En el Hospital General Ticomán, al norte de la Ciudad de México, los amigos y familiares del sindicato pudieron irse a cuarentena mientras el personal con enfermedades crónicas debieron quedarse. A la fecha van más de 20 contagiados y un fallecido, acusaron en una carta dirigida a Servicios de Salud Pública del Gobierno local.
Ciudad de México, 25 de mayo (SinEmbargo).– Trabajadores activos del Hospital General Ticomán, ubicado en Gustavo A. Madero, la segunda Alcaldía con mayor número de casos de coronavirus en la Ciudad de México, enviaron esta semana una queja a la Dirección General de Servicios de Salud Pública de la capital del país por la serie de abusos, arbitrariedades, injusticias, desigualdades e incluso discriminación cometidos por el director Alfredo Altamirano Martínez y el Comité de Salud durante la pandemia.
«No han respetado los lineamientos establecidos por la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum Pardo, quien el 19 de marzo publicó el Acuerdo sobre medidas preventivas en materia de salud por motivo de la COVID-19», expone la carta de personal médico y administrativo del Hospital donde no cuentan con un cerco sanitario. El documento es dirigido al doctor Jorge Ochoa Moreno.
Van más de 20 contagiados y un fallecido el 3 de abril, entre el personal laboral. De acuerdo con la misiva, pudieron evitarse el contagio de una compañera de triage, la Doctora América Meneses, actualmente hospitalizada; de Yamilet López y el doctor Carlos Zúñiga del servicio de Urgencias; así como del área de Archivo Clínico, enfermería, ginecología, laboratorio, recursos humanos, trabajo social, medicina interna o quirófano. Pero reinó «la notoria incapacidad y falta de decisiones proporcionales a la emergencia sanitaria» de la Dirección general.
CUARENTENA PARA LOS AMIGOS
En el Acuerdo del Gobierno capitalino se expone que entre la población vulnerable están los enfermos de diabetes, hipertensión u otras enfermedades crónicas. Aunque personal del Hospital General Ticomán con esos padecimientos presentaron la documentación y solicitud de no acudir a laborar, les fue negada.
En contraste, acusa la queja oficial, están siendo beneficiados de comisiones las amistades y familiares de la sección 60 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud dirigido por Abel García López, quien se ha reelegido más de una vez.
«Fue una mancuerna perversa que se hizo entre el sindicato y el director del Hospital. A los familiares de ellos los mandaron a cuarentena y a los vulnerables no porque necesitaban personal para cubrirlos», acusó un trabajador administrativo. Se decía tenso durante la charla porque sus colegas se están enfermando y padeciendo. «Está muy pesado el ambiente».
La Delegada sindical Margarita Becerra, por ejemplo, que acababa «de meter» a su hija y sobrinos este año, ya están en cuarentena sin tener una enfermedad crónica.
Han recibido equipo de protección personal como cubrebocas N95 y caretas, pero la dirección los almacenó para usarlos «en el pico más alto». El pico en el Valle de México empezó desde el 8 de mayo. «El gel que nos dieron al inicio ya estaba caducado de tanto que lo almacenaron. Los insumos los reparten a los del sindicato; ya no sabemos a dónde acudir», acusó el trabajador del Hospital General Ticomán.
En hospitalización hay pacientes en dos pisos. Pero cuando lo hicieron «hospital híbrido» en vez de aislar los casos COVID de los otros enfermos, «los pusieron revueltos por lo que el contagio fue bastante; se salió de control». Estas semanas los están reacomodando, lo cual también es un riesgo para el personal.
Desde su área, el trabajador ha detectado entre seis y siete fallecidos diario las últimas semanas. «Salían de urgencias bastantes cuerpos diario», compartió.