De acuerdo con la Comisión Nacional de Arbitraje Médico, en el sector público, el IMSS es el hospital que más quejas recibió de usuarios en 2019, con un total de 490. Don Luis, de 61 años, fue uno de los cientos de pacientes que en sus últimos días fue víctima de negligencia en los hospitales del instituto, denunció su familia. En 17 días fue operado cuatro veces por cirujanos que nunca le informaron su estado real de salud. Ya no salió del hospital hasta que murió. Ahora su familia busca justicia.
Ciudad de México, 9 de febrero (SinEmbargo).– Don Luis (nombre ficticio a petición de la familia) llegó a la clínica 32 del Instituto México del Seguro Social (IMSS), en Coapa, Ciudad de México, con un absceso en el recto. Fue directo al área de urgencias porque su dolor era insoportable, pero ahí no podían atenderlo. Tuvo que esperar sentado –porque tampoco había camillas– hasta ser trasladado a otro hospital. A partir de ahí comenzaron 17 días de un infierno para él y su familia. Fue operado cuatro veces por cirujanos que nunca les informaron su estado real de salud. El hombre de 61 años ya no salió del nosocomio hasta que murió, el pasado 9 de enero, denunció su hija.
Fernanda (nombre ficticio de su hija, quien prefiere mantener el anonimato para no afectar el proceso jurídico por negligencia) aseguró en entrevista que desde que su papá llegó en estado grave a la clínica 32 del IMSS, el 23 de diciembre del año pasado, fue víctima de la negligencia por parte de los médicos, una acción que continuó y se agravó en el Hospital General de Zona 1-A “Dr. Rodolfo Antonio de Mucha Macías”, anteriormente conocido como “Los Venados”.
«Cuando mi papá llegó al hospital ni si quiera le dieron una camilla, sino una silla de ruedas porque no había lugar en las camas, no lo canalizaron, no le dieron medicamentos, no le hicieron estudios y el diagnóstico se lo dieron con una revisión rápida», explicó Fernanda.
En el Hospital General de Zona 32 del IMSS, ubicado en la Alcaldía de Coyoacán en la Ciudad de México, le dijeron que no lo podían atender, que lo iban a trasladar a otra clínica, pero no sabían a cuál. A Don Luis, de 61 años y diabético, lo dejaron sentado durante varias horas sin darle algún medicamento que mitigara su dolor.
«Mi papá tenía un dolor severo en los glúteos, tenía rozaduras y uno de los orificios estaba infectado. En la clínica le dijeron a mi mamá que traía un folículo enquistado y que necesitaba cirugía, pero ya no le dijeron nada más, solo que había que trasladarlo a otro hospital, pero hasta el día siguiente», señaló Fernanda.
A la mañana siguiente, 24 de diciembre, los médicos le dijeron a don Luis y a su esposa que sería trasladado al hospital Rodolfo Antonio de Mucha Macías. Pasaron las horas y el papá de Fernanda seguía grave y sin ser llevado a otra clínica del IMSS. Su esposa se dirigió con el jefe del área de Urgencias, que le informó que sería hasta el 25 cuando lo trasladarían; sin embargo, ese mismo día don Luis salió de la clínica 32 sin que a la familia se le notificara.
«Eran como las tres de la tarde y mi mamá no había recibido noticias de mi papá y entonces buscó al Jefe de Urgencias y le dijo que el traslado ni siquiera lo habían solicitado, que iba a ser hasta el 25 de diciembre», destacó Fernanda. «Mi mamá estaba afuera de la Sala de Espera y de repente vio cómo sacaban a mi papá en una camilla, entonces salió corriendo y les dijo: ‘oigan, él es mi familiar’. Y se subió a la ambulancia con ellos. Si mi mamá no hubiera estado al pendiente se hubieran llevado a mi papá solo».
Cuando llegaron al hospital de «Los Venados», se bajaron de la ambulancia el doctor, Don Luis y su esposa. Al señor lo dejaron en la camilla, afuera de la clínica junto con su esposa para que lo cuidara, mientras el médico realizaba los trámites de entrega del paciente y hasta que algún médico disponible lo ingresara formalmente.
La mamá de Fernanda tuvo que esperar afuera de la clínica, cuidando de su esposo y de la camilla para que no se la llevaran porque el médico de la clínica 32 del IMSS quien los acompañó al hospital de «Los Venados» les dijo que tenían que llamar a la ambulancia y avisarles cuando la camilla se desocupara, es decir, cuando su papá fuera ingresado al nosocomio.
«Dejaron a mi papá en la camilla con mi mamá y entró el doctor para avisar, luego salió y dijo que ya había entregado al paciente y que mi mamá se tenía que esperar afuera con mi papá y cuidar la camilla de la ambulancia para que no se la llevaran, pero además, ya que lo ingresaran le tenían que llamar al de la ambulancia y avisarle que ya estaba libre la camilla para que la fueran a recoger. O sea que era responsabilidad de mi mamá cuidar la camilla», detalló Fernanda.
La familia de don Luis ya había pasado dos días recibiendo una mala atención por parte de los médicos y personal del IMSS. Sin embargo, al ser trasladado a la clínica de «Los Venados» su calvario se agravó. Fueron 15 días más de constatar la negligencia que padecen cientos de pacientes y sus familiares en los servicios de salud públicos de México.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (Conamed), que apoya a los usuarios de los servicios de salud para que puedan presentar una queja por probables actos u omisiones derivados de la prestación de los servicios médicos, en 2019 recibieron un total de 1,156 quejas de pacientes atendidos en hospitales públicos y privados.
En el sector público, el IMSS es el hospital que más recibió quejas de usuarios el año pasado, con un total de 490, de las cuales, 155 fueron concluyentes (concluidas por firma de convenio de conciliación y emisión de laudo) y 334 no concluyentes (las que son concluidas, pero no conciliadas).
Otros usuarios de hospitales públicos como el ISSSTE (129), ISSSTE Estatal (1), Pemex (20), Semar (1), Sedena (9), Servicios Médicos del Transporte Colectivo Metro (1), hospitales federales de la Secretaría de Salud (35), servicios estatales de salud (8) y Secretaría de Salud de la Ciudad de México (28) también reportaron quejas a la Conamed, el órgano desconcertado de la Secretaría de Salud creado por decreto presidencial el 3 de junio de 1996.
El IMSS precisó a SinEmbargo que las quejas médicas no se clasifican como negligencia médica. No obstante, durante el mes de enero de 2020 recibieron 270, mismas que están en proceso de atención.
«MI PAPÁ YA NO SALIÓ DEL HOSPITAL»
Era el día 24 de diciembre de 2019 cuando Don Luis finalmente fue ingresado al hospital «Los Venados» para ser atendido, sin embargo, su familia no tuvo noticias de él sino hasta el 25.
«El miércoles 25 las enfermeras empezaron a nombrar a los pacientes para que sus familiares los visitaran, pero nadie dijo el nombre de mi papá, entonces mi mamá se acercó a la enfermera y les preguntó qué había pasado con mi papá y la respuesta fue: ‘pues aquí no está, igual se fue, búsquelo por ahí'», narró Fernanda.
Al escuchar la respuesta de la enfermera, la esposa de Don Luis se dirigió al área de Admisiones y ahí le dijeron que su esposo estaba ya en una cama, que lo habían subido y le dieron el pase se visita. Fue hasta ese momento cuando la mamá de Fernanda vio físicamente a su esposo, quien seguía muy grave.
«Mi mamá vio a mi papá y él se sentía muy mal, tenía mucho dolor y estaba muy ansioso. No sabemos si ya le habían puesto medicina, solo tenía suero. No sabíamos si le habían dado de comer o puesto insulina. No sabíamos nada», detalló Fernanda.
En la Jefatura de Cirugía le dijeron a la mamá de Fernanda que de Don Luis estaba grave y que tenía que ir a cirugía para que le hicieran un lavado quirúrgico, pero nunca le dieron detalles delo que tenía su esposo, ni antes ni después de la operación.
«Llegó mi mamá y solo vio al anestesiólogo. Lo único que le explicaron era lo del bloqueo (alternativa a la anestesia general), nunca salió el cirujano para decirle a mi mamá qué era lo que le iban a hacer a mi papá», destacó Fernanda. «Ya que terminó la operación salió el cirujano y lo único que le dijo era que todo había salido bien; que tenía una infección muy fuerte y que le habían hecho una limpieza, pero no le dio detalles de lo que le habían hecho a mi papá».
El 26 de diciembre Don Luis seguía con mucho dolor, ya le había pasado el antibiótico y analgésicos, pero a la familia nunca le dijeron qué medicamentos le habían dado y no los dejaron ver su historia clínica.
A parte del lavado quirúrgico que le hicieron a Don Luis, las enfermeras le hacían un lavado diario y estaban valorando si se tenía que hacer una colostomía (procedimiento quirúrgico donde se conecta una bolsa directo al intestino para que por ahí salgan todos los desechos), es decir, volver a operarlo.
«A mi papá le levantaron el escroto y los testículos los tenía afuera, yo no sé si es procedimiento estuvo bien hecho. Estamos en espera de que nos entreguen la historia clínica», contó Fernanda.
Después de esa segunda operación vinieron otros dos más, cuatro en total. Los médicos le decían a la familia que la infección iba cediendo, pero ellos no veían mejoría en Don Luis. «Mi papá ya no salió del hospital hasta que murió», recordó su hija. «Mi papá se sentía mal y estaba débil. Le dijo a mi mamá que le estaban haciendo curaciones muy dolorosas».
La familia de Don Luis afirma que en todas las operaciones que le realizaron en el IMSS no se les informó los detalles, incluso en una de ellas lo bajaron directo al quirófano sin que sus familiares firmaran el consentimiento.
«El martes 31 de diciembre cuando llegó mi mamá al hospital mi papá no estaba en su cama, entonces la enfermera le dijo que ya lo habían bajado a cirugía, pero ahora mi mamá no había firmado ningún consentimiento y la enfermera le dijo que mi papá lo había firmado, pero se supone que por ley tiene que firmar un familiar», mencionó Fernanda.
El miércoles 8 de enero, después de 16 días de estar sometido a ayunos por sus operaciones, la salud de Don Luis había empeorado. Le llevaron de desayunar, pero ya no pudo comer. Ese día le avisaron a la familia que le iban a hacer una tomografía porque al parecer tenía un tumor en el recto. «Esto se lo dicen a mi mamá después de cuatro veces que operaron a mi papá en el recto», señaló Fernanda.
En su desesperación al ver que los médicos del hospital «Los Venados» no le daban la atención adecuada a su papá, la joven escribió un mensaje en Twitter dirigido a la cuenta oficial del IMSS:
«M papá ha sido muy mal atendido en el hospital Venados. Le hicieron una colostomía mal y desde el domingo lo tienen en ayuno y no lo atienden, es diabético y ya no reacciona. Ayúdenme a RT, se está muriendo y no hay quien lo atienda».
El tuit que mandó Fernanda comenzó a moverse en la Red y fue hasta ese momento cuando el subdirector del hospital subió a ver a su papá.
Pero Don Luis ya estaba muy grave, inconsciente. Los médicos ya no pudieron hacer nada, ni radiografía ni tomografía. Falleció el jueves a las 3:45 de la madrugada.
La familia contó a SinEmbargo que Don Luis, sabiendo que era diabético y de las consecuencias de que en una operación pudiera quedar en mal estado de salud, les dijo que no realizaran medidas heroicas.
«El médico le dijo a mi mamá que en caso de que sobreviviera a la operación no lo podían entubar enseguida y eso ya caía en las medidas heroicas que mi papá no quería. Mi mamá le dijo que no, el médico la hizo sentir mal que porque no era una decisión de ella sino de mi papá, pero mi mamá le dijo que mi papá ya lo sabía decidido y habían hablado. A mi papá le pusieron un nebulizador para que ya no se ahogara tanto», recordó Fernanda.
PIDEN JUSTICIA
La familia de Don Luis ahora busca justicia. Sospechan que desde la primera operación los médicos lo dejaron en mal estado y dañaron otras partes de su cuerpo. Solicitaron al IMSS la historia clínica de su paciente, pero a más de un mes no han tenido respuesta.
«Les mandé mensaje al IMSS para que se comunicaran conmigo, no me respondieron y les volví a mandar mensaje público y les pedí que me dieran la historia clínica de mi papá y me dijeron que necesitaba meter una carta y hacer todo un papeleo para que me la dieran y estoy ahorita en ese proceso», detalló Fernanda.
SinEmbargo contactó al IMSS para saber cuál es el procedimiento que sigue el instituto cuando recibe alguna queja por negligencia médica.
De acuerdo con la información proporcionada por el IMSS, a través del área de Comunicación Social, el instituto a cargo de Zoé Robledo Aburto realiza «un procedimiento de investigación de las quejas recibidas, a través del cual se realiza un dictamen de investigación médica por personal perito en la materia y derivado de ello, las Comisiones Bipartitas de las delegaciones, las Juntas de Gobierno de las UMAE y la Comisión Bipartita del Honorable Consejo Técnico, emiten un acuerdo resolutivo para atender a cada una de las peticiones realizadas por los quejosos».
El IMSS precisó que una vez emitido el acuerdo correspondiente, éste es notificado a los quejosos y en caso de que existan acciones a realizar son las delegaciones y unidades médicas las encargadas de dar seguimiento a dichos acuerdos.
Sobre los médicos sancionados por negligencia médica, el IMSS detalló que en el caso de que se emita un acuerdo en sentido procedente, la autoridad correspondiente da vista al Órgano Interno de Control para que realice una investigación en su caso.
El instituto aclaró que cuenta con varios canales de recepción para las quejas de los derechohabientes. «Existen Módulos de Atención al Derechohabiente con personal técnico altamente capacitado, especializado y humano, que puede gestionar una solución inmediata a la problemática planteada o bien recibir la queja para su atención. Asimismo, existen varios canales adicionales de atención, tales como vía telefónica, correo electrónico y redes sociales, y a través de las demás instancias gubernamentales».
Pero estos canales de atención no funcionaron para la familia de Don Luis, señaló Fernanda, su hija, por lo que ahora buscan justicia para que la muerte de su papá no quede impune y no se repitan más casos de negligencia dentro de las clínicas del IMSS.
Si bien asegura que el día de la muerte de su papá los médicos intentaron operarlo por última vez y ya no se hizo nada porque eso era ir contra la voluntad de Don Luis, los días anteriores vivieron un infierno, con cuatro operaciones en las que no les dieron detalles del estado de salud real de su paciente.
Fernanda y su familia ahora buscan aclarar qué fue lo que pasó con su papá en esas operaciones. Afirman que no descansarán hasta tener la historia clínica de Don Luis y lucharán para que lo que les pasó a ellos no se repita en más familias mexicanas.
«Lo que buscamos como familia es evitar que esto siga pasando, no queremos que más familias como nosotros pasen lo mismo. Son millones de doctores en el IMSS y nunca te dicen nada, a mi mamá le acabaron diciendo que la infección de mi papá nunca había cedido, que más bien se había extendido, cuando los médicos le habían dicho que estaba cediendo. Fue una mentira», dijo Fernanda.
«Nosotros buscamos que dejen de mandar el dinero a lugares donde no se debe y que lo manden al sistema de salud», agregó.
El 2019 no fue un año bueno para el IMSS que dirige Zoé Robledo, diversas protestas de padres de familia con niños con cáncer hicieron crisis dentro de la institución debido al desabasto de medicamentos. A esto se le suman los casos de negligencia médica y falta de unidades hospitalarias para atender a la población.
De acuerdo con el presupuesto autorizado para el ejercicio fiscal 2020, al Instituto Mexicano del Seguro Social se le asignaron recursos por 825 mil 62.8 millones de pesos, de los cuales 53 mil 611 millones se destinarán a medicinas, productos y suministros médicos.