El titular del Fonatur afirmó que la queja de CRIPX y la resolución judicial no tienen proporción, debido a que la organización se puede expresar y protestar. Afirmó que son “un grupo de que no les gusta el desarrollo ni el avance» de no más de 10 personas y no son las comunidades indígenas. “Yo he conversado con ellos y además las comunidades se expresaron a favor del proyecto en la consulta», dijo.
Ciudad de México, 4 de febrero (SinEmbargo).- Rogelio Jiménez Pons, director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), reconoció que el proyecto del Tren Maya sí tiene una suspensión provisional, pero negó que el Gobierno haya sido notificado. Dijo que ha tenido contacto con las comunidades indígenas y aprueban la construcción y que el amparo promovido responde a intereses que no corresponden a los de los pueblos originarios.
El 14 de enero, comunidades indígenas de la península de Campeche, agrupadas en el Consejo Regional Indígena y Popular de Xpujil (CRIPX) fueron notificadas de la suspensión provisional del proyecto por violaciones a sus derechos cometidas durante la consulta hecha por el Gobierno Federal.
Ante la resolución Jiménez Pons dijo a la agencia de noticias del Estado Mexicano (Notimex) que la jueza se excedió en sus atribuciones. “Esto sí afecta la generación de trabajo, porque el Tren Maya tiene una parte ya construida, la que va de Palenque a Valladolid, que son 730 kilómetros aproximadamente», puntualizó.
El amparo fue interpuesto el 6 de enero por las comunidades indígenas debido a que consideraron que la consulta para la edificación de la vía férrea se simuló, puesto que estas se llevaron a cabo en asambleas informativas y consultivas en las que participaron representantes de las comunidades indígenas y buscaban, según el CRIPX, obtener la aprobación.
El titular del Fonatur afirmó que la queja de CRIPX y la resolución judicial no tienen proporción, debido a que la organización se puede expresar y protestar. Afirmó que son “un grupo de que no les gusta el desarrollo ni el avance» de no más de 10 personas y no son las comunidades indígenas. “Yo he conversado con ellos y además las comunidades se expresaron a favor del proyecto en la consulta», dijo.
Para Jiménez Pons el conflicto se debe a una contexto de intereses políticos debido a que la mayoría de la población está a favor de la construcción del Tren Maya y quienes se oponen son un grupo que patrocinado “no sabemos por quién”. “Es muy extraño”, refirió ante la suspensión provisional conseguido por “un grupito”.
“Este proyecto tiene legitimidad porque fue una propuesta de campaña del Presidente Andrés Manuel López Obrador y está avalado en el Plan de Gobierno de esta administración, que cuenta con el apoyo de los 30 millones de personas que votaron por ese plan», destacó.
También se refirió a la opinión de otras comunidades que, dijo, no se encuentran sobre el trazo del Tren. En el caso de Oxchuc dijo que las comunidades zapatistas se han pronunciado en contra del proyecto, sin embargo, “no tiene que ver con el Tren Maya, el tren no pasa por territorio zapatista”.
Afirmó que el Gobierno recurrirá a las instancias legales necesarias para “defender el proyecto” en caso de ser notificado, pero por el momento “todo es mediático, todo es distorsión”.
Jiménez Pons delineó que alguno de los intereses que puede haber en contra de uno de los planes centrales para el Gobierno Federal, es que se retiren miles de camiones de las carreteras, pero afirmó que la meta de la Administración es generar desarrollo y crecimiento.