El «incidente del Paso Dyatlov» tiene algunas teorías increíbles sobre las misteriosas muertes de nueve excursionistas: ¿Una avalancha? ¿Ovnis? ¿la hipotermia que llevó al grupo a la locura? ¿Un yeti? ¿Asesinados por una tribu indígena que consideraba la montaña sagrada? . Ahora las autoridades rusas reabren el caso para descubrir qué es lo que pasó.
Por Mack Lamoureux; traducido por Álvaro García
Ciudad de México, 17 de febrero (SinEmbargo).- En el frío profundo del norte de la Unión Soviética, en febrero de 1959, nueve excursionistas montaron un campamento para pasar la noche bajo la cima de la montaña conocida como Kholat Syakhl, la Montaña de la Muerte, en los Montes Urales.
El grupo se encontraba en un paso que habían descubierto recientemente que lleva el nombre de su líder, Igor Dyatlov. Pero no se suponía que estuvieran allí. Los ocho hombres y dos mujeres terminaron en este sitio en particular debido a que se desviaron del rumbo correcto por las malas condiciones climáticas. Llevaban apenas una semana en su expedición de 16 días y estaban unos 10 kilómetros alejados de su punto de retorno.
Sin embargo, no vieron la luz del día siguiente. Al final de esa fría noche en Kholat Syakhl, los nueve excursionistas habían muerto: la causa de su fallecimiento sigue siendo uno de los misterios más populares de la era moderna.
Pero ahora, la policía rusa finalmente ha reabierto el caso, conocido coloquialmente como el «incidente del Paso Dyatlov». El anuncio provino de la oficina del fiscal general ruso que prometió poner fin a todas las teorías sobre la muerte de los excursionistas.
«Todas las muertes están relacionadas de alguna manera con fenómenos naturales», dijo Alexander Kurennoi, un portavoz del fiscal ruso, en un video del anuncio. Rusia señaló que un grupo de investigadores expertos y otros especialistas participarán en esta nueva investigación. Si bien han pasado 60 años desde que encontraron los cuerpos —con posiciones y lesiones por demás extrañas—, Kurennoi dijo que la gente sigue buscando respuestas.
«Los familiares, medios de comunicación y el público todavía le piden a los fiscales que determinen qué ocurrió de verdad y manifiestan sus sospechas de que les han ocultado algo».
Para entender por qué el misterio del «incidente del Paso Dyatlov» ha sido capaz de sobrevivir durante 60 años, no necesitan mirar más allá de los cuerpos. La expedición entera, salvo por un excursionista que tuvo que partir antes debido a problemas cardíacos, murió durante la misma noche.
Si bien la ruta era conocida como una excepcionalmente difícil, el grupo estaba conformado por excursionistas experimentados, y acampar en el paso no debió haber sido letal para ellos. Por lo tanto, cuando no regresaron como estaba previsto el 20 de febrero, enviaron a un grupo de búsqueda a rastrearlos.
Poco menos de una semana después de que empezara la búsqueda, el grupo encontró la tienda de campaña que el grupo había montado: estaba abandonada y había sido cortada desde el interior. Si bien el campamento estaba desierto, los excursionistas habían dejado todas sus pertenencias y zapatos. Se supone que salieron del lugar a toda prisa a través de la nieve que les llegaba a la cintura, dejando atrás ocho pares de huellas, algunas en calcetines, otras descalzas, otras con un solo zapato. El campamento desconcertó al grupo de búsqueda.
Unos cuantos días después encontraron los cuerpos.
Los primeros cadáveres —de Yuri Doroshenko y Yuri Krivonischenko— fueron encontrados a 1.6 kilómetros del campamento, rodeando una pequeña fogata bajo un pino solitario. Ambos estaban vestidos solo con su ropa interior. Parecía que alguien había subido al árbol para buscar algo en la distancia. Cerca de este árbol, el grupo de búsqueda encontró los cuerpos de Rustem Slobodin, Zinaida Kolmogorova y el líder del grupo, Igor Dyatlov. De acuerdo con las observaciones, los tres parecían haber perecido en un intento por regresar al campamento.
Las autoridades no encontraron los otros cuatro cuerpos hasta que la nieve se derritió dos meses después: estaban situados a 75 metros del árbol de pino, en un barranco cubierto de nieve. Los cuatro estaban vestidos apropiadamente para el clima, es decir, no estaban semidesnudos.
En un inicio, nadie prestó mucha atención al incidente, además de considerarlo una expedición que salió mal, ya que la causa de la muerte de los primeros cinco cuerpos hallados fue la hipotermia. Sin embargo, la causa del fallecimiento de los otros cuerpos que aparecieron después de que se derritiera la nieve es otra historia. Tres de ellos sufrieron lesiones graves. Una de los excursionistas, Lyudmila Dubinina, fue encontrada sin ojos ni lengua. Se descubrió que tanto Dubinina como Semyon Zolotaryov tenían fracturas graves en el tórax, mientras que Nikolai Thibeaux-Brignolles sufrió severos daños en el cráneo; sus lesiones fueron comparadas con las de un accidente automovilístico. No obstante, un hecho extraño es que aunque hubo lesiones serias, no se detectaron lesiones externas en los cuerpos, fue como si hubieran sido aplastados por algo.
Además de los cuerpos, la información sobre las cosas extrañas con respecto a estas muertes —algunas razonables: pequeñas cantidades de radiación en la ropa, los cuerpos tenían un extraño color bronceado, a Dubinina le faltaban los ojos y la lengua porque fue hallada en un arroyo; otras no tanto: personas que vieron orbes anaranjados alrededor de la montaña cuando los excursionistas estaban ahí, sus cuerpos envejecieron prematuramente, etc.— combinada con la forma en que los soviéticos manejaron la situación (las muertes fueron atribuidas al «poder espontáneo de la naturaleza» y el caso fue cerrado con rapidez), hizo que muchas personas, hasta el día de hoy, especulen sobre lo que realmente ocurrió.
¿Una avalancha? ¿Ovnis? ¿la hipotermia que llevó al grupo a la locura? ¿Un yeti? ¿Asesinados por una tribu indígena que consideraba la montaña sagrada? Solo escriban «incidente del Paso Dyatlov» en YouTube o donde sea que se enteren de las conspiraciones hoy en día, y prepárense. Existen varios libros y documentales y otros medios que han cubierto el incidente, tomándose tiempo para analizar esta teoría sin que nadie pueda decir lo que realmente ocurrió.
Una teoría persistente es que el incidente fue causado por pruebas de armas soviéticas. Estas teorías varían casi tanto como las enumeradas anteriormente. Algunos han especulado que el grupo de excursionistas encontró un campo de pruebas de bombardeos y entonces corrieron por la montaña para escapar de los proyectiles. Otros afirman que el ejército estaba probando armas radiológicas y eso fue lo que causó las extrañas lesiones y la sensación de calor que llevó a los excursionistas a quitarse la ropa.
Una explicación, proveniente del exitoso libro Dead Mountain, es que el viento que azota a Kholat Syakhl produce un sonido que puede provocar ataques de pánico en los humanos. Esto causó que los excursionistas salieran corriendo de su tienda y corrieran montaña abajo. Las lesiones de los tres cuerpos serían entonces producto de su caída al barranco.
Ahora, con suerte, obtendremos una respuesta oficial.
La oficina del fiscal dijo que llevarán a los investigadores a la oficina para investigar los fallecimientos. Podrían pensar que tendrán las manos llenas —incluso los rusos reconocen que hay alrededor de 75 teorías en torno a las muertes—, sin embargo, solo analizarán tres teorías. La oficina ha cancelado oficialmente cualquier explicación criminal de las muertes: Kurennoi dijo que «no hay una sola prueba, ni siquiera indirecta, para apoyar esta versión (criminal). Fue una avalancha, una bloque de nieve o un huracán».
No voy a mentirles, al menos a mi parecer, culpar a «una avalancha, un bloque de nieve o un huracán» por las muertes no se aleja mucho del «poder espontáneo de la naturaleza».