Empresas de suministración de electricidad (incluida la Comisión Federal de Electricidad), pequeños productores, así como aquellas empresas que suministran electricidad para ellas mismas, están obligados a adquirir CELs del mercado para mitigar el consumo que también hacen de electricidad generada con combustibles que dañan el ambiente.
Por Juan Luis García
Ciudad de México, 5 de diciembre (EconomíaHoy).- La Cuarta Transformación se alejará de la lucha contra el cambio climático si entra en efecto la disposición de la Secretaría de Energía (Sener), temporalmente suspendida por un juez, de cambiar las reglas de los Certificados de Energías Limpias (CELs).
La medida desincentiva la creación de nuevos proyectos de generación de luz que sustituyan el uso de combustibles por fuentes renovables como la eólica o solar, sostuvieron especialistas.
«No es que la CFE quiera Certificados de Energías Limpias, es que Manuel Bartlett y su equipo quieren destruir los proyectos de energías renovables y el mercado», dijo Miriam Grunstein, experta de la firma Brilliant Energy Consulting.
¿QUÉ SON LOS CELS?
Un CEL es un título o bono, cuyo precio se fija a valor del mercado (a 18 dólares en 2018), que un generador de electricidad puede poner en un mercado específico. Un CEL equivale a un 1 megavatio-hora (MWh) de luz, generado con energías renovables como puede ser la eólica, solar, hidráulica, entre otras.
«¿Qué hacen los generadores de energías limpias? Ponen en el mercado los certificados para que los usuarios que usan hidrocarburos en su consumo, por ejemplo, una vidriera, una acerera, que evidentemente va a consumir energía con hidrocarburos, puedan comprar CELs y así también el derecho a comprar energía contaminante», ejemplificó Grunstein.
Empresas de suministración de electricidad (incluida la Comisión Federal de Electricidad), pequeños productores, así como aquellas empresas que suministran electricidad para ellas mismas, están obligados a adquirir CELs del mercado para mitigar el consumo que también hacen de electricidad generada con combustibles que dañan el ambiente.
En 2016 se estableció que este año dichos consumidores debían adquirir CELs correspondientes al 5 por ciento de su consumo total de electricidad. Si una empresa en una planta consumía 150 mil MWh por día, el punto de carga tendría que adquirir 7 mil 500 CELs, de acuerdo con un ejemplo de la Sener.
CAMBIO DE REGLAS
A finales de octubre, la Sener emitió un cambio de reglas en el Diario Oficial de la Federación para que las viejas plantas de la CFE pudiesen recibir CELs y colocarlos en el mercado.
Esto pese a que la reforma Energética en 2013, que le dio vida a los CELs, establecía que esta facultad sería para aquellas plantas eléctricas de energías limpias que inicien operaciones a partir del 11 de agosto de 2014, y para aquellas plantas de la CFE que iniciaran algún proyecto para aumentar la producción de energía limpia después de esa fecha.
«Es un problema de retroactividad, el cambio de reglas afecta a proyectos existentes y de acuerdo a la Constitución no se puede», detalló Grunstein.
Así, con las nuevas disposiciones la empresa productiva del Estado se convierte en la que tiene mayor posibilidad de recibir CELs en sus plantas y ponerlos en el mercado.
«Dicen (las autoridades) que ahora se va a generar un mercado con igualdad de condiciones, pero por otro lado, lo que creas es que el jugador con mayor cantidad de CELs en el mercado (la CFE) puede influir en el precio, modificarlo y asentarlo», explicó Paul Alejandro Sánchez Campos, director de Ombudsman Energía México, A.C.
Dado que la CFE ya cuenta con plantas de generación de luz con energías limpias, especialmente de generación hidráulica, se pierde el incentivo para que empresas y la propia CFE construya nuevas plantas de energías limpias, y así alcanzar las metas que el Acuerdo de Paris, del cual México es firmante, para que el país reduzca las emisiones de gases de efecto invernadero.
En 2018 la generación de energías renovables en el país representó 24 por ciento, del total; y la meta al 2024 es 35 por ciento, de acuerdo con la Estrategia Nacional de Energía 2012-2026.
La facultad de las plantas de la CFE para adquirir CELs crearía una sobreoferta en el mercado, lo cual haría que los precios de estos títulos bajen, explicó Grunstein.
Hasta julio, se habían colocado en el mercado alrededor de 12 millones de estos títulos, sin embargo, por sí solas, plantas de la CFE como la central nuclear de Laguna Verde podría colocar 10 millones de estos certificados. No hay un límite de certificados que se puedan colocar en el mercado, ya que crecen conforme a la generación de energía.
«Al inicio, los CELs en el mercado se encontraban en 25 dólares por CEL, ahorita ya los últimos los encontrabas en 18, 20 dólares. Lo que estamos estimando es que se puede caer de 10 a 5 dólares en el corto plazo y en el largo plazo ya no sabemos qué pueda pasar», explicó Sánchez.
AFECTADOS
Entre los jugadores que colocan CELs en el mercado, además de la CFE, se hallan empresas privadas que iniciaban proyectos como parques eólicos, así como grandes generadoras que apostaban por vender a la CFE, detalló Sánchez.
El mes pasado, Bloomberg dio a conocer que entre las empresas inconformes con la decisión de la Sener se encontraban la energética estadounidense AES; el gigante italiano Enel; la firma francesa Electricite de France; Cubico Sustainable Investments del Reino Unido; así como Zuma Energia y Balam Fund, ambas con sede en México.
Éstas estaban entre las empresas que presentaron amparos contra el cambio de reglas. Los recursos legales sumarían 20, de acuerdo con la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex). El 22 de noviembre, Martín Santos Pérez, juez octavo de Distrito en Materia Administrativa, decidió suspender la decisión de la Sener para analizar las implicaciones de esta medida.
Sin una resolución legal, ni la voluntad de la Sener de cambiar de parecer. El futuro de las energías limpias en México sigue siendo una moneda al aire.
«No sabemos qué pasará mañana, pueden cambiar las reglas con una pluma», dijo Sánchez.