Quadri no quiere a los mexicanos del sur, pero sí el dinero federal: le ha facturado hasta al NAIM
PorLinaloe R. Flores
14/01/2019 - 12:05 am
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En la campaña presidencial de 2012, Gabriel Quadri insistía en que él no era político; sino un simple ciudadano preocupado por la ecología. Los datos públicos en las instancias por las que ha pasado lo pintan más bien como a un camaleón. Fue funcionario público en el Gobierno de Ernesto Zedillo, luego empresario, luego asesor del Gobierno de Felipe Calderón, luego activista, luego candidato… Su última asesoría ocurrió en 2015, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, en temas de desarrollo urbano para el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Se contrató como «profesionista especializado» y cobró en una sola exposición, 350 mil pesos.
Ciudad de México, 14 de enero (SinEmbargo).– Los días pasan y Gabriel Ricardo Quadri de la Torre, ex candidato a la Presidencia de la República en 2012, no ha ofrecido ninguna disculpa por haber publicado en Twitter el comentario: «Si México no tuviera que cargar con Guerrero, Oaxaca y Chiapas, sería un país en desarrollo medio y potencia emergente». Lo hizo el 11 de enero y desde entonces, mandatarios estatales, periodistas, defensores de derechos humanos y usuarios de redes sociales de México y otros países le han pedido que rectifique, lo que suma hasta estos momentos, 13 millones de mensajes, 2.9 millones de retuits y 12 millones de favoritos.
¿Quién es el hombre que a fuerza de palabras logró tal indignación?
En la campaña presidencial de 2012, Gabriel Quadri de la Torre se presentaba como el candidato ciudadano frente a los contendientes. Ingeniero civil, de cabello revuelto, gafas y bigote siempre insistió en deslindarse de los políticos y ser un mexicano más preocupado por la ecología. Así llamó la atención de muchos jóvenes desencantados con los partidos tradicionales, el Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y de la Revolución Democrática (PRD). Pero Quadri jamás pudo sostener la contradicción. Detrás de su imagen desenfadada había mucha política. El partido que lo postulaba era Nueva Alianza, formado por Elba Esther Gordillo a la par de su dirigencia en el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación. Lo había elegido como su representante apenas se había deslindado del PRI.
El mismo Panal divulgó un currículum de Gabriel Quadri que lo presentaba como un camaleón, más que un ciudadano. Había sido funcionario público, había sido empresario y había sido activista ecologista. Una puerta giratoria que en las elecciones de 2012 no le ayudó. Los resultados de las encuestas, desde las primeras hasta las últimas, siempre lo mostraron en el rezago de la carrera. Las preferencias entre el resto de los competidores -Enrique Peña Nieto, Josefina Vázquez Mota y Andrés Manuel López Obrador – variaron conforme avanzó la elección, pero Quadri jamás pasó del 1 por ciento. Así, cuando amaneció el 2 de julio de 2012, según el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) había más votos nulos que los ganados por el candidato «ciudadano».
En aquel tiempo de contienda, Quadri también se valía de frases controvertidas. El 27 de abril de 2012 en un foro organizado por la iniciativa Mexicana para las Energías Renovables), en Casa Lamm de la Ciudad de México, sostuvo que ninguno de los oponentes en las elecciones sabía de medio ambiente y sustentabilidad como él. “El día que quieran les doy clases de sustentabilidad. Difícilmente otro candidato sabe más de ese tema que yo. Perdón que lo diga con arrogancia, pero eso sí lo puedo decir: ningún otro candidato está tan preparado como yo”.
En 2016, también a través de la red social, escribió: «Que el dueño de Morena presente declaración patrimonial, de ingresos y pago de impuestos. Que aclare misterio de qué ha vivido tantos años». Pero el patrimonio de Gabriel Cuadri se volvió un misterio. Dos años antes, como candidato, dijo que no daría a conocer su declaración patrimonial pues no se sentía con la seguridad para exhibir su información de bienes. «No he sido servidor público y no he presentado declaración patrimonial; no la pienso hacer, no pienso exponerme. Cuando sea Presidente, sí. No soy rico. A todo mundo le consta, pero tampoco me gustaría que los delincuentes potenciales supieran el patrimonio que tengo», expuso.
Así que de Gabriel Quadri no hay declaraciones patrimoniales presentadas ni ante el Instituto Nacional Electoral ni en la plataforma de organizaciones no gubernamentales, 3de3.
De aquella campaña, Gabriel Quadri dejó algunas huellas en la memoria colectiva y de las redes sociales. Protagonizó la anécdota del primer debate entre los aspirantes cuando miró sin reparo la anatomía de la edecán y luego, hacer un chiste: «Ella ganó el debate, yo quedé segundo». Otra es el discurso que repetía en aquellos días en el que nombraba las cualidades que, según él, debía reunir un buen Presidente. Por ejemplo, en una entrevista con el periódico El Mundo, listó: «Audacia, elocuencia, asertividad, inteligencia y capacidad para escuchar y rectificar».
DE FUNCIONARIO PÚBLICO A EMPRESARIO
Nacido el 4 de agosto de 1954 en la Ciudad de México, graduado en 1980 de la Licenciatura en Ingeniería Civil en la Universidad Iberoamericana, Gabriel Ricardo Quadri de la Torre fue funcionario público, no obstante, sus propias declaraciones como candidato presidencial. De 1983 a 1987 fue analista y jefe de financiamiento externo en el Banco de México; de 1989 a 1993 fue director de Planeación Ecológica en el entonces Gobierno del Distrito Federal.
En 1994, el entonces Presidente Ernesto Zedillo Ponce de León lo nombró presidente del Instituto Nacional de Ecología, una instancia que apenas se gestaba como brazo de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), cartera que quedó a cargo de Julia Carabias Lillo. En esos años, los funcionarios públicos no estaban obligados a entregar declaraciones patrimoniales a ninguna autoridad; mucho menos a hacerlas públicas ante los ciudadanos.
Quadri estuvo en el cargo hasta 1997. Luis Hernández Navarro en una columna de opinión publicada en 2012 en La Jornada, publicó que su salida obedeció a acusaciones sobre venta de permisos para el manejo de residuos peligrosos sin que se respetara la normativa. En el libro Instituto Nacional de Ecología. Quince años de políticas ambientales. Memoria testimonial, Julia Carabias brinda su versión: «El INE, con el carácter autónomo que posee, se empezó a convertir en una entidad independiente que no seguía los lineamientos de la institución. Eso lo resintió la Semarnap muy fuertemente porque le estaba faltando ese apoyo fundamental que era la aportación del INE, en la misma lógica de un equipo y de una línea de trabajo que nos habíamos trazado con una orientación de largo plazo. Es por eso que se da el cambio de Gabriel Quadri para ser sustituido por Enrique Provencio, quien al venir de la Subsecretaría de Planeación logra incorporar al INE en un rol muy institucional, consolidando lo que el INE podría aportarle a la Semarnap».
Hay una época en que Gabriel Quadri aparece más como empresario que cualquier otra cosa. Desde 2005, se integró en los consejos de un puñado de empresas que siempre estuvieron ligadas con los gobiernos federales. En 2005, ocupó la dirección de EcoSecurities México y Centroamérica, empresa a través de la cual deseaba entablar acuerdos para proyectos ambientales en las refinerías de Salamanca y Salina Cruz que iban a generar bonos de carbono. Hoy, los mecanismos de transparencia no dan cuenta de ningún acuerdo entre Pemex y esa entidad.
Ese mismo año, fundó Sistemas Integrales de Gestión Ambiental (Sigea), compañía de servicios ambientales relacionada con el cambio climático y los mercados internacionales de carbono. Esta compañía consiguió un contrato del Gobierno de Felipe Calderón Hinojosa en 2008 por 307 mil 50 pesos para la elaboración de una manifestación de impacto ambiental en el libramiento Tehuantepec.
Fue además socio de Enerclima, empresa especializada en el desarrollo de energías renovables.
Frente a los contratos del Gobierno federal, Gabriel Quadri se ha empleado por sí mismo.
Su última asesoría ocurrió en 2015, durante el Gobierno de Enrique Peña Nieto, en temas de desarrollo urbano, territorial y regional para el proyecto del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México. Se contrató como «profesionista especializado» y cobró en una sola exposición, 350 mil pesos, consta en el Portal de Obligaciones y Transparencia.
Antes, en 2010 y 2011, sin que mediara concurso, el entonces Presidente Felipe Calderón Hinojosa (2006-2012) lo llamó como asesor para iniciar el programa específico de Desarrollo Habitacional Sustentable ante el Cambio Climático, según las fichas de los contratos ADCAAS/SP/HDB_20/041/2010 y AD41/SP/HDB_20/017/2011. Cobró 775 mil 862 pesos por el primero y un millón de pesos por el segundo.
Ese programa sirvió como base para que el ex Presidente iniciara en 2014 su organización filantrópica, Fundación Desarrollo Humano Sustentable, cuya materia es el cambio climático y a través de la cual recibe donativos de México y el extranjero, y brinda conferencias en el mundo.
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Entre quienes respondieron casi de inmediato a Gabriel Quadri están el Gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa: «Inaceptable y ofensivo su comentario para Oaxaca. Le exijo una disculpa pública a todas y todos los oaxaqueños»; Mariana Benítez, Diputada federal por el PRI y originaria de ese estado: «Con todo respeto había leído tonterías en Twitter pero nunca una de este tamaño. Son los estados más ricos en cultura, tradiciones, biodiversidad y eso también es parte de la riqueza de México»; la dirigente nacional del partido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), Yeidckol Polenvnsky: «Este país sería mucho más rico sin gente descerebrada como él, ambiciosa, vulgar y corrupta. En la elección andaba en un coche de lujo y cuando llegaba a algún punto para sus reuniones, se bajaba y se subía a una combi. No puede tener calidad para opinar», o el empresario Alfredo Harp Helú: «Usted no tiene idea del potencial humano, cultural y natural de Oaxaca, Guerrero y Chiapas».
Quadri se ha defendido. El 12 de enero publicó: «En vez de estallar en ira visceral hay que leer a Douglass North, a Acemoglu, Robinson, Landes, etc. para entender las causas de la pobreza y el atraso de Guerrero, Oaxaca y Chiapas». A su línea de tiempo le ha añadido otros posts y otras notas periodísticas como si quisiera pasar a otro asunto. Pero aun con los días, no cesa el flujo de exigencias para que Gabriel Quadri, el hombre que en 2012 quiso ser Presidente de la República, rectifique.