Julián, que en ese entonces tenía 37 años, salió a comprar más material pues estaba construyendo una cabaña de madera que le habían encargado; sin embargo, nunca volvió.
Estado de México, 30 de diciembre (AFondo).- Desde hace más de dos años, familiares buscan a Julián, quien desapareció sin dejar rastro después de salir a comprar material para terminar la construcción de una cabaña, en la colonia Ojo de Agua, municipio de Tecámac, Estado de México.
Julián Hernández Olvera, que en ese entonces tenía 37 años de edad , salió de Chignahuapan, Puebla, hacia el mencionado municipio, donde fue contratado para la construcción de una cabaña de madera. Sin embargo, fue el 14 de agosto del 2017 que se supo salió de la propiedad a comprar material para seguir con la edificación y ya no regresó.
Sus familiares dieron a conocer que sorpresivamente perdieron contacto con Julián, el hombre que se dedicaba a dar mantenimiento a viviendas, lo que provocó su angustia, esto después de que por varios días no pudieron localizarlo a través de su celular, que ya se mantuvo apagado.
Al no tener noticias de él, decidieron trasladarse a ese municipio para buscarlo, pero no lograron localizarlo. Sólo les informaron que ya no regresó después de salir a comprar un material.
Así, dijeron, comenzó su búsqueda y se presentaron en el Centro de Justicia de San Cristóbal, para iniciar la denuncia, empero, los enviaron a la Fiscalía de Personas Desaparecidas ubicada en San Agustín, donde les realizaron la carpeta de investigación, caso al que aseguraron, no le tomaron interés.
Además, recordaron que en ese entonces también acudieron a la Célula de Búsqueda de la Policía Municipal de Ecatepec, donde tampoco obtuvieron resultados.
Angustiados por saber el paradero de Julián, también se trasladaron al MP de Tecámac a solicitar los videos de las cámaras de la zona de donde Julián había desaparecido, mismos que fueron entregados a personal del Ministerio Público de San Agustín, los cuales, aseguran, sólo guardaron para no investigar.
Aunado a esto, dijeron que también personal de esa Fiscalía mantuvo extraviado el expediente, como si protegieran a alguien, y a consecuencia de eso, los familiares nunca obtuvieron de parte de esa dependencia un avance en la investigación.
Los familiares efectuaron las pruebas de ADN en la Ciudad de México, y de ahí las enviaron a San Agustín, donde también estuvieron perdidas por algunos días.
Comentaron que se han enfrentado a un proceso lleno de anomalías, esto porque las autoridades sólo les han puesto pretextos para investigar y por eso no hay avances ni pistas del paradero de Julián.
Refirieron que todas las semanas visitan Semefos y hospitales, sin tener noticias de él, que ya estaba a punto de terminar el trabajo para el que lo contrataron.
Recalcaron que han transcurrido más de dos años y los encargados de la investigación archivaron el expediente y se olvidaron de cumplir con su trabajo.
Finalmente, aseguraron que ante la apatía de la Fiscalía General del Estado de México (FGJEM) —que no los han apoyado en nada y omitieron revisar las sábanas de llamadas del teléfono móvil del desaparecido— continuarán su lucha hasta localizar a Julián, porque se encuentran preocupados al no saber qué le pasó.