En los últimos días dos videos en los que aparece un oso negro acercándose a las personas en el Parque Ecológico El Chipinque, ubicado en San Pedro Garza García (Nuevo León), se hicieron virales al grado de poner en alerta a las autoridades. Miles de usuarios han pedido que no se ponga en un zoológico a «Chipín», nombre que le ha dado la fundación Invictus, que ha externado su intención de llevar a este animal en peligro de extinción a un lugar seguro y ofrece una revisión y seguimiento médico.
Ciudad de México, 25 de julio (SinEmbargo).– ¿Los sitios donde se practica el ecoturismo en México cuentan con un programa de manejo que contemple un código de vestimenta y prevén avistamientos de fauna salvaje?, cuestionó a las autoridades Erika Ortigoza Vázquez, presidenta de Invictus, fundación que está en contra de que el oso negro (Ursus americanus) visto en el Parque Ecológico El Chipinque sea encerrado en un zoológico y en su lugar plantea su reubicación en un santuario de Denver (Estados Unidos) para que viva en libertad.
La también rescatista y rehabilitadora de grandes carnívoros asegura que los humanos han invadido cada vez más los bosques y reservas naturales, arrebatándole a los animales su hábitat, por eso hace un llamado para que los parques cuenten con un manejo adecuado de las Áreas Naturales Protegidas (ANP) y así salvaguardar a especies en peligro de extinción como «Chipín», nombre que le ha dado la fundación Invictus al oso.
«Los estados que tienen Áreas Naturales Protegidas deben ponerse las pilas para que en sus programas de manejo incluyan las incidencias de animales con humanos y publiquen códigos de vestimenta y limitaciones de ingreso, es decir, que no entren niños, personas con capacidades diferentes o adultos de la tercera edad», dijo en entrevista. «Mientras no atendamos esta parte el problema va a seguir».
En los últimos días dos videos en los que aparece un oso negro acercándose a las personas en el Parque Ecológico El Chipinque, ubicado en San Pedro Garza García (Nuevo León), se hicieron virales al grado de poner en alerta a las autoridades estatales, las cuales han emprendido una búsqueda para localizarlo.
La fundación Invictus, que cuenta con el primer hospital de animales salvajes de Latinoamérica, ubicado en Pachuca, Hidalgo, ha externado al Gobierno de Nuevo León su intención de coadyuvar para que el oso sea llevado a un lugar seguro.
«Nosotros hemos levantado la mano porque creemos aberrante querer capturarlo y que sea enviado a un zoológico de México», mencionó Erika Ortigoza. «Sabemos que ninguna institución zoológica en este país puede garantizar la superficie que exige esta especie, que es de grandes extensiones para correr, inspeccionar, curiosear. Coincidimos con algunos expertos en que ‘Chipín’ no puede ser traslocado (mover a un animal del lugar donde naturalmente se encontraba a otro) a otro estado porque es condenarlo a la muerte».
Invictus, que ha rescatado a decenas de animales maltratados en circos, planteó a Gustavo Treviño, director federal de Parques y Vida Silvestre de Nuevo León, su ayuda en la captura del oso para luego trasladarlo a su hospital, en donde se le realizarán endoscopias, estudios de laboratorio y todo lo que requiera, según la valoración de los expertos.
«Este tipo de animales consumen bolsas de basura, vasos, uniceles, plumones, los cuales se alojan en su interior, por lo que una estadía transitoria en nuestras instalaciones permitiría su evaluación físico-conductual», explicó la presidenta de Invictus. «Se tiene que reubicar al oso en el mejor lugar y este sería el Refugio de Vida Salvaje en Denver, Colorado (Estados Unidos)».
EL OSO NEGRO, EN PELIGRO DE EXTINCIÓN
El oso negro americano, especie a la que pertenece «Chipín», es el carnívoro de mayor tamaño en México y se encuentra catalogado como una especie en peligro de extinción desde el año 2010, de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana NOM-059- Semarnat-2010.
Una de las características de esta especie es su notable memoria de largo plazo y sus excelentes técnicas de orientación: marcan árboles para ubicarse en el bosque y reconocer sitios que ya han transitado.
«Son especies curiosas y de temperamentos contrastables, es decir, pueden ser pacíficos y en un segundo entrar en una situación de ira, también son especies carismáticas y están dentro del programa de conservación de especies en riesgo», detalló Erika Ortigoza, presidenta de la fundación Invictus.
De acuerdo con El Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en ingles), el oso negro es amenazado por:
–La cacería furtiva y comercio ilegal de algunas partes del cuerpo por la creciente demanda en Asia.
–El cambio climático afecta la disponibilidad de alimento durante la reproducción e hibernación.
–Conflictos con el humano por daños a propiedades y depredación de ganado.
«Esta especie tiene mucha incidencia humana porque justamente hemos hecho el cambio de uso de suelo de su hábitat de origen», señaló Ortigoza. «No podemos castigar al oso por ser oso y premiar o consentir al humano impetuoso e irrespetuoso».