Migrantes mexicanos en Nueva York, quienes habían lanzado un taller textil para sustentar un proyecto cultural indígena, ahora fabrican cubrebocas para donarlos a los connacionales y a hospitales.
Ciudad de México, 27 de abril (SinEmbargo).- Son indígenas mexicanos procedentes del estado de Guerrero. Hace años llegaron a Nueva York en busca de un mejor futuro. La idea de compartir sus tradiciones, gastronomía, artesanías y lenguas maternas, los llevó a formar un proyecto cultural llamado Ti Toro Miko, y luego a crear un taller textil para sustentarlo, pero la pandemia del coronavirus les cambió sus planes.
Ahora, en plena contingencia por el COVID-19, estos migrantes emprendedores decidieron usar las telas que ya tenían para su proyecto de bolsas ecológicas y producir cubrebocas para donarlos a connacionales en crisis y a hospitales.
¿QUÉ ES TORO MIKO?
Saúl Quizet Rivera Navarro, de 28 años, nació en la comunidad mixteca Yuvanini ubicada en municipio Metlatónoc, uno de los más viejos y pobres de México, enclavado en la Montaña Alta del estado de Guerrero. Hablante de la lengua Tu’un Savi (de la lluvia), hace siete años emigró a Nueva York.
“Por necesidad, porque tengo dos hijos y una esposa, por ellos fue que decidí venir en busca del sueño americano que, pues ese sueño ya ni existe”, platicó en entrevista con SinEmbargo.
La migración, explica, es un fenómeno que siempre existió en su tierra de origen, ya sea internamente en el país o hacía Estados Unidos, pues en un municipio con alto niveles de rezago, pobreza y donde también está al acecho del crimen.
Saúl llegó directo a la zona metropolitana de Estados Unidos, empezó a trabajar como lava platos y posteriormente en otros empleos hasta hace cuatro años que un primo de él lo invitó a formar parte de un negocio de venta de flores. “Vendemos flores en la calle, pero somos independientes”, platicó.
Pero, Saúl quería compartir su lengua materna, las artesanías, sus plantas y la cultura de su pueblo. Fue entonces que desde hace dos años inició el proyecto cultural llamado Ti Toro Miko junto con sus padres – que siguen en la Montaña de Guerrero– y otros migrantes mexicanos.
“A raíz del proyecto muchos paisanos de han identificaron, unos también de Guerrero, otros de otras entidades. Aquí nos conocimos, y les gusto el movimiento”.
A la organización se unieron migrantes mexicanos de diferentes oficios como mecánicos, artesanos, amas de casa, personas que trabajan en la construcción.
Las actividades del proyecto cultural los integrantes las pagaban de sus propios bolsillos, de los ingresos que obtenían cada uno en sus respectivos trabajos, fue entonces que acordaron formar un taller de textiles y producir diferentes productos entre ellos, bolsas ecológicas, para sustentar las labores de Toro Miko.
“El taller fue implementado pensando en los integrantes del proyecto Toro Miko y como una manera de poder sustentar nuestras labores, hacer crecer un fondo y poder realizar varias actividades para el proyecto cultural”, explicó.
CAMBIO DE RUMBO
La crisis por el coronavirus en Nueva York, que ha arrancado la vida de al menos 41 mil 302 personas en todo Estados Unidos, «vino a cambiarnos todos los planes que teníamos y nos puso en una situación muy vulnerable”, explicó Rivera Navarro.
Los integrantes de Toro Miko decidieron entonces que, en lugar de parar sus actividades del taller textil, iban a utilizar las telas para fabricar cubrebocas y donarlos a hospitales y a migrantes que se quedaron sin empleo.
“Nosotros los migrantes indígenas somos uno de los sectores más marginados con el COVID 19”, detalló Saúl.
La iniciativa fue lanzada hace dos semanas y el taller ha fabricado cerca de mil 560 cubrebocas que se han donado a dos sectores: hospitales y a connacionales con bajos recursos. “Se están donando a los hospitales que tanto lo requieren: hay varias donaciones que se han hecho a los hospitales”, dijo Saúl.
Al respecto, detalló que los cubrebocas pasaron un proceso de verificación para ser avalados por el Departamento de Salud de Nueva York.
El activista detalló que también lanzaron la convocatoria para ofrecer los cubrebocas a migrantes sin recursos, “porque entendemos que hay personas que no tienen la posibilidad de pagarlos porque muchos hemos perdido trabajos aquí”.
Saúl explicó que en la fabricación de los cubrebocas lo realizaron por su cuenta y con las propias telas que ya tenían en el taller y que ahora se han terminado, por lo que llamaron a interesados en hacer donativos ya sea de tela o económicos a contactarlos a través de sus redes sociales o su página en Facebook, Ti Toro Miko.
Marco Castillo, de la Red de Pueblos Transnacionales, una organización que agrupa a comunidades de mexicanos e indígenas en Nueva York, platicó en entrevista con SinEmbargo que la crisis de coronavirus ha mostrado la profunda desigualdad en la que están inmersos la mayoría de los mexicanos en el exterior, principalmente en Estados Unidos.
El activista explicó que la comunidad latina, conformada principalmente por mexicanos, aunque “son también la base de la pirámide productiva”, justo en estos momentos sufren una severa crisis de desempleo.
“Te puedo decir que la mayoría de ellos ya no tiene trabajo, porque a pesar que están en industrias en las que tienen que seguir trabajando, la reducción de personal ha sido muy alta. Entonces la mayoría de ellos lo que están enfrentando ahorita es a la enfermedad y el desempleo. La incertidumbre para lo que viene es fuerte, ahorita lo que hay es temor de ir al hospital, temor al futuro al corto y largo plazo. Yo creo que son pocas las familias que mantienen un empleo”, señaló el activista.
Saúl Rivera coincidió en que los connacionales latinos son uno de los grupos a quienes más ha impactado la crisis.
“Hay muchas personas que están preocupadas porque, aunque hayan cancelado el cobro de las rentas por el momento, muchas personas, sobre todo los migrantes sabemos que aquí vivimos al día y al día, entonces la preocupación no es la renta tal vez, sino que se les están acabando los alimentos y no tienen como solventar esas necesidades”, dijo.
Un estudio realizado por la CUNY Graduate School of Public Health & Health Policy (CUNY SPH) a mil residentes de Nueva York concluyó que las comunidades latinas son las más afectadas en la pérdida de empleos pues al menos en el 41 por ciento de los hogares uno de sus integrantes había perdido su empleo en las últimas semanas. En tanto que solo 24 por ciento de los hogares blancos y asiáticos, y el 15 de los encuestados negros dijeron lo mismo.
De acuerdo con el estudio, la mayoría de las personas en hogares que ganan menos de 50 mil dólares al año, informaron haber perdido un trabajo. Mientras tanto, el 42 por ciento de las personas con dos o más hijos perdieron un trabajo, en comparación con el 27 por ciento de aquellos hogares con uno o sin hijos.
“Es probable que, debido a la comunidad hispana, muchos están en trabajos de servicio como restaurantes u hoteles”, dijo el profesor Scott Ratzan , investigador principal de CUNY SPH, quien dirigió la encuesta, informó la institución en un comunicado de prensa.