La 93 edición de los Óscar está previsto que se celebre el 28 de febrero de 2021 en el Dolby Theatre de Los Ángeles (EU).
Los Ángeles, 20 marzo (EFE).- La Academia de Hollywood indicó este jueves que su prioridad ahora mismo es ayudar a los miembros de la industria cinematográfica durante la crisis por el coronavirus y aseguró también que no descarta cambios en los Óscar por los efectos de la pandemia.
«La Academia está enfocada en ayudar a nuestra plantilla, nuestros miembros y la industria a abrirse camino en esta crisis de salud global y económica», señaló un portavoz de la Academia en un comunicado remitido a Efe.
«Estamos en el proceso de evaluar todos los aspectos de este incierto panorama y qué cambios quizá tengan que hacerse. Estamos comprometidos a ser ágiles y previsores mientras discutimos qué es lo mejor para el futuro de la industria y haremos más anuncios en los próximos días», añadió.
La 93 edición de los Óscar está previsto que se celebre el 28 de febrero de 2021 en el Dolby Theatre de Los Ángeles (EU).
Pero uno de los interrogantes que se abren debido a la pandemia del coronavirus es si los Óscar deberían modificar los requisitos para que una película pueda ser candidata a las estatuillas.
Quizá el más relevante en estos momentos se refiere a la obligatoriedad de que una cinta que quiera entrar a la carrera deba exhibirse al menos durante una semana en un cine comercial del condado de Los Ángeles (EU) durante el año natural que precede a la gala (esto es, que se vea en 2020 para poder estar en la ceremonia de 2021).
Esta regla no se aplica a algunas categorías concretas de los reconocimientos como mejor película internacional o mejor cinta de animación.
La condición de los Óscar de que una película tenga que pasar por las salas obligó a plataformas como Netflix a que sus cintas con aroma de premios, como Roma (2018) o The Irishman (2019), tuvieran un recorrido por los cines más o menos extenso y que no se estrenaran exclusivamente en los servicios digitales.
Pero con los cines actualmente cerrados en Los Ángeles (y en muchas otras partes del planeta), cabe preguntarse si los Óscar tendrán que buscar una alternativa o solución para que el requisito de exhibición en la pantalla grande no deje fuera de los galardones a muchas películas cuya distribución ahora mismo es toda una incógnita.
Hollywood ha bajado la persiana debido a la crisis global desatada por el COVID-19 y ha retrasado o suspendido sin fecha numerosos estrenos inminentes como los de No Time to Die (James Bond), F9 (Fast & Furious), Mulan, Black Widow, A Quiet Place Part II, The Woman in the Window o The New Mutants.
La industria también ha tenido que detener los rodajes de grandes producciones cinematográficas como los de las cuatro secuelas de Avatar, Mission: Impossible 7, Jurassic World: Dominion, The Batman o la nueva cinta de The Matrix, entre muchas otras.
La crisis también se ha dejado notar en la cancelación o aplazamiento de citas tan importantes del calendario fílmico como el Festival de Cannes (Francia) o el Festival South by Southwest SXSW y el Festival de Cine de Tribeca (ambos en EU).
El número de casos globales de COVID-19 se elevó hoy a 207 mil 860 y los muertos ya superan los 8 mil 600, según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS).