Pedro Carrizales, «El Mijis», se ha opuesto permanentemente a la Guardia Nacional y a la militarización de la seguridad en México. El Diputado local por San Luis Potosí, quien también es visto como un activista impulsor de los derechos de los excluidos, ha sido criticado por sus antecedentes como «chavo banda», pero con el respaldo de ciudadanos –y no sólo potosinos sino a nivel nacional– se ha convertido en un personaje mediático, popular y muy crítico de las políticas que atentan contra los derechos humanos.
Ciudad de México, 1 de febrero (SinEmbargo).- Pedro Carrizales Becerra, mejor conocido como «El Mijis”, es un político comprometido con las voces que no han sido escuchadas. Decidió legislar, dice, porque quiere contribuir con la gestión de políticas públicas que faciliten la reconciliación nacional. Por ello se ha convertido en un agente crítico ante decisiones como la de instaurar la Guardia Nacional en México, pues considera que los militares no están preparado para las funciones de protección y seguridad.
“No es una aspirina que le puedas dar a las personas. Los mandos y los militares están hechos para perseguir un enemigo. Por eso yo crítico que [la Guardia Nacional] sea un cuerpo militar. No son los indicados para enfrentar a la ciudadanía, además no hay criterios. Los mismos policías te ven vestido como yo, si llegas bien chachalaco y vas bien borracho, en lugar de llevarte a tu casa te discriminan y te acusan de andar robando. (…) Es por esto que una de mis propuesta va encaminada en capacitar a los policías en el manejo de las emociones, en la escucha activa, en que aprendan a mediar un conflicto. Para que un policía tenga la capacidad de ver a un chavo drogado y lo pueda ayudar y le pueda quitar la droga, llevarlo a su casa; que tenga esa sensibilidad, esa empatía. Un militar no hace eso. A la mejor si ve a un niño o a una señora sabe cómo defenderlos, pero si ve a un chavo banda lo va a relacionar con la delincuencia organizada. Su objetivo [el de las Fuerzas Armadas] es un enemigo y son dos cosas totalmente diferentes”, afirma el Diputado en entrevista con SinEmbargo.
La controvertida Guardia Nacional –que propone dejar bajo el mando militar las labores de prevención de delito y preservación de la seguridad local– ha inconformado a buena parte de la sociedad que, como el Diputado local en San Luis Potosí, consideran que ésta no puede ser una medida estandarizada a nivel nacional, ya que se omiten las fuerzas que obligan a los jóvenes a participar con la delincuencia organizada.
“No puedes hacer lo mismo en Sinaloa, donde hay más “buchones” relacionados con narcotraficantes que en León, Guanajuato o San Luis Potosí, donde hay más chavos banda de los que se agarra el narco. Los mandos y los militares están hechos para perseguir un enemigo. Por ejemplo, si un chavo banda le dice a un soldado: ‘¡A la chingada “guey!’, el otro va a contestar: ‘¿Cuál guey?’. Le van a bajar los pantalones y le van a dar unos ‘tablazos’. Para este tipo de situaciones está la policía preventiva, estatal y ministerial”, dice el legislador.
“También estoy criticando la prisión preventiva: los penales están llenos de gente inocente. Con la prisión preventiva te van a agarrar, te van a detener y ya después se ofrecerán las pruebas y eso está mal porque se criminaliza la pobreza. Primero lo que debemos hacer es crear ministerios públicos diligentes, que haya policías capacitadas y procurar que el debido proceso no se viole. Tenemos que capacitar a los jueces, se tiene que tener una Fiscalía autónoma. Se tiene que modificar mucho antes de llegar a la prisión preventiva, porque no se trata de llenar los penales. En 2016, el Inegi [Instituto Nacional de Estadística y Geografía] contabilizaba más de dos mil reos; de esos, uno de cada cuatro reincide en menos de seis meses. Llenando los penales no vas a solucionar el problema, no es el camino, no por ahora”, declara Carrizales Becerra.
El 1 de julio de 2018, Pedro Carrizales fue electo Diputado local en San Luis Potosí. Impulsado por la coalición «Juntos Haremos Historia» se comprometió a convertirse en la voz de los excluidos; es decir, de aquellos que no han tenido una expresión política del Congreso. Chavos banda, prisioneros, periodistas, jóvenes y hasta gallos y toros se han convertido en los sujetos de las políticas propuestas por el legislador.
Las expectativas del Diputado sobre su propio trabajo son ambiciosas. Sin embargo sostiene que trabaja todo los días convencido de poder aportar un cambio a la forma de hacer política y de atender las necesidades de los ciudadanos.
LA VOZ DE LOS EXCLUIDOS
Pedro Carrizales no es el típico político. Desde joven formó parte de pandillas en San Luis Potosí. En varias ocasiones estuvo envuelto en situaciones violentas, por las que ahora carga con cicatrices y tatuajes que le recuerdan la importancia de no darse por vencido y de que siempre se pueden construir nuevos caminos que permitan hacer un bien a la sociedad.
Hace 15 años formó el Movimiento Popular Juvenil de San Luis Potosí, a través del que formó grupos de trabajo que ofrecían oportunidades laborales a otros “chavos banda”. Su trabajo le ganó varias distinciones y a tener impacto en diez estados. Hoy es Diputado por un motivo personal: ayudar, dice, le permite encontrar paz tanto para él como para la comunidad con la que convive.
“Tomé esta oportunidad porque puedo crear políticas públicas para los sectores excluidos [los chavos banda, los chavos de las colonias populares y su madre]. Ser la voz de los excluidos significa que tratamos de darle voz a los que no han sido escuchados, a los que se han quedado atrás. Siempre se nos utiliza para el voto, para bajar recursos y muchas veces el gobierno así ha justificado su ineficacia para brindar seguridad a la población. El sector popular siempre es el más afectado. Por la situación de violencia que vive el país el chavo de barrio siempre es el más afectado, los operativos siempre van dirigidos hacia nosotros por el siempre hecho de cómo te ves, como te vistes”, explica.
“Quiero poner un granito de arena. Quiero que vean que si se puede salir adelante, que se puede cambiar (…) Creo que podemos quitar o no heredar los conflictos a las nuevas generaciones. Por ejemplo, yo fui segunda generación de mi pandilla y yo no quise heredarle eso a mis hijos. Yo ni sé con quién me peleaba. Creo que trabajando en estos sectores es como vamos a tener una cultura de paz, también quiero demostrarle a la gente, a la clase media alta, que se puede la reconciliación. Estamos viviendo una crisis social muy fuerte y es momento de generar este proceso”, afirma «El Mijis».
Entre las demandas que han sido recogidas por Pedro Carrizales se encuentran las de defensores de animales. Recientemente propuso en el Congreso de su estado la cancelación de prácticas como la tauromaquia y las peleas de gallos. La iniciativa, que modificaría diversos artículos de la Ley Estatal de Protección a los Animales, también pretende incrementar las sanciones a quienes cometan delitos de maltrato animal.
“Yo no quise ser hipócrita, como los del [Partido] Verde. Prohibieron el uso de animales en los circos, pero no atacaron eso. Ahí en San Luis hace más de dos legislaturas que no se toca ese tema. ¿Por qué? Porque se mueven muchos intereses de grupos y personas que apoyan estas peleas, porque hay mucho billete de por medio y porque a muchos políticos les gusta la tauromaquia. Entonces le sacan vuelta y siempre dejan esos huecos (…) Hasta para manifestarse eran huevones. En vez de hacer una marcha grande, de hacer ruido, nada más marchaban una cuadra. Yo cuando me manifestaba si caminaba un tramote, esos aquí nomás en la esquina. Lo que ellos pretendían no checa, sin embargo cuando tomé la iniciativa me dijeron que era rentabilidad política y a mí no me importa si en tres años ya no soy Diputado”, afirma.
PROGRAMAS PARA LOS PRESOS
En octubre de 2018, «El Mijis» anunció que una de sus primera iniciativas de Ley consistía en permitir que los reos pueden acceder al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y un crédito a la vivienda a través del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit). Desde su perspectiva, esto permitiría a los internos crear nuevas dinámicas de reintegración en la que las familias no tuvieran que desintegrarse, para no ofrecer a las nuevas generaciones las mismas alternativas criminales.
La propuesta, que continua trabajándose, ha sido considerada por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como un posible modelo global.
“Me criticaron por lo de los derechos laborales de los presos y yo digo que hay que trabajar como la delincuencia organizada, pero al revés: reinserción organizada. No estoy experimentando, yo ya lo hice y me funcionó. Hay muchos beneficios. Te quitan los derechos laborales y no, deberían ser nada más los civiles. Yo con esta iniciativa, que la ONU señaló que puede ser un modelo internacional, planteó una alternativa para los penales, porque el sistema penitenciario son las universidades del mal. Entras por robar unos huevos y cuando sales libre enfrentas las dificultades de no conseguir trabajo, por lo que las alternativas consisten en brincarse ese tiempo que se estuvo en la cárcel: entonces ya no va roban huevos, comienzan a secuestrar”.
“Lo que yo propongo con esa iniciativa es que si ya vas a estar siete años en la cárcel sigas trabajando y nada te va a regalar el Estado, no le va a costar a los contribuyentes. A los cinco años ya tienes tu Infonavit y gracias a la cultura del trabajo ya hiciste tienes una casa. Tú familia no se desintegró, cuando sales ya tienes una vivienda, no tienes que ir a robar una casa para tener una vivienda, ya la tienes. Tu familia está ahí viviendo y tu hijo no replicó lo que tú hiciste. Desde el lado del activismo también se obtiene un beneficio: sales de penal y la banda te va a respetar y ya tienes otro ‘Mijis’. Si el gobierno te pide su colaboración para meter los programas en tu barrio, le ayudas a meter esos programas. El beneficio es para todos”, asegura.
DIGNIFICAR LA POLÍTICA
Sin pensarlo, en medio de la entrevista, «El Mijis» simplemente dice: “Esto me apasiona, realmente me apasiona”. Y continúa para exponer que a pesar de las amenazas dirigidas a él o a miembros de su familia continúa conducido por dos objetivos: ayudar a la gente y dignificar la política.
“Me apellido Carrizales Becerra, no tengo un apellido de renombre, incluso soy más feliz como activista (…) Yo tengo mis prioridades, yo no necesito estar en la política para enriquecerme, yo estoy aquí por una paz –que siento espiritual y en mi corazón– por la vida de guerra que yo viví, porque yo sé lo que es la infelicidad. Y si yo de aquí a tres años sigo de político pues chido y si no también. Y si van hablar de mí, pues sigan aventando periodicazos, síganme fabricándome delitos, hagan lo que quieran. Yo nunca dejo una lucha a medias, así tal cual: nunca tengo una lucha a medias”.
“La política es el trabajo más chingón que existe porque aquí puedes ayudar, puedes servir, es un trabajo digno. Lástima que los que han llegado no lo hayan hecho. Pretendo dignificar mi sector y dignificar la política, porque creo que se representan los sectores populares. Yo me decidí porque quiero herederarle a mis nietas un mundo mejor, una ciudad mejor y porque nunca he tenido miedo (…) siempre he visto la muerte muchas veces y se que todavía no es mi tiempo. Antes luchaba por cosas tontas y hoy lucho por un ideal: lucho por un bienestar social. Si me toca morirme pues me voy conforme, mínimo ya sembré una semilla”, afirma Pedro Carrizales.
Sobre sus expectativas en política dice que como muchos otros se ha soñado haciendo el bien en otros niveles. Sin embargo, no se siente contrariado si después de estos tres años para los que fue elegido no vuelve a participar en la administración pública, ya que sabe que como activista continuará incidiendo en la política. Por ahora trata de disfrutar y de ser crítico de aquellas propuestas que vayan en contra del bienestar general.
“Decidí participar con Morena porque desde un principio les dije que iba a ser autónomo con lo yo creía, que quería ser firme con mis ideales para representar a la gente que no ha sido escuchada. Voy apoyar los proyectos que yo crea que sean correctos y los que no, pues no. No soy un aplaudidor. A mí no me importa si de aquí a tres años me dicen que ya no puedo participar con la coalición. No me importa si estos tres años los voy a aprovechar para eso y para disfrutarlos. Mejor disfrutarlos y dejar ese legado. A la mejor ya no participo en la política porque les molesta que sea crítico, pero mínimo van a decir: ‘acuérdense de ‘El Mijis’, ese cuate hizo lo que hizo y ya no participó porque no les interesó a los políticos. La gente va a despertar y eso es lo que yo quiero que la gente haga. Si no soy político no importa, voy a seguir siendo activista e influyendo en la vida política”, asegura el legislador potosino
“No vengo de la cuna de Moisés, tampoco me siento santo, también tengo mis pecados, pero eso es lo que me motiva: me motiva que se se abriera esta oportunidad porque siempre los que estaban, estaban por dedazo, porque la gente estaba acostumbrada a ver a la gente ahí en traje (sin que los criminalice). No soy el típico político, no tengo ojos verdes, yo soy más de pueblo. Esa es la diferencia: que yo vengo desde abajo. Mucha gente piensa que yo salí de la pandilla y salté a la política, pero no: tengo más de 15 años trabajando (…) yo no estoy aquí por casualidad, estoy aquí por trabajo y también por López Obrador –a quien respeto–, aunque si no hubiera estado también les hubiera dado batalla, si no es que les hubiera ganado. La diferencia es que siento que puedo abrirle la puerta a muchos más jóvenes”, decreta Pedro Carrizales.
