El informe destaca los datos de Honduras, Guatemala y México, que antes y después del inicio del confinamiento apenas muestran un cambio en el número de asesinatos.
Viena, 13 may (EFE).- Las restricciones impuestas en todo el mundo contra la expansión de coronavirus redujeron la violencia sólo en aquellos países con ya bajos niveles de criminalidad mientras que se mantuvo estable en regiones donde el crimen organizado y las bandas suelen ser muy activos.
Así se desprende de un informe emitido este miércoles por la Organización de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), elaborado con datos procedentes del primer mes de confinamiento, o sea, entre marzo y abril.
Los datos analizados por esta organización de la ONU con sede en Viena revelan que durante las primeras tres a cuatro semanas de restricciones en los países de Centroamérica el nivel de homicidios se mantuvo estable o vivió en el mejor caso una ligera reducción.
La evolución desigual entre los países de la región, considerada como una de las más violentas del planeta, se debe a diferentes medidas de restricciones tomadas contra el coronavirus.
Los datos indican que algunos actores importantes en la región, como bandas juveniles o el crimen organizado, siguieron «al menos en esta fase» del confinamiento operando con violencia.
El informe destaca los datos de Honduras, Guatemala y México, que antes y después del inicio del confinamiento apenas muestran un cambio en el número de asesinatos.
Por otra parte, en otras regiones, como Norteamérica o Europa Occidental, las medidas de confinamiento o restricción causaron una drástica reducción del nivel de homicidios.
La ONUDD destaca el ejemplo de Italia, donde el número de asesinatos bajó drásticamente en marzo pasado, hasta un tercio del nivel registrado en el mismo mes del año anterior.
Por otra parte, el informe señala que el tráfico de heroína, que suele ser terrestre, se ha visto más afectado por las restricciones que el tráfico con cocaína, que se realiza más a través de rutas marítimas.
Recientes incautaciones de cocaína en puertos europeos demuestran que el tráfico internacional con esa droga sigue activo, concluye la ONUDD en su informe, con el que participa en un estudio más amplio sobre el impacto de la COVID-19 realizado por 36 agencias de la ONU.
El pasado 7 de mayo, la ONUDD ya había informado de que las medidas para luchar contra la pandemia están alterando el mercado de las drogas, abriendo nuevas rutas de tráfico y reduciendo la oferta de algunas sustancias.
Al mismo tiempo, aumenta el riesgo de sobredosis y de que más campesinos en zonas de cultivo, como Sudamérica, que tengan que recurrir a esos cultivos ante la crisis económica.