Jorge Zepeda Patterson
23/12/2018 - 12:06 am
Netflix más allá de Roma
La Navidad ofrece la posibilidad de una breve pausa en la frenética discusión en la que los mexicanos nos hemos enzarzado tratando de dilucidar si nos encontramos al arranque de una cuarta transformación o de una transformación de cuarta. No es un asunto que vaya a resolverse pronto, lo que en cambio no va a volver es la posibilidad de tomarse unos días de asueto para recargar baterías para la larga polémica que nos espera en este sexenio. En otras ocasiones he sugerido la inmersión en algunos libros que a mi juicio pueden ser una oportuna compañía en las vacaciones, ahora en cambio, rindiéndome a lo inevitable, les comparto algunos comentarios sobre algunas de las muchas series televisivas disponibles.
La Navidad ofrece la posibilidad de una breve pausa en la frenética discusión en la que los mexicanos nos hemos enzarzado tratando de dilucidar si nos encontramos al arranque de una cuarta transformación o de una transformación de cuarta. No es un asunto que vaya a resolverse pronto, lo que en cambio no va a volver es la posibilidad de tomarse unos días de asueto para recargar baterías para la larga polémica que nos espera en este sexenio. En otras ocasiones he sugerido la inmersión en algunos libros que a mi juicio pueden ser una oportuna compañía en las vacaciones, ahora en cambio, rindiéndome a lo inevitable, les comparto algunos comentarios sobre algunas de las muchas series televisivas disponibles.
Si no han visto The Affair dense el gusto y sumérjanse en la primera de sus cuatro temporadas. Un escritor y su familiar deciden pasar vacaciones de verano en un pequeño e idílico pueblo en la playa. Noah Solloway, ha estado casado muchos años y procreado cuatro hijos en común con Hellen, la esposa ideal; o al menos eso es lo que cree hasta que conoce a Allison, una mesera del lugar, cuyas piernas y humores melancólicos terminan por hacerse irresistibles al escritor. La historia comienza, en efecto como un desliz pero desemboca en una vorágine de vidas trastocadas en las que no hay inocentes ni culpables y sí varias víctimas. Desde los primeros minutos entendemos que la pasión, de una u otra manera, ha provocado un asesinato, pero tomará buena parte de la primera temporada enterarnos de la identidad del muerto. No importa; los diálogos son tan buenos y la psicología y profundidad de los personajes tan atractiva que no tenemos otro remedio que consumir embelesados un capítulo tras otro. Si ven la serie con su pareja prepárese para el inevitable debate sobre el tema de la infidelidad y sus avatares, tan soberbiamente tratado.
Mi segunda sugerencia, Big little lies, utiliza también el recurso de contar la historia a través un asesinato cuya identidad desconocemos. La policía se ve obligada a recoger el testimonio de varias personas para entender la relación que existe entre cuatro mujeres que viven en un suburbio de altos ingresos en California. La serie desnuda las complicidades, rivalidades y envidias, las “pequeñas grandes mentiras” de las que está hecha la existencia de mujeres que tienen todo y terminan teniendo nada. El estreno de la serie atrajo la atención de Hollywood por el desembarco en la pantalla chica de una constelación de estrellas del cine: Nicole Kidman, Reese Witherspoon, Laura Dern (las primeras dos productoras ejecutivas), entre otras. Un delicioso thriller que también es un documento antropológico de psicología femenina, con una mirada implacable a los demonios ocultos del american way of life.
A propósito de estrellas de cine que aterrizan con éxito en la televisión de alto presupuesto, Michael Douglas y Alan Arkin (cómo olvidarlo en Ahí vienen los rusos) lo hacen con enorme soltura y con frecuentes entrecruces con la propia biografía. Douglas protagoniza a Sandy Kominsky, un actor de cine venido a menos que disfraza el fracaso presidiendo una academia de actuación en el que imparte el Método Kominsky (título del programa) a jóvenes aspirantes al estrellato. Nunca está del todo claro en que consiste el método, pero las ocasionales sesiones de trabajo ofrecen una vista a los entresijos plagados de referencias intimistas a la vida de Hollywood. En realidad es un programa sobre la crisis masculina en hombres sexagenarios y septuagenarios encarnados por Douglas y Arkin; en el fondo una serie sobre la amistad en la última etapa de la vida. En cierta manera una versión en tercera edad de The Big Bang Theory, lo cual no es extraño porque ambas son una creación del legendario Chuck Lorre (productor también de Two and a half men).
Si deseas salir de las vacaciones con algo más sustantivo que un buen divertimento, es muy recomendable la serie documental de Netflix The Vietnam War, del prestigiado Ken Burns. Diez capítulos memorables por muchas razones. El equilibrio político ideológico (nada fácil en un tema tan polarizante), la solidez de la investigación histórica, el talento en la narración cinematográfica, los recursos económicos y de producción involucrados. Definitivamente un antes y un después, en la materia.
Y por último, aunque no es una novedad, si no has visto What Happened Miss Simone aprovecha estos días para subsanar la oportunidad perdida. Un sabroso y a la vez dramático recorrido a la tormentosa vida de la cantante Nina Simone que ha ganado, con todo merecimiento, multitud de premios. Un documento musical tan disfrutable como inquietante.
Netflix mediante, en enero estaremos en condiciones de retomar la chora interminable de un sexenio que tiene todos los visos de ser histórico, aunque aun no podamos ponernos de acuerdo por qué razones. Supongo que dentro de algunos lustros, también Netflix mediante, podríamos estar reseñando el documental de este sexenio. La pregunta es cuál podría ser el título. ¿Alguno de los aquí revisados?: ¿Big Little Lies, The Affair, El Método Amloista, What Happened Andrés Manuel? ¿Alguna sugerencia?
@jorgezepedap
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