El Gobierno tendría que poner recursos para mantener el sistema de pensiones y la atención médica de trabajadores del ISSSTE, quienes ya no tienen seguro de gastos médicos mayores porque es un derecho que está en la ley, son actividades que están garantizadas para los mexicanos, por tales motivos, una quiebra se vuelve inviable.
Ciudad de México, 3 de mayo (Economía Hoy/SinEmbargo).- A pesar de la difícil situación financiera del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y al incremento de 128 por ciento en sus pasivos financieros, el organismo no está y no puede estar en quiebra, sin embargo, la eliminación de seguro de gastos médicos mayores para funcionarios del Gobierno, entre otras cosas, podría golpear aún más las finanzas de la institución.
El pasado 23 de abril, Mario Zenteno Santaella, director de Normatividad de la Administración de Finanzas del instituto, declaró que el ISSSTE se encontraba en un estado de «daño patrimonial y quiebra financiera» importante, por lo que presentará problemas para operar a partir del julio, sin embargo especialistas refieren que esto no es posible, aunque prevén que la situación puede ir a peor.
Mario di Costanzo Armenta, ex presidente de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), comentó a EconomíaHoy.mx que la eliminación del seguro de gastos médicos mayores a funcionarios públicos federales podría contribuir al empeoramiento de las finanzas del ISSSTE, pues dicha medida de austeridad hizo que 500 mil empleados del Estado perdieran el acceso a los servicios de salud privados y junto con sus familias, también aseguradas, suman cerca de 2 millones de personas.
«Al menos un millón de personas acudirán por una enfermedad crónico degenerativa, lo cual acelerará su grave situación financiera. El impacto mínimo sería de 4 mil millones de pesos, aunque éste se podría incrementar. Si de por sí estaban apretados la eliminación del seguro de gastos médicos acelerará esta crisis», advirtió.
La medida de eliminar el seguro de gastos médicos mayores prevé el ahorro de 2 mil 700 millones de pesos, aunque de acuerdo con el ex funcionario esto tendría un costo mucho mayor.
Además, Judith Méndez, coordinadora de salud y finanzas públicas del Centro de Investigación Económica Presupuestaria (CIEP), añadió que existe un fenómeno llamado «transición epidemiológica», que consiste en un cambio de patrones de las enfermedades comunes hacia padecimientos crónicos degenerativos e infecciosos, lo cual incrementa considerablemente los costos de la atención médica y limita la capacidad del Estado para cubrir las necesidades de salud de la población.
Ante esta situación el Gobierno tendría que poner recursos para mantener el sistema de pensiones y la atención médica porque es un derecho que está en la ley, son actividades que están garantizadas para los mexicanos, por tales motivos, una quiebra se vuelve inviable.
QUIEBRA SE UELVE INVIABLE
«Una institución del Estado no puede tener una quiebra financiera y menos una de seguridad social. Yo creo que fue una declaración un tanto irresponsable porque si quiebra el ISSTE ni modo que deje de pagar las pensiones, es algo que por ley no puede suceder», aseveró Mario di Costanzo.
Por otra parte, Judith Méndez indicó que de acuerdo con el artículo 131 de la Ley del ISSSTE, si éste genera déficit por su operación el Gobierno federal debe emitir subsidios o transferencias, de manera que lo que podría ocurrir es que el Estado tenga que destinar recursos públicos para financiar al instituto y sus obligaciones.
Durante el 2018 los pasivos financieros del instituto crecieron 128.06 por ciento, esto es casi 10 mil millones de pesos con relación al 2017, pues pasó de 8 mil 294 millones de pesos en 2017 a 18 mil 917 millones el año pasado.
La especialista precisó que el incremento en pasivos laborales se ha dado desde años anteriores, aunque es cierto que en 2018 éstos sí repuntaron considerablemente, pero este comportamiento no es nuevo.
REFORMA DE PENSIONES
Di Costanzo precisó que la situación del instituto es delicada desde hace cinco o seis años, principalmente por el tema de las pensiones, similar al problema que tiene el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Petróleos Mexicanos (Pemex) y todo el sistema pensionario.
Sólo durante 2018 se destinaron 288 mil millones de pesos al pago de pensiones de los trabajadores del ISSSTE.
AMLO destinará 100 mil millones de pesos para el pago de la Pensión para el Bienestar de las Personas Adultas Mayores. Mientras que la presión financiera que ejercen las pensiones sobre las arcas públicas es tal que para 2019 se destinó a este rubro el equivalente a todo lo que el Estado recauda de IVA. De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación, en el año que corre esta cifra ronda el billón de pesos.
Para Judith Méndez, esta situación evidencia la necesidad de una reforma al sistema de pensiones que permitan crear un espacio fiscal y reasignar recursos.
Durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, el gasto en pensiones creció 85 por ciento y representó cerca de una tercera parte del gasto federal, pese a que la actual administración se resiste a realizar una reforma en esta materia, el incremento por el pago de éstas aumentan la presión en las finanzas públicas del Estado, y pese a la gravedad del tema ninguna de las administraciones ha querido realizar una reforma en la materia, debido al costo político que ésta podría representar, comentó Alejandra Macías Sánchez, investigadora del Centro de Investigación en Finanzas Públicas (CIEP).