México

Trabajadoras de la salud dicen estar comprometidas a combatir COVID-19 “hasta que el cuerpo ya no dé»

22/05/2020 - 1:29 pm

“Estamos ahí y lo vamos a dar todo”, sentencia Medina, “hasta que el cuerpo ya no dé, nos contagiemos o ya no podamos”, dice una de las enfermeras, que no se rinde ante la crisis del coronavirus.

Ciudad de México, 22 de mayo (SinEmbargo).- En México, las mujeres representan más del 50 por ciento del alumnado de facultades de Medicina en todo el país, mientras que conforman el 40 por ciento de médicos y el 85 por ciento del personal de enfermería, de acuerdo con una investigación de Telemundo.

Según las cifras arrojadas, las médicas reciben alrededor de 69 pesos la hora, lo que representa un 7 por ciento menos que sus colegas varones, quienes ya perciben tres veces menos que los médicos en países como España o Brasil.

La enfermería se encuentra dentro de las profesiones peor pagadas en el país, toda vez que las personas dedicadas a esta labor no superan los 10 mil pesos mensuales, lo que significa que ganan entre cinco y 10 veces menos que sus colegas en Estados Unidos, esto de acuerdo con un informe del Senado mexicano y datos del instituto mexicano de estadística (Inegi).

En ese contexto, el medio Telemundo entrevistó a varias profesionales de la enfermería en México, quienes externaron su opinión al respecto.

“El médico siempre es reconocido, raramente sucede eso con nosotras”, opina Mar Juárez, enfermera del estado de Morelos.

“Limpiar, cocinar y comer bien, intentar dormir, no infectar a nuestros seres queridos y nosotros estar lo más sanos posible durante la mayor cantidad de tiempo”, para atender a cuantas personas podamos antes de posiblemente contagiarse», explica Lourdes Rodríguez, otra enfermera mexicana.

SACRIFICIOS FRENTE LA PANDEMIA

Bárbara Medina, administradora nocturna del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán, cuenta que pasó días durmiendo en su vehículo tras cumplir con las largas jornadas laborales debido al constante crecimiento de pacientes con COVID-19. No quería volver a casa, pues vive con su madre, quien sufre de una enfermedad que disminuye sus defensas, y no quería infectarla.

«Tú no te quieres contagiar, pero la posibilidad de contagiar a alguien más: ese es el peor miedo», refexiona.

“Entras a la habitación después de desinfectarte y básicamente ya no puedes salir, entonces te quedas ahí sola con tus pensamientos, reviviendo todo el peso de lo que pasó en la jornada”, indica.

“Y en estos días casi siempre sales sintiéndote derrotado del hospital, porque estamos combatiendo a un enemigo que no se ve y que se la pasa sorprendiéndonos para mal”, agrega.

El cansancio y la soledad no son los únicos obstáculos a los que de enfrentan las profesionales de la salud. La disminución del personal médico, al estar aislados por portar el coronavirus, ha provocado las jornadas laborales sean doblemente pesadas

“Los 10 o 15 minutos que teníamos antes, para cenar o para un reposo mental, ya no los tenemos”, afiema Medina.

La doctora Valadés no ha podido reunirse con sus familiares desde el mes de marzo, a pesar de vivir en el mismo domicilio. Todos los días repite una rutina de desinfección que, dice, consta de más de 30 pasos, de cualquier modo afirma que podría llevar «algo a casa».

«Entonces, llegando ahí otra vez desinfecto todo y me encierro en mi cuarto; si necesito usar la cocina les escribo” a los familiares “para decirles que despejen toda el área”, explica.

“Está quemándose el personal por las horas extra, por el cansancio por el equipo de protección, y luego de estar empapados en sudor, cuando salen les da golpe de frío y se exponen a enfermarse de otras cosas”, lamenta la doctora Valadés.

Todas coinciden en que el mayor dolor es ver fallecer a tanta gente.

“No por el hecho de que seamos personal médico que está en constante visión de la vida y la muerte nos volvemos de piedra”, asiente Valadés. “Es más, creo que nuestra piel es más delgada ante lo desgarrador que es vivir esto”, agrega.

Pese al esfuerzo realizado por el personal médico, en varios estados del país se han registrado agresiones en contra de médicos y enfermeras. A esto se suma el hecho de que muchas personas no creen en la existencia del nuevo coronavirus.

Hasta el propio Presidente Andrés Manuel López Obrador en algún momento señaló que los médicos sólo buscan enriquecerse, aunque un día más tarde salió a ofrecer disculpas por sus declaraciones.

DAR DE ALTA: UN MOMENTO GRATIFICANTE

Dentro de todo el desasosiego causado por las muertes y contagios, la doctora Valadés, al igual que sus compañeras, afirma que uno de los momentos más gratificantes es dar de alta a un paciente.

“No hay palabras para describirlo, el saber que van a salir, a volver a ver a su familia… porque no muchos están saliendo”, asegura.

Agotadas, adoloridas solas, y sin poder volver a sus casas, centenares de mujeres profesionales de la salud siguen enfocadas en una sola tarea: salvar vidas y derrotar al COVID-19.

“Estamos ahí y lo vamos a dar todo”, sentencia Medina, “hasta que el cuerpo ya no dé, nos contagiemos o ya no podamos”, añade.

Redacción/SinEmbargo
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