Agro Nitrogenados también dañó a Pemex en 2018: le abrió boquete de 5,157 millones, descubre la ASF
PorEfrén Flores
29/06/2019 - 12:05 am
Artículos relacionados.
- Gobiernos piden perdón por tragedia de 2011; Samuel García no va, deudos le reclaman
- La UdeG maneja millones al año. El poder de Padilla da más
- Cravioto acepta división de morenistas en el Senado: "No todos pensamos como Monreal"
- Creel presidirá la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados; Mier dirigirá la Jucopo
- Balandra, la playa bonita de México, peligra por derrame
En la primera entrega de la Cuenta Pública 2018, la Auditoría Superior de la Federación encontró pérdidas, costos y adeudos por más de 5.1 mil millones de pesos en obras de rehabilitación en plantas de fertilizantes de Pemex en Veracruz. Pese a que no se trata de montos pendientes por aclarar, o señalados de dañar al erario público, Pemex y Pro-Agroindustria «no cumplieron con las disposiciones legales» en materia de inversiones físicas, por lo que además de 13 recomendaciones, la Auditoría solicitó nueve «Promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria”.
Ciudad de México, 29 de junio (SinEmbargo).- En el último año del Gobierno del ex Presidente Enrique Peña Nieto, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) encontró un boquete de 5 mil 157 millones 979 mil 100.85 pesos en obras de rehabilitación ligadas a las plantas de Agro Nitrogenados, derivado de «pérdidas por deterioro”, “costos adicionales” injustificados y adeudos desligados de obras “debidamente concluidas”.
Actualmente, el Gobierno federal que encabeza el Presidente Andrés Manuel López Obrador mantiene una investigación abierta por la compra (en 2013 y 2015) de dos complejos de fertilizantes por parte de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuando Emilio Lozoya Austin fue titular (2012-2016) de la Empresa Productiva del Estado. Se trata de los complejos de Agro Nitrogenados en Pajaritos, Veracruz; y de Fertinal en Lázaro Cárdenas, Michoacán.
En la primera entrega de la Cuenta Pública 2018, la ASF revisó los contratos de obras de rehabilitación «de las plantas [Urea I y II] de fertilizantes nitrogenados en el estado de Veracruz”, que fueron suscritos por las filiales de la petrolera Pemex Fertilizantes y Pro-Agroindustria (a la que pertenece Agro Nitrogenados).
Sobre las inversiones físicas que se presupuestaron, contrataron, ejecutaron y pagaron, la Auditoría (ejercicio 2018-6-90T9I-20-0471-2019 471-DE) concluyó que, «en términos generales, Pemex Fertilizantes y Pro-Agroindustria […] no cumplieron las disposiciones legales y normativas aplicables en la materia”, por diversas irregularidades encontradas.
La ASF reconoció «una pérdida» de 212 millones 600 mil dólares (más de 4 mil mdp constantes, al tipo de cambio promedio de 2018) «por efectos de deterioro correspondientes al valor de las tres plantas en que se omitió su proceso de rehabilitación, sin que se previera reanudarlo en el corto y mediano plazos”.
Asimismo halló “costos adicionales” por 22.7 millones de pesos del “suministro de agua tratada” en las plantas de Urea I y II, sin que estas «se hallaran aún en funcionamiento”. Lo mismo sucedió con el pago de suministro de tanques de nitrógeno y nitrógeno líquido por 1 millón 054 mil 700 pesos, a pesar de que las plantas no estaban en operación.
La Auditoría también encontró adeudos con contratistas por 44 millones 593 mil 500 dólares (casi 858.4 mdp a 2018) y 183 millones 481 pesos, «sin que se integraran en alguna estimación generada por conceptos de obra debidamente concluidos, acompañada de la documentación que acreditara la procedencia de realizar su pago”.
Los montos no justificados, según las condiciones operativas de las plantas y la falta de integración de gastos, no son mencionados por la ASF como pendientes de aclarar, o como un probable daño o perjuicio a la Hacienda Pública Federal; pero sí ameritaron 15 observaciones, de las cuales, una fue solventada antes de la integración del informe 2019. Las 14 restantes generaron 13 recomendaciones y nueve «Promociones de Responsabilidad Administrativa Sancionatoria”.
Más allá de las erogaciones de Pemex Fertilizantes y Pro-Agroindustria, la ASF determinó que la entrega-recepción de algunas obras de rehabilitación –en las plantas de Veracruz– fue realizada «sin que la empresa [receptora] hubiera realizado las pruebas de confiabilidad” necesarias.
También hubo deficiencias por falta de personal capacitado para ejecutar «pruebas de arranque” antes de las obras; por no determinar los costos estimados de algunos proyectos y riesgos asociados; debido a problemas en la integración de órdenes de trabajo; la falta de aplicación de mecanismos de control y seguimiento a los bienes y servicios contratados, entre otros.
AGRO NITROGENADOS
El 20 de diciembre de 2013, Pemex compró el complejo de Agro Nitrogenados en Pajaritos, Veracruz, a través de su filial Pro-Agroindustria. La compra-venta fue justificada con dos razones. La necesidad de generar más fertilizantes y productos petroquímicos en México; y la capacidad de producción de un millón anual de toneladas de urea, de las plantas de Agro Nitrados.
Sin embargo, el «Libro Blanco 2015-2018” de Pemex Fertilizantes menciona que al momento de la compra, los dos “trenes de urea” de Agro Nitrados llevaban 14 años sin operación, por lo que se encontraban «en una situación de extremo deterioro que requería una gran inversión para su rehabilitación y puesta en marcha”. Además, al momento de la compra, el complejo petroquímico de Cosoleacaque –al que fue añadida– «no tenía la capacidad para proveerla de insumos (amoniaco y CO2) suficientes y a costos competitivos” para la producción de urea.
El valor de la adquisición ascendió a casi 3.9 mil millones de pesos (constantes). Pero seis meses después de la compra, la filial de Pemex Pro-Agroindustria contrató a la empresa Cobra Instalaciones México (hoy Avanzia) para rehabilitar las plantas Urea I y II de Agro Nitrogenados. Esto le costó más de 6.8 mil millones de pesos (constantes) a Pemex.
A este millonario desembolso fueron sumados 923.8 millones de pesos (constantes) por un “faltante presupuestal”, ya que «Pemex Fertilizantes recibió Pro-Agroindustria sin presupuesto para cubrir [el] capital de trabajo y el servicio de la deuda” de Agro Nitrogenados.
De este modo, los datos oficiales indican que Agro Nitrogenados fue adquirida con un sobre costo real de 200 por ciento, que implica un daño en contra de la Hacienda Pública, tomando en consideración que a finales de 2018, Pemex aún debía 3.5 mil millones de pesos (constantes) por la adquisición de la compañía y que, hasta entonces, no contaba con “viabilidad operativa” plena, pese a las obras e inversiones efectuadas.
«Se incumplió con los objetivos y las metas de poner en operación la planta de fertilizantes nitrogenados, los costos han sido rebasados de 195 mil a 443 mil 099.2 millones de dólares, los tiempos se han alargado de 610 a 943 días calendario y a la fecha de la auditoría (noviembre de 2017) no ha generado utilidades para el Estado, por lo que el proyecto no ha sido rentable”, refiere la ASF en su reporte de fiscalización del 12 de enero de 2018, sobre las obras en las plantas de Agro Nitrogenados.
CASO FERTINAL
El 16 de diciembre de 2015, cuando Pemex adquirió Fertinal, «ésta presentaba pérdidas en su flujo mensual por 12 millones de dólares”, de modo que la empresa «técnicamente estaba en quiebra”, «con capital de trabajo negativo”, “dificultad para implementar sinergias” y con una “producción decreciente”, se lee en el el «Libro Blanco 2015-2018” de Pemex Fertilizantes.
Con la compra de Fertinal, Pemex adquirió un complejo (en Lázaro Cárdenas, Michoacán) y una mina (en San Juan de la Costa, Baja California Sur) que revitalizarían la producción de petroquímicos, con un potencial adicional productivo anual de 1.4 millones de toneladas de fertilizantes.
«La demanda nacional de fertilizantes en el país asciende a 4.2 millones de toneladas por año de productos nitrogenados, fosfatados y potásicos. Así, la producción de Fertinal podría abastecer cerca del 30 por ciento de la demanda”, refiere la ASF en su auditoría 15-6-90T9L-02-0514 514-DE.
Para ello, Pemex pagó más de 2.9 mil millones de pesos (constantes) correspondientes al valor real de la compañía, además de 5.9 mil millones adicionales para cubrir los adeudos que tenía Fertinal. A ello fueron sumados –a lo largo de los años– más de 4.4 mil millones para levantarla, 1.7 mil millones en capital de trabajo, 2.7 mil millones por pérdidas contables y 495 millones para el pago de intereses.
Esto quiere decir que Fertinal fue adquirida con un sobre costo real de 313 por ciento, aunque la inversión total (a 2018) fue 5.2 veces mayor al valor máximo establecido en 2015, para su adquisición.
El 23 de diciembre de 2016, un año después de la compra de Fertinal, la ASF determinó al respecto que Pemex no había proporcionado la información adecuada y suficiente para “dar seguimiento mediante la revisión documental y el establecimiento del mecanismo para confirmar la razonabilidad del precio final de la transacción”.
Para 2018, Pemex Fertilizantes reportó que «Fertinal ya cuenta con flujos suficientes para cumplir los compromisos del crédito de refinanciamiento”, pero «aún no se tiene la capacidad para cubrir el servicio de la deuda por el crédito de adquisición”. El 28 de enero de este año, Pemex liquidó la primera de 145 amortizaciones mensuales, correspondiente a los compromisos de créditos asociados al Grupo Fertinal.
Efrén Flores
Es politólogo por la UNAM. En SinEmbargo se ha especializado en el análisis de datos. Su investigación periodística es multitemática, pero sobre todo enfocada en temas políticos y económicos.
https://dev.sinembargo.mx/author/efrenflores/