El Gobierno de México busca reanudar las actividades económicas y sociales en el país de forma gradual después de casi dos meses de parálisis por el nuevo coronavirus.
El IDIC consideró que México tiene la ventaja para asimilar lo que ya está funcionado en otras regiones en el mundo. «Hay que tomar en cuenta hacia finales de mayo, cuando realmente comenzará la apertura de manera más amplia, es hacer la comparativa de esas mejores prácticas, para que México adopte las que estén mostrando el mayor éxito», explico el director del instituto.
Por Luis Rojas
MÉXICO, 14 de mayo (Xinhua).- El proceso en México para llegar a una «nueva normalidad», una vez que el nuevo coronavirus (COVID-19) comience a reducir su propagación, demandará un viraje en materia económica y sanitaria en la búsqueda de un equilibrio que permita la convivencia y la reativación de la economía, según estimaron expertos.
El director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC), José Luis de la Cruz, consideró que México tiene la ventaja ahora de poder asimilar aquello que ya está funcionado en otras regiones en el mundo y que ha probado su eficacia, como ha ocurrido en China y otras naciones asiáticas tras la fase crítica del COVID-19.
«El primer elemento que hay que tomar en cuenta hacia finales de mayo, cuando realmente comenzará la apertura de manera más amplia, es hacer la comparativa de esas mejores prácticas, para que México adopte las que estén mostrando el mayor éxito», dijo el experto a Xinhua.
«En un segundo sitio yo diría que el gasto del gobierno y la inversión pública tienen ahora una oportunidad de tener mayor incidencia en lo que ya está funcionando, como la construcción», agregó.
De la Cruz dijo que el fomento a la inversión será crucial para que sectores como la construcción tengan un peso económico más claro, porque de nada servirá decretar la apertura de actividades esenciales si no fluyen los recursos.
En este sentido, dijo, los programas oficiales deben ser considerados como de «reactivación económica», para que no se queden en un mero proceso de «reapertura».
«Necesitamos programas que favorezcan también a la inversión privada, un mecanismo que permita tamizar los sectores que se van a abrir, y yo plantearía que la banca de desarrollo puede jugar un papel fundamental», precisó el líder industrial.
«También que los sectores público y privado generen un acuerdo nacional de preservación del empleo porque el proceso de reactivación, en algunos sectores, demorará tal vez hasta septiembre», indicó.
El Gobierno de México busca reanudar las actividades económicas y sociales en el país de forma gradual a partir del próximo 18 de mayo, después de casi dos meses de parálisis por el nuevo coronavirus.
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, aclaró que «la nueva normalidad» que se busca alcanzar en México modificará de manera importante los protocolos sanitarios de fábricas con un número de empleados superior a los 200.
La etapa 2 de la reapertura en México está planteada entre el 18 y el 31 de mayo, e incluye a la construcción, a la minería y a la fabricación de vehículos como actividades económicas esenciales que antes no figuraban.
«Por eso estamos dando este tiempo de preparación, son muy profundos los cambios, tienen que ver con cuestiones de infraestructura como barreras físicas y la señalización de cómo tiene que ser el flujo del personal», dijo Robledo a periodistas.
«Hay otros aspectos de carácter administrativo como los horarios, quiénes trabajan y a qué horas, cuestiones que tienen que ver con uso adecuado de equipos de protección personal, sanitización, higiene y lavado de manos, sana distancia, incluso en algunos casos hasta el asunto del transporte», agregó.
El funcionario federal dijo que empleados, empleadores y la población en general tienen que pensar en «esa nueva normalidad de hacer cosas distintas a como se hacían antes» del COVID-19.
Por su parte, la directora de comunicación social en México de la farmacéutica francesa Sanofi, Adriana Valdés, explicó que las instalaciones de la firma han mantenido al 100 por ciento sus operaciones industriales durante la contingencia sanitaria, al tratarse de una actividad esencial, en una muestra del equilibrio entre productividad y precauciones.
De los mil 700 colaboradores de la compañía, alrededor de 500 han laborado siguiendo las más estrictas normas de seguridad para garantizar el abasto y la producción de medicamentos para otras calamidades, indicó Valdés.
«Detrás de todas las acciones de Sanofi en la lucha contra esta pandemia está su gente», precisó la directiva en comentarios a Xinhua.
«Todos los que no estamos en sitios industriales o en algunas posiciones críticas debemos trabajar desde casa (…) y seguiremos así hasta que pase el riesgo de contagios masivos», agregó sobre el ritmo ya usual de trabajo.
El Gobierno de México decretó desde el pasado 30 de marzo la «emergencia sanitaria» en el país por el COVID-19, sugiriendo a la población permanecer en casa durante abril y mayo, ante la suspensión de actividades públicas y económicas no esenciales.
Hasta la noche del miércoles, México vio 40 mil 186 casos positivos por el COVID-19, con 4 mil 220 defunciones, desde que anunció el primer registro el 28 de febrero.