En un ambiente de exigencia en los entrenamientos y de poca aparición en las alineaciones, Diego Lainez, de 19 años, siempre ha mantenido la actitud discreta, silenciosa y receptiva que tanto valoran los entrenadores y en ello ha estado siempre arropado por pesos pesados del vestuario verdiblanco como su compatriota Andrés Guardado.
Sevilla (España), 16 dic (EFE).- El mediapunta mexicano del Betis Diego Lainez ha aparecido en los dos últimos partidos del equipo verdiblanco ante el Athlétic de Bilbao y el Espanyol para reivindicarse y pedir sitio en vísperas de que se abra el mercado de invierno y el talentoso centrocampista de Villahermosa pudiera salir cedido en busca de minutos.
Llegado al Betis en el mercado invernal de la pasada temporada procedente del América de su país, Diego Lainez no ha disfrutado hasta el momento de la necesaria continuidad para desarrollar su fútbol de encare y desparpajo que mostró desde que puso por vez primera la camiseta del Betis, quien pagó por él catorce millones de euros.
Desde el primer momento, tanto Quique Setién, su entrenador de la pasada temporada, como Joan Francesc Ferrer ‘Rubi’ el técnico bético de la actual, alabaron las potencialidades del juego del mexicano, aunque también coincidieron en la necesidad de que asimilara más conceptos tácticos y mayor disciplina defensiva.
En ese ambiente de exigencia en los entrenamientos y de poca aparición en las alineaciones, Diego Lainez, de 19 años, siempre ha mantenido la actitud discreta, silenciosa y receptiva que tanto valoran los entrenadores y en ello ha estado siempre arropado por pesos pesados del vestuario verdiblanco como su compatriota Andrés Guardado.
Rubi ya ensalzó a comienzos de esta temporada las virtudes de Lainez, «sin ninguna duda un grandísimo jugador con un crecimiento exponencial muy grande, con muchísimo recorrido» y, aunque precisó que quizás le cuesta «implicarse en aspectos defensivos», no lo cambiaba por otro jugador y debía esperar su momento.
Ese momento le llegó al de Tabasco en el partido del Betis ante el Athletic de Bilbao en el Benito Villamarín, en el que una lesión de última hora del internacional francés Nabil Fekir le abrió las puertas de la titularidad por primera vez en esta temporada y no defraudó en los más de setenta minutos de la victoria bética por 3-2.
Esta actuación fue refrendada ayer en el RCDE Stadiumde Barcelona ante el Espanyol, en el que jugó la media hora final en sustitución también de Fekir e hizo gala de su fútbol de desborde y seguridad en el pase, en el que firmó un cien por cien de acierto.
Este buen momento, sin embargo, no garantiza la continuidad de Lainez, con contrato hasta 2024 con el Betis, por la enorme competencia que el joven valor mexicano tiene en la mediapunta bética, en la que se tiene que ganar sus minutos con jugadores comol Fekir, Sergio Canales, Joaquín Sánchez o el portugués William Carvalho.
Fue Andrés Guardado quien, tras el acto de su renovación por el Betis hasta 2022, vaticinó que su compatriota «es un talento que va a explotar muy pronto», aunque no quiso pronunciarse sobre la posible salida del joven atacante como cedido.
«Quiero lo mejor para Lainez. Yo no influí para que viniera, se convenció solo. Ahora tampoco voy a influirle para tomar una decisión muy importante para su carrera. Si digo lo que creo que es mejor para él, solo voy a desestabilizarlo», dijo Guardado.
Tras jugar la pasada temporada pasada dieciséis encuentros oficiales, cuatro de ellos como titular, en los que marcó un solo gol, al Stade Rennais francés en la ida de los dieciseisavos de final de la Liga Europa, en ésta lleva disputados 171 minutos en los ocho partidos en los que ha sido alineado por Rubi.