La fórmula desarrollada por un equipo de físicos con ayuda de los consejos de un experto pizzero puede ayudarte a cocinar una suculenta pizza.
Por Andrea Núñez-Torrón Stock
Ciudad de México, 12 noviembre (TICbeat/SinEmbargo).- Queso jugoso, masa tierna, borde crujiente e ingredientes en su punto justo… casi todo gourmet que se precie querría hincar el diente a la pizza ideal, esa cuyo secreto reside desde hace cientos de años en los hornos de leña italianos, su cuna natal. Ahora, tres científicos han descifrado “la ecuación perfecta de la pizza”. El equipo formado por un dos físicos y un antropólogo de alimentos quería conocer la fórmula para descubrir cómo usar un horno eléctrico para hornear pizza de forma que el manjar mediterráneo supiese lo más similar posible a la elaborada en el horno de piedra.
Su artículo, titulado La física de la buena pizza para hornear, se publicó en la plataforma de pre impresión arXiv. Los investigadores recabaron primero la información de un experimentado pizzero de Roma, el cual subrayó que un horno de ladrillos es fundamental para elaborar una pizza perfecta. Debe fijarse a aproximadamente 626°F (330°C), y el resultado debe hornearse únicamente dos minutos.
Así, el principal reto del equipo era constatar si era posible lograr un resultado idéntico en un horno eléctrico con una superficie de acero. Abordaron la resolución a esta pregunta desde un punto de vista termodinámico, utilizando los principios de la transferencia de calor, la radiación térmica y la evaporación del agua, teniendo en cuenta el grosor y la temperatura del fondo de la pizza, así como otras características, para lograr el método perfecto de hornear una margarita. La ecuación resultante es la siguiente:
Si las matemáticas te suenan a chino, las conclusiones que pueden extraerse de la fórmula es que para cocinar una pizza en tu horno eléctrico deberías establecer la temperatura en 450°F (redondeada a partir de 230°C) y dejar la pizza allí durante 170 segundos. Sin embargo, las pizzas con ingredientes que tienen un mayor contenido de agua -como los champiñones, los pimientos o la cebolla- deben dejarse en el horno un poco más de tiempo para tener en cuenta el proceso de evaporación.
El resultado es un pastel perfectamente fino, pero como admiten los investigadores, “el calor seco y el olor a madera en los hornos tradicionales de ladrillos refractarios siguen siendo la forma ideal de hornear la pizza perfecta”.