En el contingente apareció el Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro quien dijo que él participó como ciudadano, nada tiene que ver con sus funciones.
Por Aarón Ibarra
Culiacán, 27 octubre (RíoDoce).- Unidos, primero fueron decenas y luego cientos. Unidos al grito de paz, poco a poco los culiacanenses atendieron la cita para la marcha pacífica #CuliacánValiente. Primero decenas, luego cientos y la culminaron miles.
La calle poco a poco comenzó a llenarse. Una voz de mujer invitaba a la gente a ceñirse una camiseta blanca. Al frente de la prenda la leyenda Culiacán Valiente, como evento de resiliencia tras la jornada violenta del 17 de octubre.
Artistas, académicos, activistas, deportistas, ciudadanos en general. Todos vestidos de blanco y como fondo una tambora sonando.
En el punto de salida una parte del asfalto aún conserva rastros de cenizas y caucho quemado justo afuera del estadio Carlos González y González, casa de los Dorados de Sinaloa.
Sin embargo la marcha no cedió. El David Aguilar, cantautor culichi nominado en los premios Grammy comentó lo importante de tomar las calles. Lo importante de mostrar el verdadero significado de ser valiente.
La marcha inicia y dos hombres ejecutando la danza del venado. Atrás los miles de ciudadanos armados con pancartas y consignas.
Elementos de Protección Civil y de la unidad de tránsito municipal vigilaron el evento.
En el contingente infiltrado el Alcalde de Culiacán, Jesús Estrada Ferreiro quien tuvo una breve entrevista con medios de comunicación. Dijo que él participa como ciudadano. Nada tiene que ver con sus funciones. Y la marcha prosiguió.
En el recorrido el contingente se detiene en las afueras de la Fiscalía General del Estado (FGE) donde a manera de protesta y para honrar la memoria de los inocentes asesinados durante el conflicto del llamado jueves negro, guardan un minuto de silencio.
Luego la tambora retumba y continúan adelante. El final fue el parque las Riberas. El verde del césped fue cubierto por camisetas blancas rápidamente.
A lo largo del parque lineal colectivos de ayuda y una exposición de servicios fueron brindados de manera gratuita. El ánimo, de cabo a rabo, fue de festejo. Por unos minutos Culiacán se sintió a salvo, Culiacán perteneció a los culichis.