Colombia declaró un estado de emergencia nacional después de confirmar que detectó un hongo devastador para los plátanos llamado Raza Tropical 4 del Mal de Panamá (RT4) en casi 180 hectáreas de tierras de cultivo en el país. Según Science, es la primera vez que se confirma la presencia del hongo en Sudamérica, y eso podría ser una mala noticia para los plátanos tal como los conocemos.
No hay tratamiento para las plantas que están infectadas con RT4, y también dejan de producir frutos mucho antes de marchitarse por completo. Incluso después de que la RT4 elimina las propias plantas, el hongo puede continuar viviendo en el suelo por hasta 30 años, lo que significa que tampoco es seguro volver a plantar plátanos en esa tierra.
Por Jelisa Castrodale; traducido por Álvaro García
Ciudad de México, 23 de agosto (Vice Media).- Adelanta el reloj cuatro o cinco décadas e imagínate sentado con tus nietos, contándoles cómo eran las cosas cuando tenías su edad. Sus ojos se agrandarán cuando intentes explicar qué era un glaciar, no entenderán cuando les digas que millones de personas veían voluntariamente una terrible serie de televisión llamada The Big Bang Theory y tendrán varias preguntas cuando describas una fruta llamada plátano Cavendish que existió durante la primera parte del siglo XXI.
La semana pasada, Colombia declaró un estado de emergencia nacional después de confirmar que detectó un hongo devastador para los plátanos llamado Raza Tropical 4 del Mal de Panamá (RT4) en casi 180 hectáreas de tierras de cultivo en el país. Según Science, es la primera vez que se confirma la presencia del hongo en Sudamérica, y eso podría ser una mala noticia para los plátanos tal como los conocemos.
Colombia es el cuarto mayor exportador de plátano en Latinoamérica y la fruta es la tercera exportación agrícola más valiosa del país, detrás del café y las flores, razón por la cual se está tomando este asunto tan en serio. Deyanira Barrero León, gerente general del Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), dijo que la policía y el ejército habían sido llamados para ayudar a poner en cuarentena las tierras agrícolas afectadas, y que algunos cultivos estaban bajo vigilancia las 24 horas por funcionarios agrícolas. «Estamos respondiendo con todo lo que tenemos», explicó.
National Geographic informa que la RT4 se descubrió originalmente en el suelo de Taiwán a principios de la década de 1990, y no se sabía que se había extendido más allá de Asia y Australia hasta que se detectó en África y Medio Oriente en 2013. «Una vez que lo detectas ya es muy tarde, y es probable que ya se haya extendido fuera de esa zona sin que nos hayamos dado cuenta», señaló Gert Kema, profesor holandés de Fitopatología Tropical.
No hay tratamiento para las plantas que están infectadas con RT4, y también dejan de producir frutos mucho antes de marchitarse por completo. Incluso después de que la RT4 elimina las propias plantas, el hongo puede continuar viviendo en el suelo por hasta 30 años, lo que significa que tampoco es seguro volver a plantar plátanos en esa tierra.
La aparición de la RT4 en Sudamérica —y su capacidad para diezmar el plátano Cavendish— es inquietante para los científicos porque ya lo han visto antes. Antes del Cavendish, el plátano más popular en Estados Unidos y Europa era el plátano Gros Michel, y decimos era, porque fue eliminado casi por completo por una cepa previa del Mal de Panamá. La industria de los plátanos pronto dirigió su atención al Cavendish, que se consideraba un reemplazo decente para el Gros Michel, y también creían que era resistente a los estragos del Mal de Panamá. (Uno pensaría que habrían aprendido a no poner todos sus huevos en un solo plátano… digo, todos sus plátanos en una sola canasta… um, y tal vez hubieran trabajado en la biodiversidad del plátano).
«La variedad Cavendish es realmente importante. Es aproximadamente la mitad de los plátanos de todo el mundo», dijo a VICE Randy C. Ploetz, patólogo de frutas tropicales de la Universidad de Florida, en 2015. «Alrededor del 45 por ciento de toda la producción de plátano es Cavendish, así que incluso si esta cepa de Fusarium no afectara otros tipos, sería realmente importante».
Según National Geographic, no existe otro plátano de respaldo que pueda reemplazar al Cavendish en este momento. Los científicos agrícolas no han podido desarrollar un plátano que reproduzca el sabor familiar del Cavendish, que pueda sobrevivir a los largos tiempos de transporte desde Sudamérica o Centroamérica y que tenga algún tipo de inmunidad contra la RT4. (Según los informes, los investigadores australianos han estado trabajando en una versión genéticamente modificada del Cavendish, pero poner las letras ‘OGM’ en su etiqueta podría disuadir a los compradores).
Hace varios años, Dan Koeppel, autor de Banana: The Fate of the Fruit That Changed the World, explicó a VICE que cuando la RT4 llegara a Latinoamérica, «se acabaría el juego». No pudo decir qué tan rápido se propagaría el hongo, o qué haría (o podría) hacer la industria bananera para combatirlo, o incluso cómo reemplazaríamos al plátano Cavendish a gran escala, pero probablemente no sea una mala idea tomarle foto al siguiente racimos que compres.
Ya sabes, para enseñársela a tus nietos.