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Realizamos un recorrido en la Avenida 5 de mayo acompañados de la cronista Julen Ladrón de Guevara para conocer algunos datos de arquitectura y tranvías del Zócalo de la Ciudad de México.
Ciudad de México, 23 de diciembre (SinEmbargo).- ¿Cuántas veces hemos recorrido las calles del Zócalo de la Ciudad de México sin prestar atención a lo que nos rodea y a la historia que vive en cada uno de sus edificios? Y lo que menos nos preguntamos es cómo se movía y trasladaba la gente de un punto a otro.
Con esto en mente recorrimos la avenida 5 de mayo junto de la mano de la cronista Julen Ladrón de Guevara y especialistas de TÜV Rheinland, firma global especializada en certificación de proyectos movilidad a gran escala, para conocer los secretos que el Centro Histórico tiene en esta calle.
La actividad comenzó en la Catedral Metropolitana en la que el especialista Manuel G. Álamo de TÜV Rheinland destacó la importancia de este punto. "Por alguna razón decían tal vez tenemos que ir de norte a sur pero hay que pasar por el centro de la ciudad o vamos del poniente al oriente y tenemos que pasar por el centro de la ciudad; hubo una que inclusive se cancelo que era línea 8 y pasaba exactamente por aquí por el Zócalo y dijeron no, no podemos afectar la zona, entonces estamos en el punto medular de la Ciudad de México, aquí tenemos casi creo que 6 hectáreas o 4 mil 800 metro cuadrados y es un área muy importante aquí es el punto de convergencia de todos los capitalinos y también de lo que es el país entonces tener aquí una buena movilidad, tener una buena manera de manejarse es algo muy especial", dijo.
La cronista Julen Ladrón explicó que el progreso de la ciudad comienza un poco antes de la revolución industrial que es cuando comienza a movilizarse el mundo con las maquinas de vapor; sobre todo en cuestiones de movilidad que está relacionada con el número de la población debido que en los centros de las ciudades del mundo se concentraban las familias y la vida así que cuando la Ciudad de México comenzó a saturarse se hizo necesario emplear medios de transporte para trasladarse a lugares lejanos como lo eran en aquel tiempo Coyoacán o Tacubaya.
En un inicio los caballos y las mulas eran "la fuerza de sangre" que jalaban los carros en los que se transportaba la gente. Posteriormente los tranvías y su sistema de transporte llevan el progreso eléctrico a la ciudad por lo que se colocaron aproximadamente 200 kilómetros de rieles para la red de tranvías.
Según un censo de 1890 compartido por la cronista se tenían 257 kilómetros de vía, 300 coches de pasajeros y 80 carros para carga (carros no automóvil), 30 carros de servicio fúnebre de primera, segunda y de tercera. Un dato curioso es que los caballos no pueden ir hacia atrás por lo que las glorietas se crearon para que los caballos y los carros jalados por ellos pudieran circular en las calles.
"Vean la arquitectura porque en este Zócalo de la ciudad tenemos varios saltos históricos en cuanto a arquitectura se refiere", dijo Julen y agregó que el centro histórico es un reflejo con su mezcla des estilos arquitectónicos de lo que es nuestra cultura.
En la Cantina La Opera fundada 1876 se conserva el balazo en el techo que Pancho Villa disparó en una ocasión. "Ni Pancho Villa ni Emiliano Zapata bebían entonces siempre amonestaban muy fuerte a sus huestes cuando estaban bebiendo, y en una de esas veces, pesaron a toda la bola aquí (en la cantina La Opera) y entró Pancho Villa con su caballo a poner orden y puso un balazo en el techo, ahí lo tenemos todavía".
"Antes las alcaldías eran pueblos como el pueblo de Coyoacán y el pueblo de Tacubaya entonces de aquí partían del Zócalos las rutas y partían a los distintos puntos de la ciudad y a los otros pueblos; partían en la mañana y regresaban a la una de la tarde, retomaban gente y se volvían a ir para volver a regresar; eran nada más dos vueltas las que daban pero se llevaban muchas horas", contó la cronista.
Ya en Bellas Artes la cronista Julen nos platicó que este edificio tardo 40 años en construirse y que tiene mucho que ver con la movilidad debido a que para trasladar muchas de las piezas se tuvieron que crear tranvias especiales; un detalle que puede pasar desapercibido es que el arquitecto encargado de Bellas Artes, Adamo Boari, incluyo la imagen de su perro en uno de los medallones de las puertas del palacio junto al caballero azteca. además este edificio emblemático de la Ciudad de México esta custodiado por los 4 jinetes del apocalipsis.
"Este tipo de cuestiones [tranvias] no solamente son ocurrentes y son lindas, son sistemas que debemos de considerar de manera muy seria para tener seguridad", señaló Julen y resaltó que además son ecológicos.
Nuestro recorrido terminó en Barrio Alameda, un espacio que rápidamente se ha ganado un lugar entre la gente para comer en alguno de sus restaurantes como La Azotea que además tiene un vista muy bella.
