Las 16 alcaldías de la Ciudad de México son poco transparentes pese a que este año manejarán 42.8 mil millones de pesos del erario (que equivalen a las utilidades de la banca en México en el primer trimestre de 2019). En muchos casos, la información presupuestaria es insuficiente; y en otros, las cifras obligadas por ley son inexistentes. Del gasto de las alcaldías Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Cuauhtémoc e Iztapalapa sólo podemos saber, por ejemplo, que gastarán cinco veces más en nóminas, prestaciones y servicios básicos, que en inversión pública. No obstante, la justificación del gasto es incierta.
Ciudad de México, 16 de junio (SinEmbargo).- Las 16 Alcaldías de la capital del país tienen un gran pendiente con la ciudadanía y la democracia. En materia de transparencia y rendición de cuentas están reprobadas. Esto dificulta saber, por ejemplo, si los alcaldes están utilizando los recursos públicos de manera adecuada, para resolver los principales problemas en sus respectivas demarcaciones administrativas.
La Unidad de Datos de SinEmbargo revisó las plataformas de transparencia de Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Cuauhtémoc e Iztapalapa. Estas demarcaciones no sólo concentran la mayor parte (55 por ciento) de la población capitalina, sino que también administran una gran proporción (47 por ciento) de las asignaciones económicas del Presupuesto de Egresos Estatal.
Este medio digital buscó la información presupuestaria (apartado XXI) y estadística (apartado XXXII) de los criterios normativos, de planeación y ejecución de programas y recursos de cada Alcaldía.
Aunque todas cuentan con el desglose básico de gastos por función administrativa, no obstante y con las excepciones de Álvaro Obregón, además de Coyoacán e Iztapalapa que tienen información similar en el apartado XXXIII, las alcaldías carecen de la información desglosada por partida específica, además de que en todo caso, el acceso a los datos es complicado y el contenido no está homologado, ni es claro ni es preciso. Así pues, no estarían cumpliendo con los principios básicos en materia de transparencia.
En el apartado XXXII del portal oficial de Iztapalapa, por ejemplo, sólo hay referencias a una nota (la número 32-1) en que se lee que, al 31 de marzo de 2019, «ninguna de la unidades administrativas que componen la Alcaldía Iztapalapa ha generado estadísticas» con la «mayor desagregación posible”. Algo similar sucedió en el caso de Cuauhtémoc, cuyo sitio indica que «este sujeto obligado no genera estadísticas».
La de Gustavo A. Madero tampoco tiene la información disponible; y en el caso de Coyoacán, la actualización estadística más reciente del desglose de gastos es la del 31 de diciembre del año pasado.
Los hallazgos de SinEmbargo coinciden con los resultados del «Índice de Información Presupuestal Estatal” del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO). El documento señala que la Ciudad de México tuvo un nivel de cumplimiento –en transparencia y rendición de cuentas– inferior al 60 por ciento, durante el periodo 2015-2017.
Uno de los grandes retos de la capital del país es que todas las personas físicas y morales que utilicen recursos públicos puedan «rendir cuentas y colocar esa información a través de las plataformas de transparencia”, de acuerdo con María del Carmen Nava Polina, comisionada ciudadana del Instituto de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Rendición de Cuentas de la Ciudad de México (Info CdMx).
La funcionaria dijo a SinEmbargo que cumplir con la actualización de información será indispensable en este sexenio, en un contexto en el que el Info CdMx ha detectado que el 70 por ciento de la información solicitada por la ciudadanía –a través del Instituto– «tendría que ser pública”; o bien, sin que las personas tuvieran que presentar solicitudes o recursos de revisión.
PRESUPUESTO Y GASTOS
En promedio, las alcaldías Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Cuauhtémoc e Iztapalapa utilizan el 44.2 por ciento de su presupuesto para cubrir los gastos de “servicios personales” (salarios y prestaciones).
Del resto, 21.2 por ciento es para “servicios generales” (pago de agua, luz, gas, telefonía, entre otros); 12.8 en “inversión pública” y obras de urbanización; 10.2 para «materiales y suministros”; 0.4 en “bienes muebles, inmuebles e intangibles”, así como un 9.9 por ciento en “transferencias, asignaciones, subsidios y otras ayudas”, que corresponde a los recursos «para mejorar la calidad de vida, priorizando la población de alta marginalidad”.
Los datos de la Alcaldía de Álvaro Obregón, a pesar de contar con un mayor nivel de desglose, no son suficientes para dar seguimiento, o incluso fiscalizar el uso de recursos públicos. Por ejemplo, hace falta el acceso a documentos clave como contratos, acuerdos e indicadores preciosos que permitan vislumbrar si el ejercicio presupuestario es eficiente y/o efectivo, según los objetivos programáticos y normativos.
Esta demarcación –que administra 207 colonias, 11 pueblos y cinco barrios– tiene un presupuesto asignado (2019) de casi 3.2 mil millones de pesos. Durante el primer trimestre de este año, Álvaro Obregón comprometió el 18 por ciento de su gasto (equivalente a 576.9 mdp) y devengó el 8.27 por ciento (264.2 mdp).
La mayor parte de las «obligaciones contraídas pendientes de ejercerse” –el gasto comprometido– es para servicios personales (229.4 mdp), obra pública (82 mdp), seguridad y vigilancia (55.6 mdp), servicios generales (50.5 mdp), bienes y servicios de transporte para programas públicos (33 mdp) y “gastos de orden social” (27.7 mdp) como “ayudas” para desastres naturales y estancias infantiles.
Destacan, por ejemplo, la compra de productos alimenticios (7.1 mdp) y de bienes y servicios de difusión y propaganda (6.3 mdp), así como el uso de recursos en “arrendamientos” (4.7 mdp), pasajes y gastos de representación (2.5 mdp), eventos culturales (538.5 mil pesos) y artículos deportivos (75 mil pesos).
PRODUCTIVIDAD Y VIOLENCIA
Álvaro Obregón, Gustavo A. Madero, Coyoacán, Cuauhtémoc e Iztapalapa recibieron este año más de 20 mil millones de pesos en conjunto, para realizar sus tareas administrativas.
Las cinco demarcaciones albergan más de 4.8 millones de personas y concentran la mitad (54.5 por ciento) de las unidades económicas (empresas, negocios y mano de obra) de la Ciudad de México, con un valor productivo agregado (VAB) de 718.2 millones de pesos que equivalen al 44 por ciento del VAB capitalino (más de 1.6 mmdp anuales).
Sin embargo, existe una brecha entre el potencial económico y productivo de las alcaldías, y las carencias y necesidades sociales de su población. La información oficial, las encuestas públicas y las declaraciones de los alcaldes indican que, entre los mayores problemas de las cinco localidades están, en todo caso, la violencia, la corrupción y la criminalidad.
Entre 2015 y 2018, estas cinco demarcaciones concentraron el 54.4 por ciento de los delitos (en general) y el 59.2 por ciento de los crímenes de alto impacto de la Ciudad de México, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Durante esos años, el aumento promedio de la tasa de ilícitos por cada 100 mil habitantes fue de 10.7 por ciento; y la de agresiones (extorsiones, homicidios dolosos, robos con violencia y secuestros) repuntó en 14.8 puntos porcentuales.
Sólo entre el primer cuatrimestre de 2018 y el de 2019, la tasa de crímenes en Álvaro Obregón (+32.4 por ciento) e Iztapalapa (+17.6 por ciento) se incrementó por encima de la media en las alcaldías (+14.6 por ciento). En el caso de los delitos de alto impacto, Álvaro Obregón (+49.9 por ciento) fue la única demarcación con incrementos superiores al promedio (+41 por ciento).
Asimismo, el aumento de la tasa de crímenes al primer cuatrimestre de este año fue de 13 por ciento en la Gustavo A. Madero, de 11.5 en Cuauhtémoc y de 5.8 en Coyoacán. En el caso de los delitos de alto impacto, hubo un aumento de 39.7 por ciento en la Gustavo A. Madero, de 24 en Iztapalapa, 21.2 en Cuauhtémoc y 15.7 en Coyoacán.
Además de la incidencia delictiva y los problemas de seguridad pública, algunas demarcaciones tienen como principales problemas el abasto y distribución de agua potable (como en el caso de Iztapalapa), la salud pública (Gustavo A. Madero) y la movilidad (Álvaro Obregón, Coyoacán y Cuauhtémoc).
EL AGUA
En la Ciudad de México, en promedio, el 90 por ciento de la población cuenta con servicios de agua entubada, drenaje y electricidad, indican datos (2015) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, entre las 16 alcaldías que conforman la capital del país, Cuauhtémoc y Milpa Alta son las más rezagadas. De acuerdo con el «índice general de desarrollo humano con servicios» del Inegi, cerca del 12 por ciento de su respectivas poblaciones carece de acceso al agua, drenaje y/o electricidad. En cambio, Gustavo A. Madero, Iztacalco y Xochimilco tienen la segunda peor posición (10.5 por ciento), seguidas por las alcaldías Azcapotzalco, Venustiano Carranza, Iztapalapa y Magdalena Contreras que comparten el tercer puesto (10 por ciento con carencias, en promedio).
La Alcaldía de Iztapalapa es quizá el más claro ejemplo de la crisis de agua potable en la zona conurbada del Valle de México, ya que es una de las seis demarcaciones capitalinas con los índices más bajos de acceso al agua entubada.
En esta demarcación, uno de cada 10 pobladores (13 por ciento) no tiene acceso al agua desde el interior de su hogar. Esto implica que hay al menos 234 mil 631 personas que tienen acceso al agua con tomas fuera de su vivienda, o bien, tienen que acarrearla de fuentes cercanas o de sus vecinos, de acuerdo con los datos del Inegi.
Tal cantidad de gente equivale, por ejemplo, al 57 por ciento de la población (413 mil 784 personas) sin acceso al agua en sus domicilios, de las otras cinco alcaldías (Cuajimalpa, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco) con menores índices de disponibilidad intramuros. Si a esta limitación sumamos la cantidad de recortes y la disminución del suministro diario de agua en la Ciudad de México, la situación se vuelve aún más grave.
Entre 2003 y 2016, el suministro diario de agua potable por capitalino fue a la baja en 15 puntos porcentuales. Esto implicó una disminución de 54.1 litros por habitante al día, o bien, un aproximado de 482.5 millones de litros diarios menos. Dicha cantidad es 6.4 veces la cantidad de litros (75 millones) suministrados en Iztapalapa entre octubre y noviembre del año pasado, como parte del Programa Emergente de Abasto de Agua en Pipas, que fuera implementado para atender la crisis de agua durante el periodo de recortes ocasionada por las reparaciones al Sistema Cutzamala. Inclusive, con esa cantidad de agua uno podría llenar la cuarta parte (26.5 por ciento) del Estadio Azteca.
LA MOVILIDAD
En la Ciudad de México, hasta 2016, habían más de 6 millones de automóviles, camiones y camionetas de pasajeros y de carga, así como motocicletas registrados y en circulación, según información del Inegi. En proporción, el 48.3 por ciento de estos vehículos estaban registrados en las alcaldías Álvaro Obregón, Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero e Iztapalapa. Ese mismo año, además, el Inegi registró 6 mil 296 accidentes (con herido o muerto) de los cuales, el 55 por ciento ocurrió en estas demarcaciones.
Álvaro Obregón, Coyoacán y Cuauhtémoc, en donde la movilidad y la vialidad son unos de los principales problemas, concentran el 19 por ciento de las vías primarias y secundarias de la ciudad.
De acuerdo con un análisis, de Propiedades.com, de las cifras del semáforo vial del Inegi, Benito Juárez, Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo, Venustiano Carranza y Atzcapotzalco tienen las mejores condiciones de infraestructura vial en la Ciudad de México. En cambio, Álvaro Obregón tiene la décima peor posición de 16 y Coyoacán, la séptima.
Por otro lado, las cifras de la empresa inmobiliaria indican que «existe una relación directa entre la infraestructura [vial] y la vida de los ciudadanos», de modo que «a menor cantidad de vialidades por manzana, mejor calidad de vida» proporcional. En ese sentido, las cifras indican que a pesar de que la capital del país tiene un promedio de 4.9 calles por manzana, existen siete demarcaciones con índices superiores al promedio estatal, entre las que se cuentan Xochimilco (45 calles por manzana), Milpa Alta y Cuajimalpa (8.4), Magdalena Contreras (7.3), Tlalpan (5.9), Tláhuac (5.53) y Álvaro Obregón (5.1).
OTROS PROBLEMAS
Gustavo A. Madero (GAM) cuenta entre sus principales problemas públicos a la salud, en un entorno en que el consumo de drogas se ha vuelto preocupante, de acuerdo con las declaraciones del Alcalde morenista Francisco Chíguil Figueroa.
Según las cifras de la Secretaría de Salud local, la GAM es la sexta demarcación capitalina con mayores tasas de mortalidad (7.8 defunciones) por cada mil habitantes. Sin embargo la tasa más alta de todas, hasta 2016, fue la de Cuauhtémoc (10.1).
Además de los índices de mortalidad –que según la Secretaría de Salud federal sirven para determinar la efectividad de los servicios médicos– está el «índice de esperanza de vida» del Inegi, en el que la GAM figura como la quinta localidad con los peores niveles, sólo por encima de Azcapotzalco, Iztacalco, Venustiano Carranza y Cuauhtémoc, en ese orden.
Por otro lado, existen otros problemas que han ido cobrado relevancia en las demarcaciones de la Ciudad de México, como lo son las cuestiones medio ambientales y ecológicas.
Al respecto, las cifras oficiales indican que Álvaro Obregón, Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero e Iztapalapa concentraron el 55.5 por ciento de las denuncias ambientales en 2016, sobre todo aquellas por cuestiones atmosféricas y forestales, además de las relativas al agua, suelo, fauna silvestre y de ordenamiento ecológico e impacto ambiental.
En el caso específico de Álvaro Obregón, que es una de las localidades capitalinas con más quejas por cuestiones de desecho inadecuado de basura, las cifras oficiales (2015) refieren que dicha demarcación es una de las que más desecha basura con quemas, entierros u otros medios diferentes a los servicios públicos o a los usos convencionales.
Allí, al menos mil 782 viviendas se deshacen de sus residuos de esta forma, lo que provoca molestias entre vecinos y constituye un riesgo sanitario latente. Tan sólo en Álvaro Obregón, Coyoacán, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero e Iztapalapa está establecido el 63.1 por ciento de las viviendas capitalinas que queman, entierran o se deshacen de su basura sin hacer uso de los servicios y basureros públicos, o bien, de contenedores y depósitos adecuados.