El Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) dio a conocer que la cifra de contagios de la COVID-19 en México podría no ser exacta debido a que el país está por debajo de la media de pruebas que se realizan en América Latina; también ha señalado que el semáforo de reapertura de actividades no es una medida adecuada para la disminución de casos.
Ciudad de México, 14 de julio (Xinhua).- México está por debajo del promedio de América Latina en la aplicación de pruebas para detectar el virus causante de la COVID-19, por lo que el número real de infecciones puede ser mucho mayor al reportado oficialmente, de acuerdo con un reporte presentado hoy por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
En el informe, titulado Desarrollo Humano y COVID-19 en México: Desafíos para una recuperación sostenible, el organismo internacional considera «un elemento clave» la aplicación de pruebas COVID-19 entre la población, para el rastreo de la evolución de la pandemia.
«El último promedio reportado para México es de 65 pruebas por millón de habitantes, lo que significa un aumento respecto a las realizadas en los primeros meses, pero aún muy por debajo del promedio de 305 reportado para los países de América Latina y el Caribe y de las 769 pruebas en promedio realizadas en un conjunto de 89 países», destaca el informe al mostrar que la posición de México indica que «el número de casos confirmados es alto en relación con el alcance de las pruebas».
Sigue la transmisión en vivo de la presentación virtual del informe "Desarrollo humano y Covid-19 en México: desafíos para una recuperación sostenible" https://t.co/EJHmGzw2kW
— PNUD México (@PNUD_Mexico) July 14, 2020
Desde el pasado 1 de junio, México, país que se mantiene en Fase 3, mayor propagación de COVID-19, inició la llamada «Nueva Normalidad», que consiste en el desconfinamiento paulatino y la reactivación económica gradual, a través de un semáforo epidemiológico, el cual ha sido cuestionado, debido a su efectividad, debido al crecimiento de contagios y muertes.
En ese sentido, PNUD considera que las medidas optadas del Gobierno mexicano para la reapertura económica y, el comportamiento de la pandemia por COVID-19 en las tasas de contagio «podrían sugerir que la ola epidémica se mantendrá durante el 2020 y 2021».
El último reporte de México sobre COVID-19, reporta, hasta este jueves un total de 36 mil 327 fallecidos por la pandemia, mientras que los casos positivos acumulados, llegaron a los 311 mil 486, según la Secretaría de Salud (SSa).
El representante residente del PNUD México, Lorenzo Jiménez de Luis, presentó el informe a través de una videoconferencia, en la que consideró que el sistema de semaforización para la reapertura de actividades, no es la medida más adecuada ante el incremento actual de infecciones y muertes por COVID-19.
"El estudio menciona que el ingreso, salud y educación, pilares del #desarrollohumano, se están viendo afectados de manera significativa. Por primera vez en 30 años podría haber un retroceso en el #IDH, no solo en México sino en el mundo entero" @LorenzoJdeL pic.twitter.com/dosOMCxL2e
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Para el director regional del PNUD para América Latina y el Caribe, Luis Felipe López Calva, uno de los desaciertos en el país respecto al manejo de la pandemia ha sido el poco impacto en la reducción de la movilidad, mientras que otras naciones de la región han obtenido mejores resultados.
«Ha habido dos temas en los que México comparativamente ha tenido menos resultados. Uno es en reducir la movilidad. Si vemos países, incluso como El Salvador, ciertamente el caso más exitoso en algún sentido en Latinoamérica es Uruguay, que ahora tiene bajo control (la epidemia), ya no han crecido los casos», indicó.
En el encuentro virtual, en el que de la parte oficial de México, participó la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Cancillería mexicana, Martha Delgado, sostuvo que ahora «los sistemas de salud, educativos y de confianza en el Gobierno mexicano serán esenciales para restablecer la conectividad necesaria para la construcción de una nueva normalidad.
«En esta reconstrucción será imprescindible atacar la desigualdad, repensar los sistemas de protección social y fiscales», puntualizó, al tiempo que Delgado reconoció que los principales desafíos en adelante para México enfrentar el aumento del desempleo y el subempleo, incrementar la calidad del trabajo, así como atender a los grupos más vulnerables y contrarrestar la pobreza y su recrudecimiento.
«Son temas que vamos a tener que enfrentar con mucho valor y políticas públicas», concluyó.