ascendentes del nuevo coronavirus han provocado que los habitantes de Europa vuelvan a apostar por los viajes en tren, según reveló el diario The Guardian.
Y no se trata de cualquier viaje en tren, sino a bordo de los trenes cama europeos, los cuales parecían ya no ser rentables hace unos años.
Los viajeros comenzarían a apostar de nuevo por este tipo de traslado en un intento de disminuir el gran impacto ambiental que produce tomar un avión para viajes cortos. Además, buscan evitar las salas de embarque y las filas de los aeropuertos por el brote de la COVID-19.
De acuerdo con el diario británico, los gobiernos de Europa han anunciado nuevos fondos destinados a rutas ferroviarias. A la par, se han anunciado viajes inaugurales y se promocionan las andanzas en tren.
En el trabajo periodístico del reportero Daniel Boffey, se asienta que hace seis años cuando el operador «ferroviario alemán Deutsche Bahn decidió suprimir el servicio que conectaba París con Berlín, se cerraron todas las rutas del continente, incluida casi la totalidad de la red francesa».
Sin embargo, en las últimas semanas el Ministro de transporte en Francia, Jean-Baptiste Djebbari, anunció que se restablecerá el servicio nocturno entre París y Niza. A la par, el Presidente Emmanuel Macron prometió reanudar los viajes nocturnos en tren en el país.
El mayor beneficiado hasta el momento con este «cambio de transporte» ha sido el operador austriaco Österreichische Bundesbahnen (ÖBB), quien desde 2016 ha invertido en la compra de más coches-cama. Al momento, es la responsable de que se retomaran la mitad de las rutas nocturnas entre Hamburgo, Berlín, Munich y Düsseldorf con Austria, Suiza e Italia, por lo que se ha colocado como el líder de esta nueva oportunidad para el tren.
«A pesar del reciente aumento del número de contagios de coronavirus en Bélgica, con un aumento del 71 por ciento semana a semana, en septiembre se reanudará un servicio Bruselas-Viena, que desde febrero vende trayectos de ida desde tan sólo 29.90 euros», se lee en el trabajo de The Guardian.
Gracias a que los viajeros lo han preferido por sus ventajas durante la pandemia, el servicio pasó de ser «una ruta de verano» a un servicio diario nuevamente.
Por ello, cada vez más son las compañías ferroviarias que se han reincorporado a la industria debido a la creciente y fuerte demanda que se ha presentado en las últimas semanas. Varias de ellas han anunciado que extenderán sus servicios mínimo hasta noviembre.
«En junio, la compañía ferroviaria sueca Snälltåget anunció que planeaba cuadruplicar el número de trenes nocturnos en su ruta Estocolmo-Malmö-Copenhague-Hamburgo-Berlín. Un nuevo expreso nocturno Alpine-Sylt que comenzó a operar entre Sylt en el norte de Alemania y Salzburgo en Austria también debía funcionar sólo durante dos meses pero continuará hasta noviembre debido a la demanda», escribió Daniel Boffey.
A pesar de que una de las razones que han impulsado mayoritariamente esta demanda de los trenes cama es el propósito de reducir la huella de carbón, el regreso de estos enfrenta más de un reto, ya que sólo puede tener de 20 a 30 camas por vagón y suele hacerse únicamente un viaje por tren en 24 horas.
En comparación, un tren convencional tiene capacidad para 70 personas por vagón y tiene más de un trayecto en todo el día.
Agregado a ello, desde el 2000 las compañías de trenes deben pagar por el acceso a las vías cuando cruzan fronteras, por lo que los costes no suelen ser tan rentables. Por ello, los trenes cama se habían limitado a ser parte de servicios exclusivos de ciertas épocas del año, habitualmente en el verano.
Al respecto, varios diputados han señalado que los gobiernos deben continuar aportando a este proyecto para fortalecerlo y brindar una alternativa ecológica a los viajes. Con ello, los trenes cama podrían brindar mejores servicios y volverse una industria más estable.
Una declaración que causó impacto fue la de Nick Brooks, secretario general de la Alianza de Nuevos Operadores Ferroviarios, pues argumentó que «los gobiernos también deberían prohibir a las aerolíneas que reciben rescates estatales que operen cualquier vuelo de corta distancia o nocturno que pueda hacerse en tren», se lee en la publicación de The Guardian.