Hace 80 años Manuel Gómez Morín fundó el Partido Acción Nacional como una oposición al PRI. Para el 2000 logró la transición democrática en México y gobernó al país durante 12 años. Frente al Gobierno izquierdista de Andrés Manuel López Obrador con mayoría en el Congreso vuelve a ser el contrapeso. De su operación y unificación en su músculo político, 11 gubernaturas, 24 senadores y 78 diputados federales, dependerá su futuro en 2021 y 2024.
Ciudad de México, 15 septiembre (SinEmbargo).– La segunda fuerza política del país llega a sus 80 años de existencia. El 16 de septiembre de 1939 se realizó la Asamblea Constituyente de Acción Nacional (PAN) con su fundador Manuel Gómez Morín. Desde la óptica de los panistas, el partido es un precursor de la democracia y ha sido una oposición congruente, primero frente al hegemónico priismo y luego del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Aunque desde el lente del análisis político, se ve a un blanquiazul desunido con una dirigencia débil y una crisis de liderazgos.
«Lo más paradójico es que el PAN es el partido que puede ser la real oposición hacia Morena. Tiene doctrina, que es exactamente contrario a lo que está haciéndose desde el Gobierno, tiene estructura, tiene gubernaturas (11), tiene grupos parlamentarios (28 senadores y 78 diputados federales). Pero desafortunadamente esa oportunidad se puede ir, y quién sabe quién ocuparía ese vacío, por falta de visión de su actual dirigencia, falta de operación política e irresponsabilidad de panistas», dijo Juan José Rodríguez Prats, ex Diputado y Senador panista, y actual asesor legislativo en Tabasco.
«Al PAN le va mal cuando se aleja de sus principios. Si los principios le sirvieron para llegar al poder, por qué no iban a servir para ejercerlo. Ahí está la falla principal. Una vez dije una frase para definir los primeros 10 años del PAN en el poder, por la que recibí muchísimas críticas: pudiendo haber hecho tanto nos atrevimos a tan poco», añadió.
La misma semana en que Laura Rojas Hernández tomó la presidencia de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, un grupo de miembros de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM cerró el acceso a las instalaciones en rechazo a la supuesta asistencia ese viernes 6 de septiembre del ex candidato presidencial Ricardo Anaya Cortés a un diplomado sobre política mexicana contemporánea.
El Senador Julen Rementería del Puerto, de los más críticos a la Cuarta Transformación, afirmó que «el PAN es una oposición muy seria, muy responsable, muy crítica en sus planteamientos en los que tiene que serlo, y ha sido además absolutamente congruente».
«Logró con mucho entusiasmo y mucho aferramiento a sus principios de doctrina ir transitando por un México muy complicado hasta que logró la Presidencia. Después, con el ejercicio del poder, hubo complicaciones que ya conocemos. Hoy está dando la batalla muy fuerte como el único partido que tiene realmente una idea clara de lo que necesita hacerse para que a México le vaya bien», evaluó el legislador en la antesala a la celebración de las ocho décadas del partido.
Esta semana su dirigente nacional Marko Cortés Mendoza reconoció que rumbo al 2021 y al 2024, el PAN llega al octavo piso con la meta de reinvención, promover la unidad, posicionar a gobiernos panistas, formar nuevas generaciones, y crear rentabilidad electoral. Anunció que la conmemoración de aniversario será del 17 al 24 de septiembre con una serie de conferencias, conciertos y foros de reflexión que concluirá con un concierto en el Teatro de la Ciudad “Esperanza Iris”, con la Orquesta de Cámara de Minería.
Para el panista Rodríguez Prats, el presidente de su partido solo fue parte de la estrategia del Senador fallecido Rafael Moreno Valle rumbo a su intención de la silla presidencial en 2024 y «es un hombre muy pequeño en lo moral y espiritual. Está asustado porque no tiene el tamaño para el cargo».
El especialista en partidos políticos, Francisco Reveles Vázquez, observó que «en su dirigencia también se nota la debilidad del partido», por lo que requiere consolidarse para primero resolver las divisiones internas y después aspirar a cargos de elección popular sustantivos.
En coincidencia, el analista político de la UNAM David Morales González consideró que a Marko Cortés le hace falta eficacia en ser un líder que unifique a sus más de 300 mil militantes y gobiernos. Mientras Cortés criticaba el Paquete Económico 2020 presentado por la Secretaría de Hacienda y ofrecía reducir impuestos, los legisladores Xóchitl Gálvez y Ernesto Ruffo Appel, el primer Gobernador panista en 1989 en Baja California, y otros panistas presentaron dos denuncias ante la Secretaría de la Función Pública (SFP) y la Fiscalía General de la República, en contra del director de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Manuel Bartlett Díaz, a fin de que realice una declaración patrimonial completa y se esclarezca la procedencia de sus propiedades.
«Lejos quedan dirigentes de la talla de Luis Felipe Bravo Mena [1999-2005] o personajes como Diego Fernández de Cevallos [ex candidato presidencial en 1994]. El partido en este momento no está cohesionado y con eso pierde eficacia. Lejos quedó ese partido opositor que comenzó la transición a la democracia en México, después de que había un partido dominante, que ganó la gubernatura en 1989 y logró la alternancia en el 2000», observó Morales.
LOS 12 AÑOS DEL PAN EN EL PODER
Después de 71 años de poder ininterrumpido, el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cedió el poder al Partido Acción Nacional (PAN). En julio del 2000, la mayoría de los mexicanos eligió al empresario guanajuatense Vicente Fox Quesada como Presidente de México de 2000 a 2006, en cuyo sexenio explotaron escándalos como el Toallagate y Oceanografía. Luego, entre señalamientos de presunto fraude electoral, administró hasta 2012 Felipe Calderón Hinojosa, hasta ahora relacionado por la opinión pública con el inicio de la guerra contra el narcotráfico. Ambos se fueron del PAN, y el calderonismo busca la formación del partido México Libre.
«La perseverancia del PAN fue sin duda un factor para que México haya transitado a la democracia», determinó el ex legislador Juan José Rodríguez Prats. «Los dos sexenios que gobernó a nivel República han sido juzgados con extremo rigor. Yo creo que Vicente Fox tiene un saldo positivo, no tanto Felipe Calderón. Pero ambos gobernaron con estabilidad económica, con responsabilidad».
Sobre la salida de Vicente Fox del PAN en el periodo electoral de 2012, tras declarar que «solo un milagro» salvaría a la candidata presidencial Josefina Vázquez Mota, concedió que cuando el guanajuatense vio que no tenía posibilidades de triunfo, «partió del criterio muy pragmático de evitar que ganara López Obrador, y pidió el voto para Peña, lo cual provocó una gran condena y crítica por parte de las filas del PAN».
Sin embargo, Rodríguez Prats calificó la actitud de Calderón como de «ingratitud y deslealtad» por haber renunciado al PAN a finales de 2018 solo porque «no se hizo su voluntad» cuando surgió la candidatura de Anaya Cortés.
«Felipe trasladó las prácticas priistas al PAN. Llegaba a exigir que saliéramos con la candidatura de Margarita Zavala sin elecciones internas por ser la única que podía derrotar a Andrés Manuel. Como hubo resistencia, se fue», evocó.
En contraste, para el Senador Julen Rementería «el Gobierno de Calderón ha sido el mejor Gobierno que ha tenido este país en su historia; así lo califico». Aunque reconoció que dejó como aprendizaje, en todo caso, «no perder de vista la parte social que tiene que irse manteniendo para poder obtener el respaldo en las elecciones. Lamentablemente en la de 2012 ya no se logró».
El error, para el panista Rodríguez Prats, fue el haber dejado de postular en la Cámara de Diputados, Senadores y Congresos locales a legisladores con perfil parlamentario. «Desgraciadamente cuando se empezó a dar prioridad a mandar a las cámaras a gente por compromisos políticos, y no por su perfil, se deterioró el trabajo en el Poder Legislatura».
Doce años después de la transición democrática, el tricolor volvió al poder.
«El PAN prefirió darle continuidad a las políticas de los gobiernos priistas y eso trajo como consecuencia que los ciudadanos pensaran que eran lo mismo y no valía la pena volver a votar por ellos», evaluó el académico Francisco Reveles.
«El propio ex Presidente Felipe Calderón y Zavala en lugar de abonar a la integración partidista, se dedicaron a fomentar la división. Esta política fragmentaria continuó por parte de Ricardo Anaya cuando estuvo al frente del partido y después al imponerse como candidato presidencial. Eso lesionó mucho al PAN por apostar a toda costa a las elecciones presidenciales de 2018», dijo.
ALIANZA ELECTORAL CON EL PRD
En las elecciones intermedias de 2016 el PAN apostó por la alianza electoral con el izquierdista PRD, cuestionado por participar en el Pacto por México del peñanietismo. Así ganó la gubernatura de Veracruz, Quintana Roo y Durango. Para las presidenciales de 2018 repitió la fórmula, y el candidato Ricardo Anaya se puso el chaleco amarillo. Pero no le funcionó.
«Eran dos partidos débiles institucionalmente, entonces no generaron la fuerza necesaria. Ocasionó más pérdidas que ganancias para el PAN, porque tuvo que ceder algunos cargos legislativos», evaluó el analista David Morales.
El panista Juan José Rodríguez Prats compartió que en el consejo se opusó porque esa alianza «nos iba a desfigurar. Sin embargo, ahí prevaleció el principio de que si no se hacía la alianza no ganaríamos. Se presentaron cifras de que con los puntos que nos dieran los otros partidos (PRD, Movimiento Ciudadano), ganábamos. Nos deslumbramos».
En su momento, comentó el Senador Julen Rementería, tenía su justificación.
«Hoy en día me parece que el PAN tiene posibilidad perfectamente de ir con sus propios candidatos porque es la mejor oposición, la más crítica, responsable y más comprometida en este momento, y eso le da justo esa ventaja», dijo.
En 2018, frente a un entonces candidato fuerte, Andrés Manuel López Obrador, el PAN eligió finalmente como candidato a su ex dirigente Anaya Cortés, lo que generó la renuncia al partido de Margarita Zavala y Calderón.
«Ricardo Anaya cometió muchos errores como candidato. El principal fue deslumbrarse queriendo jalar gente de fuera que atropelló al PAN. Pensó que sumar alianzas lo llevaría al triunfo, pero se olvidó de su partido, su doctrina. Su discurso no fue panista y tan es así que tuvo menos votos que Josefina Vázquez Mota. Se la jugó o todo o nada, entonces sacrificó mucho en aras de lograr una ambición. En el pecado llevó la penitencia», evaluó el panista Rodríguez Prats.
RUMBO A 2021
«Necesita un milagro», respondió el panista Juan José Rodríguez Prats. Rió. Y luego lanzó las preguntas respecto al reto panista rumbo a las elecciones intermedias de 2021: «¿Va a ganar la pequeñez en el PAN? ¿Los verdaderos panistas no tendrán el mínimo compromiso para salvar al partido? Si no es así, puede surgir otra opción como Movimiento Ciudadano, que está ocupando posiciones y se está adelantando. No le concedo mucho al PRD y tampoco creo que Morena vaya muy bien».
Frente al mismo cuestionamiento sobre el futuro de este partido de ya 80 años, el Senador Julen Rementería reconoce como reto mantener la unidad para buscar ganar el mayor número de diputaciones federales.
«Que no se tenga esa mayoría abrumadora que hoy tiene un partido que, hemos visto, no está a la altura de lo que México necesita y simplemente le cumple los caprichos al Presidente, y eso no debe ser en nuestro país», afirmó sobre Morena.
Los analistas políticos consultados ven una oportunidad en los espacios de poder que el PAN posee a nivel local y en el Congreso para operar la elección de 2021.
«Significa competir frente al liderazgo del Presidente López Obrador que tiene a la mayoría en el Congreso, estados gobernando y programas sociales promoviendo», advirtió el académico de la UNAM, David Morales.
«Todavía tienen tiempo para demostrar que son una alternativa al proyecto de López Obrador y una oposición fuerte que conviene a la democracia mexicana para generar equilibrios».