Nadia, era estudiante de la Universidad Iberoamericana de León, fue víctima de un ataque armado el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer en Salamanca. Previó a su muerte, alzó la voz, se sumó al movimiento feminista Un día sin Nosotras, lo que dejó plasmado en una publicación, con un mensaje de despedida, en el supuesto, de que fuera hallada sin vida.
Por Laura Villafaña
Salamanca, Gto, 6 de junio (ZonaFranca).- Han pasado casi tres meses de la muerte de Nadia Verónica Rodríguez Saro Martínez, salmantina que este 5 de junio cumpliría 23 años de edad y a cuyo caso, pareciera que «le dieron carpetazo» al interior de la Fiscalía General del Estado (FGE), pues no hay avances en la investigación. Su familia señaló que aún ignora el móvil y quiénes son los responsables del homicidio.
Pidieron que la muerte de la joven no quede impune, mientras que sus amigos iniciaron un movimiento a través de las redes sociales #JusticiaParaNadia
Nadia, era estudiante de la Universidad Iberoamericana de León, fue víctima de un ataque armado el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer en Salamanca. Previó a su muerte, alzó la voz, se sumó al movimiento feminista Un día sin Nosotras, lo que dejó plasmado en una publicación, con un mensaje de despedida, en el supuesto, de que fuera hallada sin vida.
La mamá de la joven, Blanca Martínez Trejo narró a Zona Franca que después del atentado, la Fiscalía abrió un expediente, recabó declaraciones y después de un mes y medio le entregaron las pertenencias, con las que había sido encontrada sin vida dentro de su vehículo.
“A la semana que mi niña falleció, se vino la pandemia y los 40 días, a mí me entregan las pertenecías de mi hija al mes y medio. Su celular, su bolso, cosas de ella que tenía en el carro, yo preguntó cómo va, me dicen que no tienen nada, no me han dado una cita para ir, nunca vi el expediente, qué número de expediente es, me dijeron que en cuanto tuvieran información me llamaban, yo les he estado llamando a los teléfonos que me dieron no me contestan”, dijo.
Señaló que confió en que se le daría un seguimiento al caso, e incluso, recurrió al envío de mensajes dirigidos al nuevo Fiscal de la Región «B», Israel Aguado Silva, pero tampoco hubo una respuesta, por lo que ha pensado en contratar a un abogado que les apoye.
“Le envié un mensaje al fiscal, pero no lo ha leído (el mensaje), supongo tiene otras cosas. Estaba pensando que tal vez si requiero hacer un escrito o contratar un abogado que nos pueda apoyar, yo imaginé que esto lo iba hacer la Fiscalía, que son ellos los que tienen que investigar o qué decirnos qué paso con mi hija o porque me la mataron, ó sea, no sabemos ni el móvil ni quienes fueron”.
La madre de Nadia, pide a las autoridades del Estado, esclarecer el homicidio de Nadia.
“Que no quede impune su muerte, eso pediría a las autoridades, porque no es justo que una niña que siempre le dimos en nuestras posibilidades lo mejor para que saliera a delante, se le dio una carrera, una niña que tenía sueños y que tenía pensado hacer cosas bonitas, pensaba casarse en algún momento también y nada más de la buena, así de buenas a primeras me la asesinan y nadie me da la cara para decirme que paso con ella, como un carpetazo”.
“Mi hija había dicho que ella quería ser la última y siguen asesinando más jóvenes, hombres, niños, esto no ha parado y no vemos ningún resultado, ninguna investigación, no hay nada no sabemos que paso, no sabemos nada”.
Detalló que el siguiente paso será un escrito a las autoridades, pues no es justo que, aparte de perder a su hija, pareciera «como si no fuese un ser humano, no valiera nada, es lo más doloroso, aparte de cómo murió, de una manera trágica, no merecía morir ella, menos de esa manera”.
Blanca dijo que este viernes su hija cumpliría 23 años de edad, y de no haber sido asesinada, estuviera con ella, con su familia.
“Mi hija estaría aquí conviviendo con nosotros en estos momentos, viendo que íbamos a cenar, o comer y ya no está, así no está”.
Relató que Nadia se caracterizó por su activismo. Su sueño era fundar una asociación para la mujer, ya que estaba en contra de la violencia que se ejercía al género; también tenía inquietud por ayudar a las comunidades indígenas e instalar un albergue para los animales.
La mujer aún recuerda que el 7 de marzo estuvo con su hija, caminaron juntas, se tomaron de la mano, como muestra de la unión que había entre ellas, fueron de compras y almorzaron.
“Me dijo lo mucho que me quería y se fue a una fiestecita de una compañera que su niña cumplía años, luego se fue a una charreada, fue a dejar a Graciela Lizet a su casa, después a otra compañerita a Lomas del Prado, le pidió a su compañera que si la acompañaba por teléfono en lo que llegaba a la casa. Su novio vive en Estados Unidos, ella venía con él hablando por teléfono, él escucha la ráfaga de disparos a la 1:39, ya no escuché el nada más, cortó la comunicación con mi hija, llegamos al lugar de los hechos y la encontramos ahí, mi hija muerta”.
